ANIMAL¹ ❀ HyunIn [✓]

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¿Qué mierda hacía Felix en su casa? Hyunjin casqueó con su lengua antes de cerrar la cortina para poder ir a colocarse un pantalón de la pijama y una camiseta holgada, lo suficiente para que juntos cubrieran su erección, ¡Genial! En menudo momento los interrumpió.

— Lo siento, cariño, tendrás que atenderte sólo.

Jeongin resopló frustrado antes de regresarse a la cama para poder terminar lo que empezaron, sólo. Hyunjin respiró profundo y dejó salir poco a poco el aire con una sonrisa, la más calmada e inocente que el monstruo en su interior pudo externar. Bajó fingiendo sorpresa cuando vio a Felix, pero rápidamente extendió su mano a modo de saludo.

— Lo siento, no sabía que papá venía acompañado —mencionó mientras Felix correspondía al estrechar ambas manos—. Hwang Hyunjin.

— Lee Felix —respondió el chico con una animada sonrisa, al menos Jeongin era honesto al decir que el detective era muy amable—. Solo vine por unos documentos.

— ¿Documentos?

— Oh, que distracción de mi parte —el chico se mostró apenado mientras negaba—. Soy alguien que vino de la ciudad a investigar el caso de las desapariciones.

— Es un gusto conocerlo, papá habla mucho de ese caso, espero puedan resolverlo pronto.

— Lee Felix es el elemento más especial de su comunidad —expresó con orgullo el adulto, a su vez, entregó unas carpetas amarillas al chico—. Pero es pésimo con las direcciones.

El chico sonrió, eso era algo común en él, desde pequeño había mostrado ser un niño muy inteligente para cualquier cosa a excepción de su mala orientación. Tanto Lee como su padre miraron tras él, por lo que cerró sus ojos mientras giraba esperando que no fuera lo que pensaba, y mierda, sí que lo fue. Jeongin estaba de pie en las escaleras agitando su mano a modo de saludo. Hyunjin le sonrió intentando mantenerse sereno.

— Él es Jeongin —habló pretendiendo no saber que ambos se conocían.

— ¡Lo conozco! Es un chico muy amable —aseguró el rubio—. Es un gusto volver a vernos.

— Un gusto verlo otra vez, Felix.

— Pensé que solo tenías un hijo —comentó el chico mirando hacia el señor Hwang.

— Solo tengo uno, Jeongin es un chico que vino a quedarse con nosotros hace un tiempo en busca de adoptar la religión como su vida.

Jeongin intentaba no reír, cada que el señor lo presentaba así recordaba como lo creía un chico bueno mientras él corrompía a su adorado hijo, pero la mirada penetrante de Felix sobre él no lo dejó disfrutar como solía hacer. ¿Por qué lo observaba? Lo hacía enojar, lo ponía nervioso, lo mantenía alerta como un animal sintiéndose amenazado deseando lanzarse a morder su yugular antes de que Felix se lanzara contra él. Pero la sonrisa del rubio bajó sus defensas.

— Es bueno que desde joven siguieras lo que deseas, Jeongin. Yo también estoy siguiendo lo que deseo.

— ¿Y cuál es ese deseo, Lee? —preguntó el más joven.

— Atrapar al asesino y llevarlo ante la justicia... O llevarlos.

— ¿Insinúa que puede haber varias personas en el caso? —cuestionó Hyunjin.

— Felix es un grandioso elemento —mencionó el señor Hwang—. Tiene una teoría de que debe ser más de una persona y no suena tan descabellado.

El mencionado asintió mientras caminaba hacia la salida, deteniéndose en el marco de la puerta para poder girar sobre sus talones a ver nuevamente a la familia.