~Felicidad absoluta~ (Eddsworld)

Capítulo 5

El de rojo dio un golpe a la mesa enfadado sin apartar la vista del chico que seguía lamiendo su paleta con toda la indiferencia del mundo, le recordaba a Tom y aquello le enfadaba; había intentado sacarle respuestas sin embargo no lo había hecho y había estado todo el rato mirándole con aquella ridícula mirada. Notó como Edd le colocaba una mano en su hombro para calmarlo.

-Tord, creo que deberíamos dejarlo, es un niño... -Habló con tranquilidad.

-Ese niño ha estado más cerca de Tom que otra cosa -siseó dejando que sus hombros caigan pero sin quitar su mal humor de encima-, y más encima nadie le entiende salvo Tom así que... Tú me dirás si quieres dejarlo...

-Creo que estás exhausto -dijo Edd tras un breve silencio-, debes descansar, ahora ya no es por el niño... Dime, ¿cuándo has descansado desde que empezó lo de Tom?

El noruego se quedó callado ante aquello y se recompuso, dio un suspiro mientras se acariciaba las sienes para calmar su alterada mente.

-No lo he hecho desde que comenzó... -Volvió su vista hacia Edd quien frunció el ceño y le cogió por los hombros con un brazo.

Fue arrastrado hacia la salida de aquella habitación dejando en paz al niño que seguía allí siendo visto por sus dos soldados que los miraron curiosos.

-¿Se acabó el interrogatorio, señor? -Preguntó Paul.

-No, vosotros seguid interrogando al niño. -Tord era arrastrado por su amigo que lo llevaba hacia la salida.

Pasaron por los numerosos pasillos hasta que llegaron a su oficina donde Edd entró para luego dejar de mover al noruego que había estado de brazos cruzados durante todo ese tiempo, se volteó a mirar a su mejor amigo.

-¿Mi oficina ahora es un lugar de descanso? -Miró al de verde que se encogió de hombros.

-No quiero tener que arrastrarte de vuelta a casa, el camino es largo. -Se quejó con cierta simpleza haciendo que el líder diera una pequeña risa.

-No si subes en un vehículo, Edd. -Se burló con suavidad y se acomodó la chaqueta azul que llevaba encima de su sudadera roja.

-Quitate esa cosa, voy a llevarte a un sitio tranquilo. -Edd hizo un ademán con la mano.

El de rojo negó con suavidad la cabeza sin dejar de sonreír, ya no se sentía tan agobiado como antes por lo que dejó su chaqueta encima de su asiento y salieron de la oficina. Mientras se dirigían hacia la salida el de cuernos avisó a Paul y a Patryck que estuvieran al mando mientras estaba afuera; una vez fuera de la base Edd le cogió del brazo y lo llevó entre los árboles en aquel bosque que escondía su base.
Tord se dejaba arrastrar mientras miraba sus alrededores, puede que sus soldados tengan asegurado toda la zona pero uno nunca sabía. Tras un buen rato de estar caminando el de verde llegó al fin a un pequeño prado despejado donde cerca corría un río.

- ¿En serio, Edd? -Lo miró mientras se cruzaba de brazos.

-Hey, al menos no estamos encerrados dentro de un edificio donde no corre el aire. -Le dijo el nombrado acercándose al río donde se reflejaban las nubes oscuras de la noche.

Dio un suspiro siguiendole de cerca para luego sentarse con las piernas cruzadas mientras su amigo se estiraba en el césped.

- ¿Miraste si había heces de perro o algo por el estilo? -Preguntó Tord alzando una ceja mirándole desde su sitio.

El contrario pareció reaccionar y se miró por si acaso pero tras escuchar la risa de su amigo hizo que se detuviera.

- Ja, ja, que gracioso. -Edd rodó los ojos molesto.

- Oye, creía que querías que me relajara. -Dio otra risa burlona antes de recibir un golpe en su hombre.- Au.

Volvieron a reír con suavidad antes de voltear hacia el cielo nublado. Un silencio se hizo presente dejando a los dos un tanto cómodos en aquel lugar. 

- Dime, Edd, ¿qué crees que le ha pasado a Tom? -Le preguntó un poco curioso por lo que dijera su amigo.

- La verdad, no sé, -soltó un suspiro encogiendo sus piernas para abrazarlas. - ¿sabes? A veces pienso que podría haber actuado de mejor manera....

Tord le miró de reojo antes de acercarse a él y colocarle una mano en su hombro.

-Yo no debí ser estúpido por dejarme engatusar por ese estúpido ser. -Contó el noruego mirando al suelo con el ceño fruncido.- Sé que no me importa demasiado Tom y le odie porque es un... Pero aún así no debí hacerlo...

Se separó del de verde quien ahora le miraba un tanto preocupado, pero antes de que pudiera añadir algo más se escuchó algo extraño, como si el hielo se estuviera partiendo de manera natural; se voltearon viendo que, donde se encontraba la base, había un gran pico de cristal fucsia que se detenía recíen de crecer.

- ¡Señor! -La voz de Paul se escuchó por el walkie-talkie que Tord se había dejado en el bolsillo de su sudadera y lo cogió para poder responder.- ¡La prisionera ha escapado!

-¡¿Qué?! -Se levantó al instante y empezó a correr en dirección a su base siendo seguido por Edd.- ¡¿Quién ha escapado, Paul?! ¡Hay tres mujeres!

Hubo un breve silencio en el lugar preocupando al de rojo y temió que le hubiera pasado algo.

-¡Zetrah! -Hubo respuesta al fin.- ¡La de cabello morado, Zetrah ha escapado!