Carlos.
El metro se frena y salgo con pasos firmes, camino hacía la salida de la estación y de frente veo la universidad. Estoy completamente nervioso, mis manos sudan y sudan. Es mi primer día experimentando un ámbito universitario, no sé absolutamente nada de como se mueven las cosas aquí. Si es como lo demuestran en películas, para un chico bastante tímido a principio, no será nada acogedor.
Cruzo la carretera, voy escuchando con los Airpods algo de Indie, trato de respirar hondo y tranquilizar mi mente.
Me acerco a la entrada y siento a alguien tocar mi hombro. Volteo mi cabeza alarmado, y veo el rostro de un chico a mi diestra mirándome fijamente, veo que me dice algo, retiro los Airpods de mis oídos. Fruncí el ceño con curiosidad y le pregunto:- ¿Disculpa, me decías algo?
+ ¿Que si eres nuevo? -Interroga mientras sonríe amistosamente al parecer de mi absurda reacción-
Lo detallo rápidamente a ver si no se trata de un asaltante vestido de universitario con una navaja en la mano. Pero no, al parecer era un chico bastante sociable.
- Sí, soy nuevo. -Respondo intentado sonreír-. ¿Y tú?.
Nos acercamos a unas barandas con unos aparatos electrónicos que leían nuestro carnet de identificación y de ingreso. Lo saco rápidamente de mi bolsillo, aún sin escuchar respuesta del colega que venía a mi lado. Lo pongo sobre un láser, éste lo lee y da luz verde. Cruzo las barandas, y escucho al colega decir:
+ No, llevo tres semestres aquí. Y como te ví como apenado, sabía que eras nuevo. -Se ríe-. Mucho gusto, Mark Costas. Mis colegas me llaman "Costa", así que me puedes decir así.
Sonrío. Me asombro de lo muy sociable que era el coleguilla, y eso me dió ciertos ánimos.
- Okey Costa! Un gusto, Carlos Cummons. Y es mi primer día, son inevitables los nervios. -Me río y miro alrededor-.
Se ríe mientras saca su teléfono.
+ Tranquilo, Amigo. -Responde-. Pasé por ello. Si quieres, podemos ser colegas.
Me haría súper bien conseguir muchos amigos aquí, bastante rápido. No me gusta sentirme aislado y sólo.
- Sí, está bien Costa. -Comento mientras sonrío con estusiasmo-. Hey, pensé que todos eran engreídos aquí, me sorprende.
Se ríe, guarda el teléfono y acomoda su cuerpo arrecostandolo a un muro de al parecer una cafetería. Asomo mi cabeza y lo confirmo, una cafetería.
+ Tranquilo, viejo!. Obvio si está el grupo de los egocéntricos y todo el rollo, pero te comentaré sobre ello y lo que quieras saber, en el almuerzo. -Sonríe amablemente-. Me siento aquí con algunos colegas, puedes venir.
- Sí, me parece bien. Nos vemos aquí entonces.
+ Listo, Carlos. -Sonríe y se pone de pie.-
Amigo, cómo te gusta que te digan, ¿Carlos o Cummons?.Me río en tono bajo, y respondo:
- Carlos, amigo.
Me mira y comenta:
+ Si amigo, porque ese apellido es anscentral.
Me río y le digo:
- Bueno, "Costas" tampoco es que sea aquí la hostia.
+ Tienes razón, hermano. Vaya apellidos de mierda que llevamos. -Dice-
Nos reímos, nos chocamos las manos y me pregunta:
+ ¿Qué te toca hermano, inducción?
No iba a ver ninguna modalidad aún, esta semana era de inducción solamente.
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TÚ ERES MI DEVOCIÓN
Roman pour AdolescentsDicciones de un «amor no correspondido pero infinito». La historia que están punto de leer, cuenta el crudo camino repleto de un amor silencioso entre Carlos y Lucía. Su día a día es significado de predilección y su amor sinónimo de estigmas. Su lar...