Cuando ya no funcionemos. (Fanfic 2: "soy Lara Jean en casa").

16 Lara Jean

Detengo el auto frente al pequeño campo de Lacrosse, lo aparco y salgo rapidamente seguida por Kara. Entramos al edificio y hay una recepcionista que nos saluda con una sonrisa.

-Buenos días, ¿Viene a clase?-.

-No, estoy buscando a Jencksen Mayers-. Le digo, recordando el nombre del jefe de Peter.

-¿Tiene alguna cita? Está empezando la clase de hoy, el maestro canceló de último momento y no clnseguimos un suplente-. Explica aún sonriendo. Asiento y añado:

-Justo es sobre ese entrenador que quiero hablarle-.

-Ah, ¿Está todo bien con él?-. Inquiere algo preocupada.

-Si, pero necesito enserio hablar con Jencksen-.

-Lo siento, pero si no tiene una cita, no puedo dejarla pasar con él. Pronto comenzará la clase y no recibe a nadie cuando eso pasa-.

-Es algo muy importante, necesito entrar a hablar con él ahora-. Digo mientras comienzo a perder la paciencia... no he venido hasta aquí para recibir un no como respuesta.

-Disculpe, señorita-. Añade haciendo una pausa, se quita los lentes y me mira al rostro.- Por el momento eso no es posible-.

-Vengo desde Carolina del Norte, no me diga que és y que no es posible, carajo-. Suelto y la recepcionista deja de mirarme.

-Pues regrese en otro momento-.

-Si no nos deja pasar, le juro que...-. Comienza amenazarle Kara, pero alguien irrumpe en la estancia y se dirije a la recepcionista.

-Señora Williams, ¿puede por favor darme un formato de inscripción?-. Comenta el hombre y mira a Kara sorprendido.- ¿Hay algún problema aquí?-.

-Ninguno-. Dice Kara, pero la señora Williams la interrumpe y dice:

-Estas chicas lo están buscando, señor. Pero ya les dije claramente que no atiende a otras personas cuando está en clase-.

-Muchas gracias-. Le dice Jencksen a la recepcionista, y se gira hacia nosotras.

-¿Qué necesitan?-. Nos pregunta, aunque se le ve un poco apurado, así que me apresuro a hablar.

-¿Usted es Jencksen Mayers?-. Le pregunto al hombre.

-El mismo-. Asiente y me tiende una mano. La estrecho y, continúo.

-He venido a pedirle un inmenso favor-. Le digo.

-Te escucho-. Responde indicándome que pase y lo siga. Kara y yo le seguimos por el pasillo y llegamos al campo de Lacrosse infantil.

Mientras tanto, le explico mi idea para sorprender a Peter y añado.

-Se que solo tiene un par de semanas trabajando aquí, pero sería increible-.

-Dejame ver si entendí...-. Comienza el señor Jencksen y prosigue.- Quieres que lleve al equipo a ver y animar a Peter en su partido hoy a las doce...-.

-Así es...-. Asiento y lo veo duvitativo.

-Vaya... primero debo hablar con los padres de los chicos, y con los chicos-.

-Claro, por mi no hay ningún problema. Si gusta lo espero aquí-.

El hombre asiente y se pone en pie, se dirige hacia donde estan los padres y los chicos. Los llama a todos y comienza a explicarles la idea, todos los chicos se entusiasman y comienzan a dar brincos y gritos de emoción... parece que si irán a ver a Peter.

Kara y yo aguardamos, siento como me sudan las manos, pero permanezco optimista; se que accederán e ira el equipo completo a animarle.

-Si se hará-. Nos dice Jencksen, que sonríe bastante. Parece que se ha contagiado del entusiasmo de los chicos.

Todos nos marchamos a los autos y avanzamos unos tras otros por la calle camino a la Universidad de Virginia. Son pasadas las 10, así que aún tenemos tiempo de llegar y conseguir buenos asientos.

-Estas loca, Lara Jean-. Me dice Kara mientras conducimos.

-Lo sé-. Respondo y se que es cierto.