TÚ ERES MI DEVOCIÓN

"Ebrio"

Joél.

Pasaban los minutos a velocidades extremas. Bailaba un poco de Dembow con mi chica. El ambiente era extraordinario, y esta música es vibrante:

+ ¿Qué pasó con Carlos? -preguntó Stephanye a mis odios-

Claro, todos se cuestionaban sobre el comportamiento de Carlos, no era normal verlo tan cabizbajo, pero estos temas no se los suelo contar a nadie, siento que son muy personales:

Me detuve, sequé mi sudor y le respondí excusamente:

-Nada, sólo está preocupado porque tiene un familiar enfermo.

Yo maldiciendo bajo letras a la familia de Carlos. Jajajaja, que el diablo se haga el sordo.

Pero hice bien, tenía que convencer a mi gran amigo Carlos a que entrara en ambiente, a qué se divirtiera. Estaba muy apagado, y ése no es el Carlos que yo conozco.

Es bueno ver a Carlos disfrutando, pero aún me carcome ¿Qué es lo que sucede con la chica por la que babea? Me preocupa verlo tan enamorado. Y según él, aún no son nada. Carlos es un gran chico, merece una chica maravillosa. Me acercaré a cuestionarlo.

- Ahora vuelvo, cariño. -murmuro con un guiño a mi novia-

Me acerco a Carlos, lo veo derrochando con los chicos, y eso me agrada:

+ ¿Qué tal, hermano? -Exclama sonriente- . ¿Todo bien? -me pregunta mientras le doy un trago-

- Sí, muy bien hermano. -Respondo-

Él se gira y sigue haciendo locuras, está mucho mejor de ánimos. Lo cuestionaré, a eso me acerqué:

- ¡Hermano! -Exclamo con tono fuerte en su oído-

+ ¿Qué sucede? -Me responde sonriente-

No estaba seguro de preguntarle, no sé cómo lo tomaría. Pero necesito saber con detalle; qué sucede con la chica azul:

- ¿Cómo van las cosas con la chica ésa? -Pregunto-

Me mira desdeñado:

+ ¿Lucía? -Preguntó-

-  Sí hermano, ella.

Cuando entró en razón que le preguntaba por Lucía, "La chica azúl", que por cierto así le digo, veo que su rostro cambió instantáneamente, sus pupilas se dilataron y en efecto, sus ojos resplandecían. Se quedó sin voz por un unos segundos. Sacó su teléfono desesperadamente.
Acto seguido, encendió su teléfono e intervine:

- ¿Qué pasa, Carlos? -Pregunté con asombro-

Quita su mirada del teléfono, y esta se pierde entre la multitud. Me mira y murmura dubitativamente:

+ No he sabido nada de ella, no me ha respondido. Me preocupa. -Guarda su teléfono, apoya los codos en sus piernas y se agarra la cabeza-. Ahora que me recordaste, sentí una preocupación enorme. -Agrega-

Miro hacía el piso, siento lástima por él, se nota lo interesado que está:

Lo miro mientras su mirada está perdida en el piso, tal vez buscando teorías de cómo estará:

- Tranquilo, hermano. No era mi intención. -Comento mientras mis manos le tocan el hombro-

+ No te preocupes. Y las cosas están normales, ella me ve como un buen amigo y me toca asumir tan grande verdad. Me toca atragantarme todo lo que siento por ella, Joél. -Respondió con una mirada triste y dolorosa-

Al decir la última palabra de lo que me respondió, ví como se tornó el semblante de mi mejor amigo Carlos, de sonriente a absoluta incertidumbre. Sus ojos se le rebosaron de incipidas lágrimas, sus hombros se desplomaron, y percibí un dolor profundo de parte de su corazón: