El característico sonido de una bolsa de plástico removiéndose sacó a Jinyoung de su ensimismamiento. Su vista se apartó de la ventana abierta y del paisaje nocturno de la ciudad para enfocarse en el origen de aquel sonido, aun si sabía perfectamente cuál era.
Jaebum dejó la bolsa sobre la mesa del estudio, abriéndose paso en el desordenado sitio, su mirada, la cual había ido aumentando en descontento con los días, hoy lucía especialmente inconforme, aun si Jinyoung podía notar el peso de la preocupación apoyándose en sus anchos hombros.
-Debes comer algo -su voz atravesó la penumbra, pero Jinyoung lo ignoró una vez más, al igual que las demás noches, devolviendo su vista a la ventana-, no puedes seguir así.
-Estoy bien. -fue la escueta respuesta del pintor. Jinyoung no mentía. Realmente estaba bien. Al menos no estaba tan mal como Jaebum pensaba que estaba. Es cierto que apenas se alimentaba, que las bolsas con comida y bebidas se acumulaban, casi intactas, sobre su mesa. Sin embargo, eso no era nada de qué preocuparse. Aun si Jaebum insistía en lo contrario.
-Ese chico no va a volver, Jinyoung. Solo acéptalo. Ya han pasado días. Podría incluso estar muerto en una zanja y no tendrías cómo saberlo, es inútil que pases todo el día pensando en él.
Jinyoung dejó caer sus párpados, respirando profundo para no dejar que las palabras de Jaebum influyeran en él de forma irracional.
-¿Por qué sigues insistiendo con que lo olvide? No creo que te moleste. Estoy pintando después de todo... -señaló con un movimiento de su cabeza hacia el caballete detrás de él. El lienzo húmedo, aun a medio hacer, permanecía de pie en medio de la habitación como un mudo testigo, el único testigo de lo que realmente Jinyoung hacía o pensaba.
Jaebum siguió su movimiento con la mirada. Aun si le pesaba, tenía que admitir que era cierto, Jinyoung no salía de su estudio. Aquellos bosquejos a lápiz que le había mostrado la primera vez que lo descubrió con aquel chico, estaban ahora pegados en una de las paredes y no en pocas veces había descubierto a Jinyoung de pie allí, mirándolos, como si tratara de evocar cada detalle, moviendo sus manos como si la textura de la piel de aquel chico aun corriera por sus yemas. No, definitivamente no le gustaba admitirlo, pero los cuadros que Jinyoung estaba haciendo ahora, eran diferentes, únicos, aun si el modelo para cada uno era el mismo chico de cabellos claros. Había incluso cambiado un poco su estilo, era difícil saber si por expresividad o por necesidad, pero ahora el realismo extremo se combinaba con colores y líneas llenas de ensoñación. Podía sentir sus emociones al ver esos cuadros, y era como si Jinyoung llamara al chico en cada pincelada, como si gritara su nombre. Sin embargo, esos cuadros estaba encerrados allí, en una galería sin clientes, en un ático sucio y desordenado. Yugyeom no oiría esas pinceladas y ya Jinyoung estaba francamente perdiendo su tiempo.
Sin embargo, Jaebum no llegaba a admitir algo más, y era lo amarga que se tornaba su saliva al ver esos cuadros. ¿Cómo podía Jinyoung crear algo tan hermoso a partir de una persona como esa? ¿Por qué era tan difícil hacer que se desarraigara de su recuerdo? Seguía sin entender como contadas horas junto a él habían removido a su mejor amigo de esa manera. Se sentía... incomodo.
Pesar de eso y aun si después de todo, él había tenido razón al decir que el chico lo dejaría, no se atrevía a cumplir su promesa de abandonar a Jinyoung a su suerte. No encontraba la fuerza para dejar de llevarle comida, dejar de verlo, especialmente con ese frágil equilibrio que había alcanzado el menor. Porque Jinyoung lucía al borde del derrumbe, sin embargo, aún se asía a algo. Se asía a esas noches de mirar por la ventana, a esos bocetos y a sus yemas una contra otra, tratando de evocar. Y ese frágil sostén era el que movía su pincel. Solo gracias a eso, podía pintar.
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❝Canvαs❞ 〈JinGyeom〉✓
FanficYugyeom necesita dinero. Tal vez esté tomando malas decisiones, pero ya no le importa lo que tenga que hacer para conseguirlo. Jinyoung necesita pintar. Ya olvidó como se sentía desear plasmar algo en colores, ahora solo siente el amargo sabor de la...