Hyung Jun sonrió con amabilidad y se dio vuelta dejando su celular en una mesa con el altavoz activo a la espera de que su prometido contestara. Agarro un alfiler, lo puso entre sus labios y miró a su clienta.
- Pondré los alfileres, no te muevas por favor -pidió el joven, tomando otro alfiler ahora entre sus dedos.
- ¿Como está el hombre más hermoso del universo?, mi bebé lindo, ¿sabes lo mucho que te amo? Te estaba pensando, menos mal llamaste, Junnie.
El rostro de Kim enrojeció al escuchar que su prometido respondía la llamada con voz exageradamente mimosa y tonta; la chica rió por lo bajo ante ello y Hyung Jun sintió que se desmayaría en cualquier momento.
- Cariño, cariño -el menor lo llamó, quitándose el alfiler de la boca- ¡Estás en altavoz y estoy en el negocio con una clienta!
- Oh -el mayor casi susurró y luego carraspeó- Buenas tardes, aquí el soldado Park Jung Min, ¿allá con quien?
- Tonto -Hyung Jun rió.
- Háblale a Jun como te plazca, soldado -la clienta habló- Hagan de cuenta que yo no estoy aquí y hablen con tranquilidad. Igual, ya hiciste el ridículo con esa forma de contestar.
La pareja rió levemente y luego de preguntarse cómo estaban y qué tal iban sus días, Hyung Jun fue al punto principal y real de la llamada.
- Amor, imagínate.
- ¿Qué, Junnie?
- La señora Hye Soo no contesta mis llamadas -Kim hizo un puchero- Le he insistido desde hace casi tres días.
- ¿En serio? Mmh, ¿que le habrá ocurrido? -el mayor respondió.
- ¿Crees que haya cambiado de número o algo así? -hizo que la chica se diera vuelta para poner uno que otro alfiler faltante.
- Puede ser, pero sinceramente no creo -dijo Jung Min- ¿Estarás trabajando todo el día?
- Si, estaré muy ocupado.
- Bien, entonces cuando puedas, envíame el contacto y yo trataré de ponerme en contacto con ella.
- Está bien -aceptó el menor con una sonrisa.
Se despidieron con un "Te amo", y el menor siguió con su trabajo. Cuando finalizó y despachó a la clienta, se sentó sonriéndole a Yuri para después tomar su celular y enviarle el contacto de la señora Hye Soo a su novio.
- Noona, hemos trabajado toda la mañana sin descansar. Ve y toma un pequeño break -Hyung Jun habló.
- ¿En serio? -Yuri se puso de pie y le sonrió a su jefe- Te tráete tus galletas favoritas, me estás salvando la vida, no sabes él hambre que tengo. Te amo, Junnie.
- Ya vete, dramática.
Yuri pasó por el lado de Kim, despeinando su cabello, causando una risita en él.
- No tardaré -le aviso ella.
- Más te vale porque la señora Lee llegará en cualquier momento.
La chica hizo un sonidito de afirmación y dejó solo a Hyung Jun finalmente. El joven ordenó uno que otro papel, revisó si las medidas que había tomado anteriormente estaban bien; al cabo de unos 10 minutos estaba sacando el diario de Hyun Joong de su maleta con pena, pues le parecía terrible el hecho de que la señora Kim no atendiera sus llamadas.
Como siempre, abrió la autoría justo donde había quedado la última vez que leyó. El ceño de Young Saeng se frunció al ver una hoja blanca doblada y de fondo solo habían unos cuantos hangul escritos en el primer renglón. Tomó la hoja y con un puchero pensó algo como: "Debería dejar de estar leyendo cosas ajenas." sin embargo, ignoró su propio pensamiento y se dispuso a leer.
Marzo 1962.
Querido Hyun Joong:
Leo con emoción cada página y frase que pones acerca de nuestra historia. Soy afortunado de tenerte, soy feliz de tenerte... gracias por elegirme. Gracias por escribir tu destino junto al mío y por amarme con tanto sentimiento y fidelidad; no cabe duda de que llenas mi vida, mi ser y mi corazón.
Estoy escribiendo esto porque sentí la necesidad de devolver un poco de la dosis que me das cada vez que tomo sin permiso tu diario o quizás debería decir: Nuestro diario. No soy tan bueno escribiendo como tú, pero espero que mis sentimientos puedan tocar los tuyos, tal cual como tú buscas hacer con cada texto que dejas plasmado en este espacio.
Hyung, hemos llegado más que lejos. Estamos casados, tenemos una casa, ¡tenemos una hermosa hija!, y pronto tendremos tres perros. Somos jóvenes, emprendedores, soñadores... actualmente trabajamos en lo que nos gusta, hemos construido metas por alcanzar y por supuesto hemos alcanzado una que otra; como soñamos grande, gracias a ello avanzamos cada vez más. Parece un sueño, ¿no crees? ¡pero la verdad es que estamos viviendo una realidad!
Eres la realidad más hermosa del universo, Kim Hyun Joong.
Tenemos mucho camino que recorrer, así que ata bien tus cordones y sigue corriendo conmigo. Tú y yo seremos para siempre, nuestra historia será eterna y ni siquiera la propia muerte podrá separarnos.
Haz hecho un trabajo increíble.
Te amo.
Con cariño,
Heo Young Saeng.
Posdata: Y pensar que todo inició en un bar de mala muerte...
Hyung Jun hizo un puchero lleno de ternura al leer la carta de Young Saeng. Él entendía perfectamente que era amar a una persona con tanta intensidad.
Dobló la carta y leyó la pequeñísima respuesta que Hyun Joong le había dejado allí.
No puedo escribir si me dejas llorando como un niño con esas hermosas palabras. Hye Soo y tú son mi mayor inspiración y motivación. Gracias y te amo.
- Son muy tiernos -susurró acariciando el diario de los Kim.
Su celular comenzó a vibrar en su pequeño escritorio, le echó un vistazo a la pantalla antes de contestar con un poco de emoción.
- Soldado Park, ¿que se le ofrece? -sonrío.
- Corazón, tengo malas noticias -soltó de primera el mayor.
Hyung Jun perdió color.
- ¿Estás bien?, ¿te paso algo, hyung?
- Estoy bien... -escuchó un suspiro de Jung Min- Es acerca de la señora Hye Soo.
- ¿Eh? -el menor se desconcertó.
- Mejor dicho, acerca de los señores Kim

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El Diario
RomansaKim Hyung Jun tuvo la suerte de encontrar un diario, y el privilegio de leer la historia de Kim Hyun Joong y Heo Young Saeng.