Cuando ya no funcionemos. (Fanfic 2: "soy Lara Jean en casa").

22 Lara Jean

Acompañamos a Kara a devolverle a su madre el auto, y luego la llevamos junto con nosotros hasta la UNC.

Al llegar al campus, Peter nos ayuda a cargar las mochilas pequeñas que llevamos a Virginia. Caminamos tomados de la mano hasta el edificio de habitaciones, luego le tiende a Kara su mochila para que se pueda marchar a su habitación.

-Te voy a extrañar mucho-. Me dice Peter, mientras me acompaña a mi cuarto. Llamo a la puerta y Lissa abre casi al instante:

-¡Lara Jean!-. Me sonríe y saluda entusiasmada. En cuanto repara en Peter, cambia de expresión y de postura.-Hola, Peter-.

-¿Qué tal, Lissa?-. Le dice Peter con amabilidad pero cierta indiferencia. Lissa parece notarlo, porque se hace a un lado y nos deja entrar a la habitación.

-Le di de comer a tu conejo como me pediste, Lara Jean-. Explica y un nudo se me deshace en el pecho... de tan solo imaginar que podría llegar y toparme con un cadaver me rompía el corazón...

-Muchas gracias-. Le digo y ella asiente. Me sonríe con complicidad, dándose cuenta de que todo con Kavinsky se ha resuelto de maravilla.

-Bien... los dejaré solos un rato-. Añade y yo asiento agradecida.

Peter y yo tomamos asiento en mi cama, me rodea con el brazo por encima de los hombros y me atrae hacia sí en un abrazo.

-Te amo-.

-Y yo a tí-. Respondo, y nos besamos. Nos recostamos mirando al techo durante un rato, hasta que dice lo qur tanto me temía y que poco me agradó:

-Ya debo irme-.

-Lo sé-. Respondo con un nudo en la garganta.

-Pero descuida, nos veremos la próxima semana-. Explica mientras se pone en pie. Lo acompaño hasta la salida del campus y, antes de que suba a su auto, dice:

-Tengo algo importante que preguntarte-.

-¿Qué?-. Le pregunto mientras tomo su mano.

-Aún no es momento para que lo sepas; pero pronto será-.

-Esta bien-. Concedo y suelto su mano.

-Te veo pronto, Lara Jean-.

-Te veo pronto, Peter Kavinsky-.

Lo despido con la mano mientras miro su auto alejarse, esta vez me siento más tranquila, porque sé que nos volveremos a ver pronto.

Al volver al interior, paso a la cafeteria por un batido de yogurth y me encamino de vuelta a mi habitación.

-Lara Jean, ¿Tienes un segundo?-. Escucho que alguien me pregunta... reconozco la voz y me giro algo preocupada.

-¿Qué pasó, Eliot?-. Pregunto.

-Lo del otro día... no debí... la verdad...-. Intenta decir, y yo solo me quedo en mi sitio entornando los ojos a la espera de que diga algo claro.- Lo siento, no debí aprovechar que estabas herida-.

-Descuida-. Respondo, y me hace sentir mas tranquila, incluso puedo sonreirle.

-Gracias-. Dice asintiendo avergonzado.-Eres la mejor-.

-Lo sé-. Añado y ambos reímos.

-Vale, entonces...-. Se despide y se da la vuelta con un gesto con la mano, como señalando que debe volver a otro sitio.

Me quedo de pie un instante. Le doy un sorbo a mi batido y vuelvo a la habitación. Cuando llego, Lissa y Kara ya se encuentran ahí, ambas cuchicheando algunas cosas y, en cuanto cruzo la puerta, ambas se quedan en silencio.

-Creo que tienen demasiado que contarme-. Dice Lissa y yo suelto una carcajada, Kara se une a mi y, finalmente, Lissa también.

Le contamos todo lo que pasó, incluso les cuento mi encuentro con Eliot. Pero me guardo para mí eso ultimo que Peter me dijo... sea lo que sea, es algo mío y de él... algo de nosotros.

-Ustedes si que estan locas-. Escupe Lissa y de nuevo reimos. Todo va de maravilla, y siento que va a seguir así por mucho tiempo.