Love in Texas [H.S. Mature]

DOCE

Al día siguiente Grace despertó temprano, el sol ni siquiera comenzaba a salir y estaba sentada sobre su cama tallando los ojos, estaba tan aburrida en el lugar que dormía temprano y se despertaba aún más, se puso de pie para ver por la ventana viendo que la actividad en el rancho ya había comenzado.

Miro la hora en el reloj que descansaba en la mesita de noche y suspiro, apenas eran las seis am, tenía todo el día por delante.

A lo lejos podía ver los hombres trabajar junto con los animales o algunos simplemente fumando, algo que ya no le llamaba la atención, pero algo despertó su curiosidad cuando una camioneta roja llegó estacionando frente al pórtico pero aún más llamó su atención cuando una mujer bajo de ahí.

¿Habían más mujeres en el rancho aparte de Anabelle y ella? Mordió su labio decidiendo bajar y alimentar la curiosidad que sentía.

Bajo las escaleras sin importar que aún vestía el delgado camisón de seda rosa pálido que usaba como pijama y unas zapatillas de descanso del mismo color, bajo sigilosamente hasta el ante penúltimo escalón en donde no lograba ver nada pero si lograba oír un poco como hablaba Anabelle con ella.

La mujer estaba dentro de la casa y esperaba por Harry.

Bajo el último escalón y asomo la mitad del rostro para lograr verla más de cerca y sacar algunas conclusiones. Era linda, quizás de la edad del ranchero y tenía su cabello sujeto en un cola de caballo negro además vestía un vestido mucho más abajo de la rodilla y unos zapatos cerrados.

Seguramente era alguna mujer del pueblo.

Necesitaba preguntar quién era, mordió su dedo pulgar sintiendo que no podía más con la duda, era una persona muy curiosa y nunca cuidaba sus palabras por la misma razón.

Entro a la sala haciendo sonar sus pies al caminar y chasqueando la lengua llamó la atención de la mujer que volteo a verla.

-¿Tu quien eres? - Ambas preguntaron al mismo tiempo.

- Soy Grace, vivo aquí.- Respondió primero.- ¿Quien eres tú?

- Sadie, soy la contadora.- Respondió la otra mujer con una sonrisa sincera.- ¿Eres la primita de Harry?

- No, soy la novia.- Se encogió de hombros sin preocuparse de los problemas que la mentira que había usado lo como respuesta le iba a causar con el ranchero, solo quería marcar el territorio en ese momento.

- Ooh.- La mujer abrió los ojos al parecer sorprendida por lo que acababa de decir la rubia y sonrió nuevamente.- ¿Cuántos años tienes, cariño?

- Dieciocho ¿Y tú?

- Veintinueve.- Sadie respondió si tapujos.- Eres muy bonita.

- Lo se.- Respondió Grace sin necesidad de devolver el alago que recién había recibido bajando la mirada a las manos de la otra mujer en la habitación.- ¿Eres casada?

- No, me divorcie hace unos meses.- Levantó la mano en donde tenía anteriormente puesta la argolla matrimonial enseñándole la marca que demostraba que en ese lugar había en tiempo pasado una alianza.- Sies años de un relativo feliz matrimonio, pero de igual manera no funcionó.

- ¿Y eso te pone triste?

- No, no me pone triste, nos dejamos de amar mucho antes del divorcio, hicimos lo que es más sano para ambos.

- ¿Quién era tu esposo?

- Bueno, no sé si lo conoces...- Sadie estaba apunto de hablar pero se interrumpió a si misma cuando vio al ranchero entrar.- Hola, Harry.