Capitulo 43

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Grace miro su propio reflejo en el espejo del cuarto de baño y no se logró reconocer a si misma, tenía el rostro pálido por falta de sol y ojeras que reflejaban lo poco o casi nada que había logrado dormir aquella semana, como si fuera un método de tortura que ella misma se había impuesto.

Harry se había marchado al día siguiente después de llegar al rancho y aunque había pasado una semana completa aún sentía sus manos recorrer su cuerpo cuando le hacía el amor aquella noche y si se quedaba en completo silencio aún lo hoy susurrarle palabras de amor, pero estaba conciente de que eran solo espejismos de lo mucho que lo necesitaba en aquel momento.

Las marcas de sus besos sobre su piel se habían comenzado a desaparecer y con ello temía que el espejismo también lo hiciera, aún necesitaba incluso la ilusión para sobrevivir o para afrontar los meses sin él que le esperaban.

Camino hasta la habitación y se sentó en el borde de la cama mirando sus pies descalzos ¿Cuando había sido la última vez que se había puesto zapatos? No lo sabía, estaban fríos debido a la pronta llegada del invierno, y temblorosa con el cabello goteando por su espalda se quedó pensativa en aquel lugar. Tenía que salir adelante, pero no sabía cómo hacerlo.

No podía tirar todo lo que Harry había construido por la borda, tenía que hacerlo sentir orgulloso y demostrarle cuando volviera que ya no era una niña que se lanzaba a la cama haciendo berrinches pensando que el mundo se le caía encima cuando afrontaba cualquier problema, tenía que ser digna de él, luchar con uñas y dientes.

- Vamos a ver.- Se dió dos pequeños golpecitos en las mejillas para despabilar y se abrazo a si misma poniéndose de pie, tenía que comenzar por algo y la mejor opción era poniendose ropa y dejando a un lado los pijamas que solo hacían que tuviera ganas de meterse a la cama y llorar.

Camino hasta el armario y cogió un conjunto de ropa interior más unos pantalones gruesos que estaban al fondo del ropero, se los había dado el ranchero con la esperanza de que está cubriera sus piernas cuando saliera a la vista de todos sus hombres, se había negado por lo feos que eran y lo gruesos para la temporada.

- La primera vez que me pongo pantalones y no estás para verlo.- Río melancólica, recordando todas las veces que el ranchero le había sugerido usar vaqueros.

Era demasiado chic para usarlos, pero ahora realmente le parecían prácticos aunque eran horribles, tomo una botas y comenzó a vestirse en silencio cogiendo tambien uno de los abrigos de Harry.

Le iba gigante pero olía a él, se le sería más fácil afrontar el día si al menos lo sentía cerca de alguna manera.

Se cogió el cabello en una coleta alta saliendo de la habitación.

El nuevo capataz le había ido dejando una serie de papeleos sobre la mesada todos los días en los que ni siquiera había sido capaz de salir de la habitación, tenía que firmarlos y autorizar los pagos mensual de los trabajadores, tenía que tener conciencia, si no los firmaba estos no iban a poder recibir su salario correspondiente y no podía afectar a las familias solo porque estaba cayendo en picada en un sin fin de emociones negativas.

No iba a poder lidiar con todo pero al menos quería ayudar con lo que fuera más importante, solo hubiera deseado saber que cosa lo era en ese preciso momento.

Le dió una mirada a los papeles y suspiró, no entendía absolutamente nada, solo eran letras y número que a su vista no tenían sentidos si los juntaba.

Los tomo y se sentó en el sofá comenzando a darles una mirada más a fondo pensando que quizás eso ayudaria, pero por más que los leyera no lograba comprender nada, era como si sus ojos y su cerebro no estuvieran conectados.

Love in Texas  [H.S. Mature]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora