- Es muy espaciosa, mi amor -Hyung Jun pudo ver la sonrisa de Jung Min a través de la pantalla de su móvil.
- ¿Verdad que si? -preguntó el menor.
- Lo único que no me gusta es ese tapiz amarillo -Park hizo una mueca.
- A mi me gusta -Hyung Jun se quedo viendo la amplia pared- Pero dejaré que cambies el tapiz entonces, ¿trato hecho?
- ¡Trato hecho!
- Con la condición de que me dejes cambiar aquel sofá - señaló el objeto que Jung Min anteriormente había dicho que se veía cómodo para ver televisión, sofá que el menor detestaba por su rara estructura.
- Lo pensaré -hablo el mayor.
- Tramposo.
Habían decidió comprar una casa amueblada porque eran pésimos en decoración de interiores. Esa casa tenía buena pinta y todo fue renovado por la antigua dueña, quien se había encargado de hacer un espacio moderno para el par de jóvenes.
- Lo que digas.
- Vil tramposo -repitió Hyung Jun.
Jung Min casi que chilló de la nada lleno de emoción y Hyung Jun no pudo evitar sonreír mientras cambiaba la configuración de su cámara para ponerla en frontal.
- ¡Muero por irme ya a vivir contigo! -confesó el joven- Jun... es nuestro hogar, nuestra casa.
- Lo es -dijo Hyung Jun- Pronto estaremos juntos aquí, ¿cierto? -Jung Min y movió su cabeza asintiendo.
- Muy pronto mi cielo, espera por mi, ¿si?
- Te esperaría toda una vida, hyung -respondió.
Hyung Jun amplió la sonrisa viendo cómo su novio, o mejor dicho, su prometido, le enviaba un beso.
- Trata de descansar y mañana acomoda tu ropa en el clóset -hablo el mayor- Come bien, por favor... perdiste peso.
- Si hyung, comeré mejor.
- Bien -Jung Min volvió a sonreír- Te amo, Kim Hyung Jun.
- Creo que suena mejor Park Hyung Jun- el menor guiño un ojo haciendo reír al mayor, pues él no guiñaba bien- Yo también te amo.
- Descansa, cielo -Jung Min se despidió.
- Tú igual, hyung.
Lo último que Hyung Jun vio fue a Jung Min despidiéndose con la mano para luego finalizar la videollamada. Echó un suspiro al aire y se quedó viendo las cuatro paredes que lo rodeaban a la par que bajaba su brazo para descansar. Inhaló aire y se imaginó un futuro, uno en donde él estaba junto a su prometido viendo algún partido de fútbol en el televisor de la sala... ¡Ah!, tan perfecto.
No perdió más el tiempo imaginando cosas y miró unas cajas en donde estaban algunas pertenencias suyas y de Jung Min. Su vista cayó en una caja mediana donde decía BOOKS. La tomó entre sus brazos y se echó a caminar hacia la oficina que pronto sería ocupada por Jung Min; abrió como pudo la puerta y vio lo ordenado que estaba aquella habitación, parecía el despacho de un decano. Dejo las pertenencias encima del escritorio y abrió la caja colocando el contenido de ésta en una pila sobre la mesa para luego ordenarlos en la inmensa estantería.
No tenían muchos libros, pero no podía desaprovechar esa biblioteca, así que, empezó a dejar los estudios, obras, escritos y demás en el lugar correspondiente. No se demoró mucho en ordenar todo lo que había en la caja, sin embargo Hyung Jun hizo mala cara al notar todos los huecos que faltaban rellenar.- Creo que debemos comprar más libros... -pensó en voz alta.
Se dio vuelta para tomar el último libro y notó que no era suyo, es más, ni pinta de libro tenía. Tomó la pasta entre sus dedos, abriendo el escrito, preguntándose si sería de Jung Min. Efectivamente no era un libro, era más como una agenda que tenía un montón de texto regado en la hoja. Tampoco era de Park, pues Hyung Jun conocía muy bien la caligrafía de su prometido.
Frunció los labios con curiosidad y puso la vista en la fecha que estaba en la primera página.
19/03/1962
Hyung Jun alzó las cejas con sorpresa. Eso había sido escrito hace 58 años, si sus cálculos no fallaban. Bajo un poco la vista para leer el bonito texto que estaba reposando allí.
Querido Saengie:
He decidido plasmar lo nuestro en unas simples hojas. Lo hago con la intención de jamás olvidar este hermoso sentimiento.
Espero que cuando esté a punto de morir, pueda tomarte entre mis brazos y abrazarte con fuerza mientras pienso en la maravillosa historia que juntos escribimos en nuestras vidas.Ahora mismo estás en la cocina de nuestra nueva casa y espero no ser descubierto. Que vergüenza me daría que te dieras cuenta que puedo ser más cursi de lo que ya soy.
¿Sabes? Tengo la ilusión de que en el futuro, nuestros hijos, o nuestros nietos, encuentren este diario y lo lean a la par que nos ven en la cama siendo ya un par de pasitas.
Prepara tu corazón para traer bonitos recuerdos de cuando empezó todo.
KHJ
Hyung Jun entrecerró los ojos y se sentó en la gran silla que estaba tras el escritorio.
"Se ve interesante." Pensó antes de pasar a la siguiente página.
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El Diario
RomanceKim Hyung Jun tuvo la suerte de encontrar un diario, y el privilegio de leer la historia de Kim Hyun Joong y Heo Young Saeng.