Hyung Jun gruñó tratando de cerrar la maleta, seguido, echó una maldición en voz alta cuando pensó que la cremallera de su equipaje se había roto.
- ¿Estás listo bebé? -Jung Min preguntó por la línea.
- Sí, sí, ya casi... -otro gruñido fue soltado cuando al fin la maleta había cerrado- Te llamaré en cuanto aborde el bus, amor.
- Bien, esperaré tu llamada, te amo.
El menor cortó la llamada y se tiró de espaldas a la cama que estaba desnuda y lista para ser entregada a otra persona. Miró su pobre equipaje y negó con la cabeza, no podía creer que había llegado con la maleta liviana y ahora se iba con el doble de cosas que llevó.
Se estiró un poco antes de ponerse de pie nuevamente y tomó sus cosas para ir a buscar a la dueña. Salió del cuarto, entregó la pequeña llave de la habitación, se despidió, dio las gracias y abandonó la bonita casa en la cual se había hospedado. Finalmente abordó un taxi que lo dejó frente a la casa de los Kim, debía darle un abrazo a Young Saeng ahora que se encontraba en hospitalización domiciliaria.- Abuelo Joong, Hyung Jun hyung está aquí -el menor de la familia parecía feliz de verlo y Hyung Jun notando aquello, le despeinó el cabello.
- Dile que siga al cuarto, Lucas.
- Ya oíste, hyung.
Hyung Jun asintió y dejó que el chico lo guiara al cuarto de Hyun Joong y Young Saeng, en cuanto la puerta fue abierta, el mayor sonrío.
- Joven Kim, deje su fea maleta afuera y entre usted por favor. Lo estábamos esperando.
El nombrado hizo caso inmediatamente y después de cerrar la puerta, hizo una profunda reverencia.
- Vuelva a su postura, joven... podría partir su espalda -Young Saeng le habló en susurros.
- Me alegra mucho verlo mejor, Young Saeng, realmente me alegra mucho -y lentamente fue poniéndose en postura nuevamente, la pareja le estaba regalando una sonrisa que sin duda devolvió.
- Gracias por cuidar de Hyun Joong-ah, joven Kim. Es muy terco y gruñón -Young Saeng palmeó un lado de su cama, dándole una seña al menor para que sentara.
- Yo diría que caprichoso -Hyung Jun se acercó suavemente donde Young Saeng había palmeado.
- Es un complot -Hyun Joong intervino.
- Es la realidad -Young Saeng lo contradijo- Joven Kim, usted es muy lindo, ¿sabe? Me hubiera gustado estar en más contacto con usted, pero mi salud siempre que puede me hace unas malas jugadas. Pero Hyun Joong-ah me contó todo lo que hicieron, todo lo que hablaron -le tomó una mano- Es usted un ser encantador, ¿se lo han dicho?
Hyung Jun sintió su cara arder y pestañeó varias veces antes de negar.
- Creo que debimos conocernos en una vida pasada -Young Saeng tosió un poco nuevamente- Siento una conexión con usted, joven Kim.
- Creo lo mismo -respondió el menor en una risita tímida, apretó la mano de Young Saeng suavemente y sin soltarla se puso de pie- Estaría encantado de estar un poco más, pero debo irme ya -miro a Hyun Joong, quien hizo una mueca- Solo venia a despedirme.
- No tiene porqué irse -habló el mayor al final, casi con agonía.
- La organización de mi boda no se hará sola, abuelo... mis clientes también esperan sus vestidos y Yuri, la chica que me ayuda, ya no podrá sola con el trabajo.
Hyun Joong miró a otro lado tratando de ocultar la tristeza que lo invadía, Young Saeng se burló de él en susurros y finalmente acarició la mano de Hyun Jun con una yema de su dedo pulgar.
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El Diario
RomanceKim Hyung Jun tuvo la suerte de encontrar un diario, y el privilegio de leer la historia de Kim Hyun Joong y Heo Young Saeng.