ANIMAL¹ ❀ HyunIn [✓]

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Hyunjin había descubierto en él una parte que no sabía existía. La primera vez que se puso de acuerdo con Jeongin para matar sentía que lo arruinaría en cualquier momento, la ansiedad y adrenalina luchaban dentro de su cuerpo en espera de ver quien dominaba sus sentidos. No mentía cuando dijo que era más fácil de lo que esperaba, su gran reputación y su cara hacían todo el trabajo, cosa que le enfermaba, ¿Cómo esas chicas podían confiar tanto solo por su rostro? ¿Ser guapo significaba ser bueno? La adrenalina ganó la batalla y se adueñó de su cuerpo, aún recordaba todo de forma tan vívida.

Fue una noche luego del toque de queda, ambos habían quedado de verse en cierto lugar, posteriormente irían a la orilla del río a ver el reflejo de la luna, "el plan romántico perfecto" al que aquella chica pálida de labios rosados no había podido resistirse. Ella había resultado más atrevida de lo que esperaría, apenas la besó y ya estaba siendo víctima de sus dedos delgados recorriendo su pecho por sobre su camiseta, convencerla de ir a aquella bodega abandonada a terminar el asunto fue incluso más sencillo que cortar su carne. En cuanto estuvieron ahí, Hyunjin cerró la puerta y tras la misma, Jeongin esperaba con impaciencia sosteniendo el bate forrado en cinta negra, claro, la cara de la chica fue todo un deleite para ellos, confusión, molestia y posteriormente miedo. Hwang tomó el bate y en cuanto lo tuvo en su mano una mezcla de exitación y poder recorrió su columna, tenía sus dudas pero en cuanto aquel escalofrío pasó desde su nuca hasta sus piernas todo cambió.

Dio un par de golpes al suelo que hicieron a la chica retroceder un paso. Jeongin solo observaba a su novio expectante de lo que haría, el mayor solo sonrió de lado sin quitar su mirada de la mujer que se dispuso a correr inmediatamente. Pero Hwang era veloz y no le tomó mucho tiempo alcanzarla hasta tomar su largo cabello para arrastrarla a una habitación dentro del lugar, Jeongin caminó tomándose su tiempo mientras los gritos de ayuda no tardaron en hacerse escuchar. Hyunjin tiró a la chica al suelo mientras ésta suplicaba por su vida diciendo que no se lo comentaría a nadie, cosa que no serviría pues el castaño solo se sentía con mayor poder a cada súplica.

— ¿Tus padres no te enseñaron a no irte con extraños? —preguntó el chico, la mujer solo apretó sus labios y sus ojos dejando las lágrimas brotar sin temor mientras asentía con lentitud, mierda que sí lo habían dicho, era una desdicha morir desobedeciendo a sus padres sabiendo que de hacerles caso ahora estaría con vida—. Es una pena que no verán ni siquiera tus restos.

La chica abrió sus ojos con temor por esas palabras cuando de pronto, un golpe en su cabeza la hizo caer acostada, su cuerpo se sacudió un par de veces, aquel golpe había sido bien medido en fuerza por Hyunjin, no quería terminar la diversión tan pronto. Se agachó poniéndose en cuclillas mientras delineaba la mejilla de la mujer con el bate.

— ¿Te gusta? —preguntó de pronto Jeongin—. La sensación.

No hubo respuesta, Hwang continuó pasando el bate por el rostro de la chica atemorizada antes de levantarse para colocar su pie sobre su cabeza, la dura suela de la bota lastimaba su mejilla y solo causaba que los sollozos se volvieran quejas a gritos entre más fuerza aplicaba contra su cráneo. Jeongin observó desde el borde la puerta con una sonrisa, no quería interrumpir más. Cuando Hwang se cansó de presionar la cabeza, estómago y piernas de la chica quitó su pie y sin darle más tiempo, con el bate le propinó un fuerte golpe en la cabeza seguido de otros dos antes de soltar un grito arrojando el bate a un lado. Una parte de él le cuestionaba en qué se había convertido mientras la otra le respondía que eso había sido siempre él, que no debía sorprenderse porque no era nada nuevo.

Jeongin se acercó al cuerpo inerte en el suelo, ¿Unos golpes y pisadas? Que poco aguante tenía la chica. Observó a Hyunjin como en espera de una señar afirmativa, el mayor solo lo miró fijamente a los ojos antes de tomar nuevamente el bate para ir a sentarse en una esquina de la habitación. El más joven no esperó, hacía tanto que no comía carne humana. Se agachó a levantar la camiseta y mordió el abdomen con fuerza arrancando un pedazo de carne que degustó como nunca, el cuerpo seguía tan tibio que podía sentir perfectamente la sangre recorrer su garganta y desbordarse por su mentón.

También pudo escuchar el esfuerzo en la garganta de Hwang al toser, al levantar la mirada notó como el chico con sus rodillas y palmas apoyadas en el suelo ahora vomitaba seguro por haber visto aquella escena pero en ese momento no le importaba. Jeongin regresó a su acción hundiendo su boca en la zona donde previamente había mordido para poder comer algo interior antes de seguir con la piel. Por su parte, Hyunjin había tenido un golpe de realidad solo hasta que vio a su novio hundir sus dientes en una persona, aquello realmente había pasado. Mató a una mujer, su pareja se estaba comiendo el cadáver y solo estaba seguro de una cosa, aunque todo se sentía tan irreal ya no había vuelta atrás porque ahora esa era su vida.

Y aquello no le disgustaba.

Jeongin podría actuar como un animal, pero él había resultado ser uno peor, porque la llegada de Felix solo sacó lo peor en él.