Peter lleva un rato hablando con el señor Jencksen, no se de que hablan pero luce muy importante.
-Lo logramos-. Me dice Kara con una sonrisa. Yo la miro y hago lo mismo.
-¡Si!, Valió la pena-. Respondo.
Peter se acerca a nosotras cuando termina de hablar con su jefe, luce emocionado y muy sonriente.
-¿Que pasa?-. Le pregunto, e imagino que debe ser una buena noticia.
-Me han ascendido, estas viendo al nuevo coordinador del área de enseñanza de Lacrosse. Voy a supervisar tanto al equipo infantil, como al femenil y a los veteranos-. Explica muy orgulloso y erguido.
-¡Eso es excelente!-. Le digo y me abalanzo sobre sus brazos. Él me recibe con un abrazo y Kara también lo felicita.
-Y ¿sabes que quiere decir?-. Pregunta Peter de nuevo.
-¿Que te van a pagar más?-. Sugiero, el asiente y prosigue.
-En parte, si. La paga es muy buena; pero es algo aún mejor-. Yo me quedo esperando a que diga de que se trata, estoy tan emocionada por él que no soy capaz de imaginar otro beneficio.-¡Podré tomarme algunos sábados libres!-.
El corazón me da un vuelco y siento como la alegría se apodera de mí. Un entusiasmo inmenso me recorre de pies a cabeza y me hace brincar de alegría.
-¡Eso es grandioso!-. Grito, y Peter asiente también emocionado.
-Podre ir a visitarte de nuevo-. Me dice y yo asiento.
-Y yo podré venir a visitarte otras veces-. Le digo y asiente muy contento.
El evento termina cerca de las seis de la tarde, es a esa hora cuando la mayoría de los chicos se han marchado con sus padres. Ayudo a barrer una parte del salón, mientras los demás acomodan sillas y pliegan las mesas para llevarlas de vuelta a la bodega. El señor Jencksen ha insistido mucho en que dejemos las cosas como están, y que pronto vendrá un equipo a limpiarlo todo, sin embargo insisto y ayudo a recoger basura.
En cuanto terminamos, nos despedimos del señor Jencksen, me dirijo al auto de Kara, que ha insistido en que lo use para dar un pequeño paseo con Peter. Kitty se ha mostrado emocionada y la ha invitado a hacer una tarde-noche de chicas.
-¿A dónde me llevarás, Covey?-. Pregunta Peter en cuanto enciendo el auto.
-Ya lo verás-. Respondo, y con eso logro hacerlo callar. Es justo lo que quiero, porque si sigue preguntando arruinará la sorpresa.
-Te extrañé demasiado-. Me dice, y siento como las lágrimas comienzan a empañarme los ojos, pero no debo llorar... estoy conduciendo y puedo chocar por ir con la vista empañada.
-Yo también, Peter. Te extrañé como no tienes una idea-. Respondo con la voz ahogada por mi esfuerzo de contener el llanto.
-Hagamos una promesa-. Propone Peter.
-Te escucho-.
-Yo te prometo que voy a luchar por tí, por tu amor día con día-. Añade y yo sonrío. Finalmente llegamos a nuestro destino, que es un pequeño mirador.
-Yo también lo prometo-. Le digo mirándolo. Tiene los ojos llenos de lágrimas, incluso algunas le están escurriendo por las mejillas.-No llores-. Me digo y comienzo a llorar también.
-¿Porqué no?-. Pregunta limpiándose las mejillas.
-Porque estoy aquí, contigo-. Respondo. Él me mira directo a los ojos, esboza una sonrisa tierna y se quita el cinturón. Toma mi rostro entre sus manos y me besa, sus labios saben a sal y a él... ese sabor que tanto extrañaba, esa sensación de estar volando por los cielos, mi corazón desvocado y la mente en stop...
Su mano rodea mi cintura, me atrae hacia sí y me besa con más insistencia... extrañaba tener momentos así con Peter.
-Te amo-. Me dice al oido.
-Yo también te amo-. Respondo en un susurro. Me estremezco y cierro los ojos.
Dejo que el bosque sea testigo de este momento, y que la luna sea nuestra guía a la felicidad.
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Cuando ya no funcionemos. (Fanfic 2: "soy Lara Jean en casa").
FanfictionCONTINUACIÓN DE Soy Lara Jean en casa. ¿Qué pasaría si de pronto Peter no me quisiera? ¿Qué sucedería si de un momento a otro descubro que ya no lo amo tanto? ¿Realmente sería malo solo tener un novio en toda mi vida? ¿La pareja perfecta existe? S...