ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 10: 𝙻𝚊 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊𝚗𝚣𝚊 𝚖𝚞𝚎𝚛𝚎 𝚊𝚕 𝚞́𝚕𝚝𝚒𝚖𝚘

553 66 9
                                    


Siempre creí que no era una cobarde, pero ahora me debatía el bajarme del auto.

Temía encontrarme con Min Jae sunbae-nim. Recordar que lo dejé solo en el centro de la pista y salí despavorida de ahí, me causaba mucha vergüenza.

Peor aún, pensar en su confesión, eso no me dejó dormir casi toda la noche.

—Jeongyeon baja de una vez del auto o me veré en la penosa necesidad de bajarte yo misma —con palabras amenazantes mi manager hacía todo lo posible por convencerme—. Recuerda que le prometiste a Jin Young que no harías más berrinches.

¡Rayos, dio justo en el clavo!

—¡Está bien, tu ganas! —dije con voz derrotada.

Mis pasos eran sigilosos, iba detrás de mi manager, intenté utilizarla como escudo para no ser vista por Min Jae sunbae-nim.

Adivinen cuál fue mi gran sorpresa.

—Si estabas escondiéndote de mi, no lo lograste.

¡Oh por deos!

Realmente soy mala en esconderme, y lo último que quería es encontrarme con él.

—¡No, no es a... —no terminé de decir la palabra, cuando giré para ver cara a cara supuestamente a Min Jae, mi sorpresa fue toparme con Jimin—. Juro que me cobraré esto, Park Jimin.

Murmuré molesta, y aliviada a la vez.

Molesta por su broma de mal gusto, y alivio al ver que no era Min Jae.

—¡Disculpa! Pero es inevitable no reírse al ver tu cara de espanto.

—Ajá.

—¡Tranquila! Espantarte es lo último que quería hacerte —confesó apenado, revolviendo su cabello con la mano derecha-. Solo tengo una duda, ¿Por qué te escondes detrás de tu manager?

—Fue lo primero que hiciste, además no vengo escondiéndome de nadie.

Mentí.

—Las chicas que mienten no van al cielo —bromeó.

—¿Quién dijo que a mi me gustaría ir allí? —Ok, creo que exageré con mi respuesta, su sonrisa nerviosa lo decía todo—. Es broma, relájate.

—Juro que te creí por un momento, pero recordé que no eres capaz de hacer algo malo.

La convicción en sus palabras me desequilibraron, su confianza en mi me descoloca, no estaba acostumbrada a eso.

—Sin embargo tampoco soy una blanca paloma, he cometido errores.

—¡Oh, vamos no eres la única! Todos lo hemos hecho y hemos aprendido de ellos.

—En efecto —asentí, mirándolo directo a los ojos, intenté leer su mirada, solo percibí un poco de miedo combinada con alegría-. Deberíamos ir donde están todos.

Sugerí, acabando con el silencio que se originó.

—Hubieran visto la cara de Min Jae al ser abandonado en medio de la pista —murmuró Ha Na, estábamos en unos minutos de descanso, nos reunimos bajo una carpa y la mayoría me hacía recordar el vergonzoso momento de anoche—. Jeongyeoni, que tierna eres.

¿Tierna yo?

Bueno, de vez en cuando, sin embargo fue más miedo y desconfianza que ternura.

—Ya, mejor cambiemos de tema —recomendó Jimin, exasperado por el bochornoso momento que yo vivía, le agradecí con una sonrisa—. No me gusta que se rían a costa de los sentimientos de otra persona.

Aᴍᴏʀ Eɴᴛʀᴇ Lɪɴᴇᴀs [Ⓙ︎Ⓔ︎Ⓞ︎Ⓝ︎Ⓖ︎Ⓜ︎Ⓘ︎Ⓝ︎] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora