Hyunjin sobó su sien derecha mientras cerraba los ojos para dedicarse solo a pensar por unos segundos mientras Jeongin se mantenía con una cara de tristeza cual cachorro regañado, aunque a decir verdad no había habido ninguno.
— Deja ver si entendí —habló el mayor—, conociste a un chico que resultó ser un enviado de la ciudad para investigar los casos de desaparición, lo llevaste a la estación de policía en medio de una conversación íntima y finalmente te agradeció, ¿Cierto?
— ¿Estás molesto..?
— Para nada, ahora previo a que le comente a todo mundo quien es en realidad te tiene en mente como un chico amable, ¡Es perfecto! —aseguró con una sonrisa.
— ¿Es bueno que crea soy un chico amable?
— Claro, Jeongin, en la vida llegas lejos si le enseñas al mundo tu mejor máscara. Lo que me preocupa es que ahora tenemos a alguien más experimentado tras nuestro cuello, pero no hay de que preocuparse en realidad, no encontrará pistas porque todas y cada una de ellas pasan por tu garganta. O al menos la mayoría.
— Las cabezas no...
— Descuida, de eso me he encargado bien, no hay nada que nos culpe.
Más tranquilo de saber que su novio no estaba molesto con él, Jeongin se montó encima de Hyunjin para acostarse. Apenas llegó a casa le comentó lo que había pasado en su día, claro, omitiendo el fracaso acontecimiento de la iglesia pues era algo que no deseaba mencionar, decirle eso era una puerta abierta a que Hyunjin se ofreciera a enseñarle de su mundo religioso pero sería una pérdida de tiempo, su idea era alejar de eso a Hwang pues sabía solo lo estaba limitando.
— ¿No crees qué encuentre un patrón? —preguntó Jeongin apoyando su mentón en el pecho del mayor quien ahora se dedicaba a mirar sin atención al techo.
— ¿Por qué?
— Todas son mujeres, si alguna le llegó a comentar a otra persona que saldría contigo...
— ¿No crees qué lo sabríamos ya? Hubiesen venido a preguntarme. En ese sentido ha sido muy sencillo, basta con guiñar un ojo diciendo "no le comentes esto a nadie" y simplemente hacen caso.
En ese sentido al más joven no le preocupaba mucho. Hyunjin era guapo y él mismo lo sabía muy bien, solía aprovecharlo para esas situaciones. Pero había algo que aún lo inquietaba y no sabía exactamente qué. Se sentó en el regazo de Hwang mientras éste le miraba con una sonrisa, su Jeongin era precioso y se sentía enormemente agradecido de tenerlo para él, era suyo y no dejaría que nada ni nadie le impidiera darle el gusto.
— Rompamos el patrón.
— ¿De qué hablas?
— Matemos un chico y dejemos un rastro.
— Haz enloquecido, pequeño —murmuró Hyunjin mientras tomaba la delgada cintura del chico con sus manos bajo aquella camiseta holgada del pijama—, debemos ser menos rudos, creo que sacudirte tanto te ha revuelto el cerebro.
— Hablo en serio —se quejó el menor mientras se inclinaba otro poco hacia su novio sin dejar de mirarlo a los ojos—. ¿No quieres? Que la gente vea de lo que eres capaz, que todos teman de ti, saber que tienes el control de hacer que sus cuerpos se pongan tensos con tan solo recordar que en las noticias vieron lo que alguien en el pueblo hizo pero no saber quién.
Hyunjin sintió como si su respiración se hubiese vuelto irregular tan solo de pensarlo, ¿Poder? ¿Temor? Jeongin sonrió al ver como su novio se quedaba en silencio y con total consciencia de lo que provocaba en él, empezó a mover su cadera con suavidad de adelante hacia atrás rozando su trasero contra el miembro no erecto del chico, quien suspiró ante el estímulo.
— Piénsalo, ¿No crees qué sería interesante? Ya tienes el control de algo, ¿Por qué no ir por más? Dijiste que las personas deben buscar el progreso.
— No, Jeongin, es arriesg... Joder, no hagas eso.
Se quejó el chico al sentir como Jeongin había empezado a dar pequeños saltos, sentía como su miembro empezaba a endurecer bajo las prendas y aunque no le disgustaba, sabía que era un chantaje.
— ¿Hacer qué? Tú no me haces caso, ¿Por qué yo debería obedecerte?
— Jeongin, hablo en serio.
El menor ignoró por completo a su novio y continuó con sus pequeños saltos, echó su cabeza hacia atrás y empezó a gemir con suavidad en un intento de provocar al chico. Hyunjin no podía resistirse a su novio, aunque su erección empezaba a ser molesta no perdía detalle en las acciones de Jeongin, en como su trasero se levantaba un poco casi por instinto cada que volvía a bajar, en como sus entreabiertos labios dejaban salir gemidos que solo conseguían avivar el deseo en él.
— ¡Está bien! ¡Está bien! Mierda, lo haremos.
El menor detuvo sus acciones para mirar a Hyunjin con una sonrisa, amaba cuando su chico se ponía salvaje, su lado asesino porque ese era su verdadero ser, un chico que disfrutaba golpeando cuerpos con un bate y no el que cantaba en misa los domingos, odiaba la máscara de Hyunjin y juraba la quitaría por completo.
— Como mi novio me hace caso, yo lo haré. Aunque dudo que ahora quieras que pare, pero puedo hacer cosas mejores.
— Muéstrame.
Ahí estaba, la voz ronca por la excitación en Hyunjin, esa voz erótica que solo se conseguía de dos formas: con Jeongin y con sangre, pero no sangre a secas, sino esa que conseguía tras torturar emocionalmente a una persona con la idea de que pronto moriría, que en cualquier descuido su vida podría terminar con un golpe que no vería venir, con la misma que brotaba sin reparo cuando pasaba el cuchillo por la piel pálida de alguien que había dejado de respirar.
Jeongin se apartó, habían estado acostados en su cama pues esas pláticas no las tenían en otro sitio para seguridad de ellos, le dio la espalda a Hyunjin para poder quitarse el pantalón del pijama, lo botó en el suelo de la habitación y poco a poco se fue poniendo en cuatro hasta que su pecho tocó el colchón, una vez ahí en cuando empezó a escuchar nuevamente los suspiros irregulares de Hwang sonrió para si mismo pues eso significaba que el chico había empezado a masturbarse. El menor llevó sus manos hasta el resorte de su ropa interior y poco a poco fue bajándolo hasta que llegó a sus rodillas, regresó ese camino acariciando su piel con las yemas de sus dedos hasta tocar sus glúteos, los cuales tomó con más fuerza para masajearlos él mismo antes de separarlos un poco dejando su entrada a plena vista del mayor.
Hyunjin no lo resistió más, bajó por completo sus prendas inferiores y se puso de rodillas tras Jeongin, quitó las manos del chico y le propinó una nalgada en el glúteo derecho que hizo al menor jadear.
— No debes tocarte sin mi consentimiento.
Habló Hwang, el menor no dijo nada, solo se aferró a las cobijas arrugando la tela entre sus manos cuando sintió el dedo medio del chico rozar aquel orificio ya tan familiarizado con las manos de su novio. El dedo medio ingresó con una lentitud que consiguió ponerlo un poco impaciente pero sabía que siempre valdría la pena. Esta vez fue diferente. Hyunjin sacó su dedo de manera rápida y Jeongin sintió que la frustración en su cuerpo se elevaba cuando lo miró levantarse de la cama para dirigirse a la ventana, abriendo apenas un poco la cortina la cara de Hwang cambio.
— Mierda, mi padre está aquí. Llegó ant... ¿Quién rayos es él?
Jeongin, más de mala gana que feliz se levantó para poder pararse junto a Hyunjin a intentar mirar por el espacio que éste tenía abierto entre la cortina, sin embargo, su mal humor cambió rápidamente a una expresión de sorpresa con la que miró a su pareja.
— Ese es Felix.
❀・°・❀
Siento si tardo un poco en actualizaciones, trabajo y mis horas de escribir son normalmente en la noche, pero estoy mal últimamente y la medicación hace que me gane el sueño más temprano. ¡Gracias por su paciencia! La historia se viene ya más centrada a los asesinatos y eso, les reitero que si alguien tiene problemas con lo aquí mencionado (en cualquier punto) puede hablarlo conmigo con toda confianza, mi bandeja de mensajes está siempre disponible.
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ANIMAL¹ ❀ HyunIn [✓]
Fanfic❀ ┊#HYUNIN. [TERMINADA] ❝ ┊ En un pueblo alejado de todo donde tras una ola de crímenes la paz empieza a mantenerse estable entre los habitantes, todo da un giro retorcido cuando Hyunjin deja la puerta abierta de su casa. Jeongin tiene un gran ape...