- ¿Te estoy preguntando tu opinión? -la voz al otro lado de la línea sonaba exactamente como recordaba, tan fría como el invierno- Ven ahora mismo, Styles.
-Seré tan amable de recordarte que no tienes ningún derecho de ordenarme nada -contestó de la misma manera fijando su mirada a través del cristal del vaso que reposaba sobre su mano.
-Y yo me permitiré recordarte, hijo, que obtuviste todo lo que tienes gracias a tu maldito apellido y si no quieres que a tu madre le dé otro ataque de nervios por tu culpa, vendrás de inmediato -y colgó, sin darle oportunidad de responder.
Harry terminó el contenido de su vaso con amargura, esperaba que el whisky le quitara el humor matutino.
Repasó mentalmente su mañana y las opciones que tenía para el resto del día.
Louis se había despertado temprano, algo sobresaltado y era normal. Cuando Harry lo vio en el club la noche anterior -siendo sincero consigo mismo no está muy seguro por qué fue al club en primer lugar-, el menor no podía caminar siquiera. Lo había visto tomar y desaparecer para luego reaparecer peor de lo que se fue. Decidió hacer algo al respecto. Pagó por él como ya lo había hecho y no le tembló la mano cuando entregó su dinero a aquel hombre con el habano.
Sólo lo llevó a su casa y esperó que pudiera descansar.
Lo llevó de regreso al club cuando Louis se puso histérico pidiéndole que se alejara de él, que no volviera al club siquiera. No entendió por qué se comportaba así, él solo quería ayudar. Se dijo a sí mismo que no lo volvería a hacer. Harry estaba de mal humor.
Y luego todo empeoró con la llamada de su padre.
No había visto a su familia desde hacía mucho tiempo. Odiaba las reuniones familiares porque parecían más un campo de batalla en dónde él era el único blanco y todos lo esperaban con ametralladoras listos para despedazarlo en cuanto atravesara la puerta.
Todos menos su madre, quizá esa era la única razón por la que Harry ahora estaba manejando por la autopista con un traje formal. Iría a una boda de todos modos.
Su hermana estaba a punto de casarse y él ni siquiera conocía al novio.
La celebración era en un salón alejado de la ciudad, muy alejado diría Harry que condujo por más de una hora para llegar al lugar lleno de flores desde la entrada del estacionamiento. Se bajó con pereza y caminó de la misma manera hasta la entrada del salón. Envió algunos mensajes antes de entrar y suspiró cuando cruzó el umbral.
Las miradas curiosas se posaron en él y decidió ignorarlas. Hizo su camino hasta la mesa en donde se suponía debía estar. Su madre estaba sola en la mesa, sosteniendo una copa de champagne.
-Felicidades madre, ahora no tendrás que soportarla por más tiempo -le dijo al oído cuando estuvo tras ella, y luego se sentó a su lado.
- ¡Harry! -si no hubieran estado frente a tanta gente, Harry está más que seguro que su madre habría llorado. Sin embargo, lo abrazó.
- ¿Cómo has estado? -le preguntó él durante el abrazo.
Ella se separó y golpeó su pecho con poca fuerza.
-Un año, Harry -le reclamó finalmente. El chico se contuvo de rodar los ojos frente a su madre- Pudiste haber llamado siquiera.
-Lo siento. Mea culpa, mea culpa, mea culpa -se golpeó el pecho burlándose, su madre lo golpeó de nuevo y él solo rió- Debí llamar, lo siento. ¡Pero aquí me tienes!
- ¿Desaparecerás de nuevo?
-Probablemente -le mostró a su madre la sonrisa más brillante que tenía, aquella que molestaba a su hermana. Y sí, su madre golpeó su hombro- Está bien, está bien. Llamaré.
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Gold Price |L. S.|
FanficLouis Tomlinson, experto en el arte de la manipulación, ha conseguido todo lo que alguna vez pudo desear. Sin embargo, el precio por ello ha sido muy alto. Las joyas le han costado su vida en manos del tratante de blancas que lo compró, hace ya diez...