-¿Ya? -Yugyeom notó que Jinyoung detenía su mano, solo mirando hacia la hoja con expresión preocupada. El mayor no le respondió, por lo que el alto chico se levantó y se acercó a él, mirando por encima de su hombro-. ¡Wow! -Le quitó el block, mirando más de cerca, acercándose a la luz-. Es increíble… ¿Así luzco? -Tocó una de sus mejillas, incapaz de creer que ese dibujo estilizado, hermoso y armónico fuera una representación suya-. Tiene algunos retoques ¿cierto?
-Dame acá, anda… -Jinyoung tomó el bosquejo de vuelta, mirándolo de nuevo. Aun no estaba del todo seguro de haberlo terminado. Llevaban varias horas allí, más de las que solía tomarle hacer un simple dibujo a lápiz, pero el resultado era sin dudas mejor de lo que podía haber esperado. Podía sentir su estilo en aquel dibujo. El mismo que sentía en sus pinturas anteriores, cuando la inspiración fluía y todo era perfecto. Una vez más había sucedido eso, y Jinyoung simplemente no sabía cómo alegrarse por eso.
-Lo digo en serio… es un dibujo muy bonito. Hyung es un pintor excelente. Esta galería debería ser más famosa. -comentó Yugyeom, aun admirado.
-¿Para qué así tuvieras más efectivo que robar?
Yugyeom estuvo a punto de bufar una vez más. Aún no se acostumbraba a ser tratado como un criminal, nunca lo haría. Sin embargo, esta vez Jinyoung no parecía recriminarle, en su rostro había una sonrisa muy leve, casi juguetona, sus ojos llenos con un brillo alegre, aun sosteniendo el bosquejo entre sus manos. Como si fuera valioso.
-¿A ti te gusta como quedó… hyung? -preguntó, en cambio.
-Yo… -Jinyoung miró el dibujo y después miró a Yugyeom-. Podría ser mejor… pero definitivamente es hermoso… muy hermoso.
Yugyeom sintió un leve calor subir desde la base de su cuello. Jinyoung había dicho eso mirándolo fijamente, como si por un momento, no estuviera hablando del dibujo sino de algo más, provocando timidez en él.
-Entonces… ¿Ya estamos a mano? -Desvió el tema y la mirada, notando de repente que ya los primeros rayos de sol asomaban por detrás de los edificios.
Jinyoung ladeó su rostro, sin entender.
-¿A mano?
-Yo modelé, tú no llamaste a la policía. Eso significa que ya puedo salir por esa puerta y no tener nada que ver contigo nunca más. -Yugyeom se acercó a la ventana, tratando de disimular esa repentina incomodidad. Miró hacia afuera. El paisaje que se podía ver desde el ático donde Jinyoung tenía su estudio era la usual imagen urbana de una ciudad al amanecer. Tal vez los edificios algo viejos le dieran un aire más nostálgico, como todo en aquel sitio, pero a Yugyeom seguía pareciéndole más interesante lo que había dentro de esa ventana que lo que podía verse a través de ella.
Aun así siguió mirando hacia afuera, o más bien, hacia abajo. Una idea algo descabellada formándose en su mente.
-Tienes razón. -contestó Jinyoung a sus espaldas a la vez que el sonido de una hoja siendo rasgada lo hizo darse la vuelta-. Toma. -Le dijo, extendiéndole el papel recién arrancado.
-Pero… -Yugyeom se acercó para tomar el dibujo-. ¿Por qué me lo das? ¿No quieres quedarte con él?
-Dijiste que nunca te habían hecho un retrato… puedes tener ese.
Yugyeom acarició el papel con las yemas de sus dedos. Realmente le gustaría quedarse con ese dibujo.
-Grac…
-Con una condición.
-¿Qué condición? -La expresión entrañable del menor dio paso a una mueca.
-Vuelve. Déjame pintarte una vez más. En serio… no un simple dibujo a lápiz. Déjame hacer una pintura.
Yugyeom frunció el ceño, dudoso.
-No tengo por qué hacerlo.
-No. No tienes por qué.
-Aun si me das el dibujo. No sabes nada sobre mí, no tienes cómo obligarme. Si me voy ahora, estaré fuera de tu vida para siempre.
-Lo sé. -Jinyoung dio unos pasos hasta el librero, donde volvió a colocar el lápiz y el block de hojas-. Pero algo me dice que si me das tu palabra, la vas a mantener.
-Soy un ladrón. No creo que mi palabra importe en lo más mínimo.
Jinyoung se giró a verlo. Acercándose de nuevo a él, mucho, demasiado, a solo centímetros. Llevó una de sus manos a la mejilla del rubio, acariciando la piel con sus yemas. Yugyeom no se apartó, solo se quedó inmóvil, sin siquiera respirar.
-Entonces te lo suplico. Vuelve… -susurró-. Realmente te necesito para pintar.
Yugyeom nunca pensó que alguien como Jinyoung pudiera suplicar por algo. Lo conocía solo por unas horas, pero había notado su orgullo. A pesar de su apariencia triste y aburrida, a pesar de la frialdad y el aparente desinterés, Jinyoung desbordaba orgullo. Sin embargo, allí estaba, acariciándolo como si fuera precioso, suplicándole que volviera, como si realmente lo necesitara, como si rebajarse al punto de pedirle algo a él fuera un precio bajo a pagar a cambio de tenerlo de vuelta.
¿Realmente lo necesitaba tanto?
¿Estaría bien ser necesitado así?
-Lo siento. -dijo, agachando la mirada a la vez que apoyaba el dibujo cuidadosamente sobre el pecho de Jinyoung-. Pero no voy a volver.
-Entiendo. -Jinyoung sujetó la hoja, doblándola-. Entonces llévate esto. -Se la entregó de nuevo-. No la necesito si no vas a volver.
Yugyeom quiso preguntar por qué, quiso saber la razón detrás de esa petición, detrás de esa necesidad. Pero prefirió no hacerlo. Eso equivaldría a involucrarse, y no necesitaba algo así en estos momentos.
-De acuerdo. -Guardó el papel doblado en el bolsillo de su pantalón-. Entonces… adiós. -Se despidió con una reverencia incomoda, dirigiéndose a la salida.
-Adios… Kim Yugyeom. -murmuró Jinyoung.
-Cierto. -El menor se detuvo-. Antes de irme… ¿Podrías decirme tu nombre?
-Si nunca vas a volver… -Jinyoung negó suavemente-, no necesitas saberlo.
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❝Canvαs❞ 〈JinGyeom〉✓
FanfictionYugyeom necesita dinero. Tal vez esté tomando malas decisiones, pero ya no le importa lo que tenga que hacer para conseguirlo. Jinyoung necesita pintar. Ya olvidó como se sentía desear plasmar algo en colores, ahora solo siente el amargo sabor de la...