12 Lara Jean

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Han dado las diez y no ha pasado un solo maldito carro en la carretera. Nos quedamos varadas aquí, Kara optó por hacer sus necesidades en uno de los matorrales y no está nada contenta por eso.

-Todo esto es culpa tuya-. Me dice por vigésima vez en lo que va del tiempo que estamos aquí atoradas sin combustible. 

Me quedo mirándola con expresión de pocos amigos, cansada y desesperada... No podré llegar a casa... no podré ver a Peter... todo se volverá de nuevo un caos. A eso sumándole que Kara no podrá devolverle bien el auto a su mamá. 

-Esto es una mierda-. Suelto mientras me desinflo por completo.

-Ya sé, ya lo habías dicho-. 

-Porque lo es... esto esta horrible, Kara-. 

-Y que lo digas, y pensar que todo esto es por tu culpa...-.

-¡No es mi culpa!-. Respondo.

-Claro que lo es, para empezar ¿Quién en su sano juicio decide ir a ver a su novio deprimido a tres horas y media de distancia, atravesando medio país en auto y de noche?-. 

-Yo lo hago, y tu parecías muy entusiasmada con la idea-. Le espero a Kara, que se me queda mirando furiosa y llena de odio. Sé que no estaría tan enojada, de no ser porque tuvo que orinar entre las hierbas en mitad de la nada.

Un pequeño auto pasa finalmente en la carretera, y por más que gritamos para que aminore la marcha y nos ayude, se adelanta como si no existieramos.

-¡CARAJO!-. Grita Kara dando un manotazo en el cofre del auto. 

Pero un susurro en lejano me hace prestar atención y no enojarme. Kara sigue maldiciendo y diciendo majaderías, pero la hago callar.

-¡No me calles, Lara Jean!-. Me suelta.

-Shhhh, algo se acerca-. Le explico y se queda quieta, incluso parece congelarse. Agudizo el oído y distingo que es el ruido de unas ruedas y un motor potente... 

Entonces una silueta algo lejana que se mueve con rapidez, se aproxima en nuestra dirección. Tiene las luces encendidas, así que cada vez es mas visible, aunque menos dificil distinguir de que tipo de vehículo se trata.

Kara comienza a agitar un pañuelo blanco, y ambas gritamos como locas esperando que el vehículo se detenga y nos ayude.

-¡Es una grua!-. Grito y Kara se regodea.

La grua comienza aminoarar la marcha y se aparca justo delante del auto de la madre de Kara.

-Al fin-. Chillo y salgo corriendo hasta llegar a la grua.

-Disculpe, ¿podría ayudarnos a llegar a la gasolinera más cercana, por favor?-. Le pido al anciano que abre la ventanilla y me mira.

-Claro que si, linda-. Dice y continua.- parece que llevan mucho tiempo aquí-.

-Solo unos minutos-. Dice Kara, que me mira de reojo. No debemos lucir desesperadas en caso de que este hombre no tenga buenas intenciones.

-Les ayudaré a enganchar su auto, y luego podemos partir. Si quieren pueden ir en los asientos de adelante-. Me ofrece el anciano señalando un par de acientos libres en la cabina justo detrás del suyo.

-Muchas gracias-. Le digo y él sonríe. Entonces baja de la grua y engancha el auto, acciona el mecanismo que lo levanta por completo del suelo y lo coloca sobre la plataforma.

-Suban, chicas-. Dice el anciano después de darle un golpe a la plataforma.-Hay una gasolinera a un par de kilómetros de aquí-.

-Estupendo-. Dice Kara, y ambas subimos y tomamos asiento.

-Por cierto, ¿cual es su nombre, señor?-.

-Mis amigos me dicen el viejo Joe-. Responde mientras pone el auto en marcha. Enciende su estereo y comienza a sonar música contry... que curioso, es el tipo estereotipo de anciano americano del oeste...

Miro a Kara, que trata de encender su celular. Entonces me mira y dice:

-Se agotó la batería-. Yo tuerzo los ojos... ¿algo más podría salir mal?...

Seguimos avanzando y después de lo que parece una eternidad salimos a la derecha para llegar a la gasolinera. El viejo Joe aparca el auto y Kara y yo bajamos lo más rápido posible.

Desengancha el auto y tanto Joe como alguno que otro adulto que andaba por ahí nos ayudan a empujar el auto hasta la máquina de gasolina.

-Gracias, Joe-. Le digo y él asiente.

-Vayan con cuidado, chicas-. Nos dice y se marcha en su grua por la carretera.

Conecto la toma de gasolina en el auto y marco la cantidad que necesitamos para llegar a Virginia sin incidentes, y un poco más por si las dudas.

Son las 10:40 y estamos a una hora y media de camino. Kara fue a la tienda de 24 horas a un costado de la gasolinera y ha comprado algunos dulces y un cargador de celular de esos que se conectan en el auto.

-Larguémonos de aquí-. Dice Kara caminando rapido hacia mi. Desconecto el auto de la maquina y la dejo en su lugar.-Ya quiero dormir-.

-Relájate, Kara-. Le digo mas tensa de l















Cuando ya no funcionemos. (Fanfic 2: "soy Lara Jean en casa").Donde viven las historias. Descúbrelo ahora