❝Estamos del otro lado, la pantalla somos nosotros y nosotros somos la televisión. Reza por las astillas, reza por tu miedo, reza por tu vida que fue solo un sueño... Reza porque el hombre que amaste es el monstruo al que le temes❞
═.✵.══════════ I heard you speak Like a savaged wolf And I let, you eat The closest thing to love ══════════.✵.═
➳cool for chaos - nostalghia
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London, March 1976
En una esquina la chica tiritaba, viendo como Roger, a pocos metros del cadáver goteante de sangre, lloraba sin consuelo. Tenía los ojos cerrados y los párpados mojados en lágrimas. No saben bien desde cuándo, el shock los tenía aprensados.
—R-roger...
La voz se oyó incluso más extraña de lo solía sonar.
Quiso levantarse del suelo, pero no sabía muy bien todavía si lo que quería era correr hasta Roger, o escapar de él.
—¿Qué has echo? —junto coraje para preguntar—. Roger esto te traerá problemas. A todos. A ti. A la banda. A mí ¡Por Dios! ¿Qué dirá su familia?
Él rompió a llorar, apretando con fuerzas sus ojos. Sabía a lo que se enfrentaría; La policía, la condena social. Sería el primer sospechoso, muchas personas lo habían visto con ella.
Luego lo condenarían, y su futuro, junto el futuro de la banda se iría a la mierda. Perdiendo también la familia de la pobre mujer.
Santo cielo, lo odiarian.
—Y-yo... Yo no quise hacerlo —lloró.
Ella se quedó callada, no sabía cómo creerle. No teniendo a la mujer siniestramente asesinada enfrente de sus ojos. Quiera o no; estaba echo.
—Jamás pensé que fueras capaz —confesó ella, en lágrimas—. Creí que eras un buen hombre, alguien a quien admirar —pausó, absorbiendo por la nariz—. Dime por favor que aún lo eres —sollozó—, dime que no eres un monstruo ¡Dímelo!
Roger dejó caer su cabeza hacía bajo, provocando que algunos de sus cabellos le taparan la visión, pero sin embargo abrió sus ojos abrumados en lágrimas, perdiendo la vista en el suelo. Si veía el cuerpo muerto de Walkiria, vomitaría.
Tragó saliva ruidosamente, a tal punto que Aida lo oyó desde su distancia, y en posición de derrota, pidió:
—Mátame.
La castaña se heló.
—¿Q-qué?
—Mátame —rogó—, mátame antes de que yo te mate a ti.
