AVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas de violencia, meciones de aborto, asesinato, suicidio y violación. Leen bajo su propia responsabilidad.
Louis sabía que se arrepentiría de no tomarse las pastillas.
(...)
Tic, tac. Tic, tac.
El reloj de la entrada se mantuvo repiqueteando mientras Louis intentaba conciliar el sueño. Ni un ruido se escuchaba en la mansión hasta que la tranquilidad fue destrozada por un grito desgarrador.
—¿Qué pasa? —le susurró a Ana con voz trémula.
—Jocey está sangrando, necesitamos ayuda. Ve por alguien.
Se levantó de la cama con el cuerpo tembloroso y caminó hasta la puerta, mirando por la pequeña rendija el pasillo vacío. Cuando los gritos se intensificaron abandonó la habitación y corrió por el pasillo hasta la habitación de Mariana. Tocó la puerta de manera insistente y ella salió con el rostro pálido.
—¿Qué sucede, ojos bonitos? Son las tres de la mañana.
—Jocey está sangrando.
Fue la única frase que pudo decir antes de que la mujer corriera dentro a la habitación que compartían los niños. Porque eso eran aún, unos niños.
La niña se retorcía de dolor en medio de las sábanas ensangrentadas. Lloraba a gritos que parara cuando Mariana se acercó con un pañuelo para secar su sudor. Al mirar más de cerca las sábanas comprobó un coágulo mucho más grande de lo normal.
—Mi hermosa niña, ¿has tenido tu periodo en estos meses?
Ella negó, incapaz de hablar cuando sentía las entrañas explotarle.
Entonces Mariana la llevó al baño entre susurros y caricias maternales, consiguió lavarla con ayuda de Ana. Louis y Megan cambiaron la sábanas y cuando Jocey regresó a acostarse, cayó profundamente dormida.
—¿Qué le pasó a Jocey? —le preguntó Louis a Mariana cuando salía.
—Estará bien.
Fue todo lo que dijo entonces, pero Jocey nunca estuvo bien.
Dos días antes del sangrado, Mendes se había enojado con ella la había golpeado tanto que la dejó tan débil y sin saberlo, le provocó un aborto del que nadie sabría excepto Mariana. Cuando llegó la mañana siguiente, la pequeña Jocey de tan sólo trece años no despertó.
Louis recuerda haber llorado junto a ella porque no abría los ojos. Ana lo había sacado de la habitación cuando los guardias llegaron y se llevaron el cuerpo sin vida de la muchacha.
Louis tan sólo tenía doce años, pero pronto entendería que no sería la primera vez que vería como se llevaban el cuerpo inerte de alguno de sus amigos.
(...)
Charles y él hablaban tan poco. El niño ya no sonreía ni hablaba con nadie. Louis se sentía culpable por eso, sentía que era su culpa no haberlo detenido. No sabe lo que le hicieron pero está seguro que no quiere averiguarlo.
Una vez más, recordó como el cadáver de Jocey era llevado como un bulto más.
No se sintió igual cuando vio a Charles colgado en la escalera con las sábanas de su habitación alrededor de su cuello.
Su mirada estaba tan vacía, perdida en algún punto donde Louis nunca pudo llegar.
Mariana lo consoló esa noche, sin embargo, nunca le explicó por qué Charles se había suicidado. Y no fue hasta tres años después, cuando el asqueroso y viejo Brendon lo obligó a hacerle una felación, que lo supo. Brendon solicitaba a Charles desde que éste llegó a la mansión junto con Louis.

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Gold Price |L. S.|
FanfictionLouis Tomlinson, experto en el arte de la manipulación, ha conseguido todo lo que alguna vez pudo desear. Sin embargo, el precio por ello ha sido muy alto. Las joyas le han costado su vida en manos del tratante de blancas que lo compró, hace ya diez...