𝙸𝚗𝚟𝚒𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗 | 𝟷

737 82 25
                                    

.
.
.
.

💙

||Omnisciente||

— No me digas, déjame adivinar ¿Te peleaste de nuevo? — Tomó delicadamente la mano del pequeño y le puso una pomada — ¿Y ahora por qué? — Miró al niño que desviaba la mirada, frunciendo su rostro, estaba apenado y un poco enojado, le había prometido que no volvería a meterse en problemas y mírenlo, sentado en esa camilla de nuevo, con raspones en su rostro y sus brazos.

— Dijeron que eres fea — Bajó la morada con un pequeño sonrojo — Les dije que no es verdad y me pegaron ¡Sólo me defendí!

La chica sonrió ligeramente y soltó una pequeña risita, mientras se levantaba e iba hacia un pequeño clóset, en busca de una cajita con curitas.

— ¿Sabes que lo dicen para provocarte verdad?

El pequeño niño guardó silencio.

— Que digan lo que quieran, no me gusta que te lastimes, me gustaría que vinieras a la enfermería a saludarme, no a curarte porque te lastimaste de nuevo — Caminó hacia él, se agachó a su altura y le puso un curita en la frente.

— Sí...pero no me gusta que digan cosas malas de tí — El niño por fin levantó la mirada y la miró a los ojos — ¡Eres muy amable, e-eres muy bonita y siempre nos das dulces! — Le sorprendió un poco y rió de nuevo.

Enserio le tenía cariño a este niño, aunque fuera muy penoso, se notaba que igual quería mucho a la chica, la veía como una hermana mayor.

Lo miró con una sonrisa — Eres muy adorable — El niño se avergonzó aún más — Ten, una paleta por portarte bien mientras te trataba — Le extendió una paleta verde la cual el niño tomó gustoso con una sonrisa.

— ¡Woah! ¡Mi favorita! Gracias — Bajó de la camilla y le dió un abrazo a lo cual la peliazúl le devolvió el gesto.

— Ahora ve, y no te metas más en problemas ¿está bien?

— No prometo nada, ¡Adiós!

Se despidió con la mano viendo al chico correr hacia el jardín, seguramente recreo ya había terminado, y de ser así, no debía estar fuera ni un minuto más, sus maestras lo regañarían.

Este niño, al igual que todos los demás, fue víctima de violencia familiar, o vivían en condiciones pésimas. Le parecía injusto ¿Por qué un niño de apenas siete años debía sufrir así? Ella se volvió enfermera de este orfanato para ayudar a los niños, y aunque ya estaban "salvados", no podía evitar sentir tristeza, el que estén ahí ya decía mucho de su pasado.

Aún así, estabas feliz de que hubieran orfanatos que se dedicaban a esto, le hubiera gustado que alguien la salvara también, y claro que estaba agradecida con su abuela por sacarla a ella y su hermano de ese horrible lugar, pero no podía evitar sentir culpa, sentirse una carga para la mayor.

Soltó un largo suspiro y sacó su celular para ver la hora, ya casi era hora de irse.

— Debería despedirme de la directora de una vez — Pensó en voz alta y comenzó a caminar los el orfanato.

Aunque no fuera muy grande, había mucha distancia entre la enfermería y la dirección, y como ya no tenía nada qué hacer, le informaría a su superior que ya se retiraba, porque sí, tiene que decirle siempre y no, no puede decirle por mensaje.

La dueña del lugar es una señora mayor llamada Hye Shin, y aunque tiene celular, le molesta que estando en el mismo lugar no sean ni para ir y avisarle que ya se van, cree que estas generaciones de hoy en día son unos flojos.

"𝑀𝑎́𝑠 𝑏𝑟𝑖𝑙𝑙𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑟𝑒𝑙𝑙𝑎"【𝟕𝟎𝟕 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora