Tocando fondo.

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Tras el trágico desenlace del capítulo anterior, Eric quiso hacer lo posible por volver con Adam. Pero solo conseguía empeorarlo, echándose la culpa de todo a sí mismo, llamando todo el día a Adam, abarrotando su móvil a mensajes, persiguiéndolo y acosándolo... Y como es normal, sólo obtenía desprecio a cambio.

~*~

El desprecio de Adam solo hundía a Eric, de tal manera que dejó de ir a clase. Sólo permanecía durante todo el día en la habitación de Micaela, fumando porros y tomando cocaína. Se convirtió en un ser inerte.

Pero tras una semana aguantando eso, Micaela explotó y decidió darle a Eric un ultimátum por el bien de él. A ella no le gustaba que su mejor amigo pasara todo el día encerrado en su propia habitación fumando mierdas y metiéndose guarrerías por la nariz. Así que muy enfadada, le exigió a Eric que volviera a casa, no puede estar toda la vida ignorando a sus padres, que aunque no lleven su sangre, lo han criado y cuidado durante 20 años.

Aunque ella lo hacía por su bien a Eric no le pareció nada bien eso, y decidió que si su mejor amiga no lo quería en su casa, no la iba a molestar. Así que agarró sus cosas y salió de allí, pero lejos de hacer caso a su consejera, no tenía pensado volver a casa con sus padres.

Eric subió al coche y fue a por todo lo que necesitaba en ese momento, droga y alcohol. Y una vez conseguido todo eso iría al único sitio que le daba paz, el banco donde se enamoró de Adam.

En ese banco abrió la botella de ron que acababa de comprar en un moro y empezó la fiesta. Entre tragos y caladas se dio cuenta de que estaba acabando su vida, osea hace unos meses era un chaval inocente, que no tenia vicios.

Sin embargo, ahí estaba, como cada día, enganchado a un canuto y a una raya, y además con media botella de ron vacía a su lado, y por un tío que sólo quiso burlarse de él. En ese momento, lleno de rabia y de dolor, buscó el móvil en su bolsillo y llamó al culpable de todo ese dolor, Adam.

Llamaba y llamaba pero solo obtenía rechazo, dejó mil mensajes en el contestador de su ex pero no era suficiente para él, así que siguió bebiendo, fumando y esnifando. Y llamaba, y llamaba hasta que Adam se cansó y contestó.

Pero antes de que Eric pudiera articular palabra, Adam dirigió todo tipo de insultos hacia él, y lo remató diciéndole que lo iba a denunciar si no paraba de acosarlo. En ese momento Eric abrió los ojos, se metió una raya más, e hizo otra llamada. Pero esta vez fue respondida al minuto.

-Eric(al teléfono): Micaela, ayudame porfavor no puedo más. (rompe a llorar)

-Micaela (muy asustada): ¿Que pasa Eric?

-Eric: No tengo padres, no tengo novio, mi mejor amiga me odia...

-Micaela: No te odio cariño, yo daría mi vida por ti. ¿Dónde estás?

-Eric: Me he quedado solo, ¡soy un miserable! No valgo nada.

-Micaela: Eric, dime donde estás porfavor.

Eric rompio a llorar y bebió el último trago de la botella. Seguidamente vomitó, mientras Mica lo escuchaba todo.

-Micaela: Eric, deja de hacer el gilipollas. ¿Estás en el banco?

-Eric (casi sin poder articular palabra): Si...

-Micaela: Vale, no te muevas. Voy para allá.

Cuando Micaela se presentó delante de su hasta entonces mejor amigo, le calló encima una lluvia de insultos de parte de un muy furioso Eric, a lo que ella contestó también muy alterada.

~*~

Por otro lado, el cabrón de Adam estaba en su casa con su noviecita Lulú, regocijándose y maquinando como hacerle más daño a Eric. Querían demostrar que él lo estaba acosando, para que la hombría de Adam quedase intacta. Vamos, una auténtica cerdada

~*~

Cuando te han pasado las mayores desgracias, tocas fondo. Y lo peor de tocar fondo es que hay mucha gente que se aprovecha de eso, y cuando tu no tienes maldad confías y te dejas engañar. Pero es justo ahí, cuando te dan la estocada y aprendes a defenderte, que te das cuenta que para ganar las mejores batallas debes mantener la mente fría y el corazón congelado. Pero no es tan fácil, por ejemplo, cuando eres prostituta como yo, aprendes a defenderte de los golpes, de la envidia y de todo eso, pero cuando hay sentimientos de por medio, ya puedes ser muy puta, pero contra eso es complicado ganar.

Lo que me robaste. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora