La mañana llegó certera y la luz colándose por las persianas de la gran ventana la anunció. Harry se removió entre las sábanas sintiendo sus extremidades entumecidas. Intentó doblar su pierna pero el material de su pantalón se ajustaba de manera dolorosa. Abrió los ojos y recordó que se había dormido con el traje puesto.
Miró a su lado, Louis continuaba durmiendo.
Se levantó despacio no queriendo despertarlo. Salió de la habitación y fue hasta la suya. Necesitaría una ducha y un cambio de ropa.
Cuando salió de la refrescante y necesaria ducha, se dirigió a su armario. Era domingo por la mañana, quería estar cómodo, así que tomó unos pantalones de chándal grises y una camiseta holgada. Revisó su teléfono mientras caminaba descalzo hasta la cocina.
Diez minutos más tarde, unos suaves pasos llamaron su atención en medio del silencio.
Louis estaba ahí, con una de sus camisetas y unos shorts que le quedaban enormes pero que le hacían lucir muy bien, con sus piernas regordetas libre de tela. El cabello mojado caía por su frente y él lo apartó con un grácil movimiento. Harry sintió un tirón en la parte baja de su estómago al verlo.
—Buenos días —dijo para llamar su atención— Espero que no te moleste si uso tu ropa, la mía es incómoda.
—No me molesta en lo absoluto —respondió de inmeditado— Uhm, estoy preparando el desayuno ¿se te apetecen unos hotcakes?
Louis asintió con una sonrisa acercándose a él para ayudarle. Minutos después estaban ambos sentados cómodamente frente al otro desayunando.
—Entonces, ¿cómo va todo? —comenzó Louis.
— ¿Es una visita social?
—Tómalo como quieras, intento pasar el rato.
—Lo siento, es sólo que sigo...
— ¿Sorprendido? —la mirada juguetona apareció en su aniñado rostro— No te preocupes causo ese efecto muy seguido.
—Sabes que no me refería a eso.
—Sí, lo sé. Pero agradecería dejar el tema por hoy. No querrás desperdiciar dos millones en charlas aburridas sobre mi pasado —tomó un bocado.
— ¿Y qué si quiero saber de tu pasado? —dijo Harry mirando atentamente el movimiento de la mandíbula de Louis al masticar.
—Créeme no quieres —negó el castaño.
—Pruébame —lo retó el empresario.
Louis se relamió los labios sonriendo por el sentido en que había entendido sus palabras.
—Estoy seguro que eres tan dulce como esta miel —dijo colocando un poco de miel a sus hotcakes sin quitar su mirada de la reacción del rizado que casi se atora con su bocado. Louis rió por lo bajo.
—No me refería a eso —dijo de inmediato Harry una vez se recuperó.
—Lo sé, lo sé, rizos —resopló Louis sonriente— Es solo un chiste, ya puedes respirar.
—Claro, yo...sí.
Louis rió en vo alta. Una carcajada pura y Harry sintió su rostro enrojecer, riéndose con timidez.
—Eres tierno —dijo aún sonriendo — Tienes muchas preguntas ¿no es así? Vamos, dispara.
— ¿Cómo es que terminaste en ese mundo? Digo, eres inteligente podrías haber sido cualquier cosa que te propongas.
Louis dejó de sonreír. Los recuerdos fugaces de un pasado borroso desdibujaron su sonrisa. Una vida que dejó atrás sin opción.
—Ojalá hubiera sido mi elección, Harry —dijo él, mirando hacia un punto detrás de la cabeza del rizado. Una ventana que mostraba un jardín. Su mirada se perdió entre los arbustos y las azaleas— No todos tenemos esa oportunidad, no cuando no tienes a nadie más que a ti mismo para consolarte por las noches en la fría oscuridad. Era muy pequeño, sabes. Un niño apenas que no conocía nada de la vida pero que aprendería a vivirla con golpes y ataduras.

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Gold Price |L. S.|
FanfictionLouis Tomlinson, experto en el arte de la manipulación, ha conseguido todo lo que alguna vez pudo desear. Sin embargo, el precio por ello ha sido muy alto. Las joyas le han costado su vida en manos del tratante de blancas que lo compró, hace ya diez...