Capítulo XVII ed

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Abriendo los ojos, para caer...

   Layla pasó su semana libre con sus dos
hijos, alentando la creatividad y la inde-
pendencia de Mi-Yon. Esta pequeña niña
había crecido retraída, siendo extremada-
mente dependiente de su madre, quien a
pesar de su estres post-parto, sus cambios
de humor, sus altercados verbales, aún le
demostrada un poco de afecto materno, a
diferencia de su padre. Pero desde que e-
lla llego a su vida, su pequeña personali-
dad logró crecer, madurar, y dejar de de-
pender del estado de ánimo de otros.
  
   

La Emperatriz Del CINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora