Dicciones de un «amor no correspondido pero infinito». La historia que están punto de leer, cuenta el crudo camino repleto de un amor silencioso entre Carlos y Lucía. Su día a día es significado de predilección y su amor sinónimo de estigmas. Su lar...
El día ha pasado por desapercibido, la tarde se revela y el sol intenta ocultarse en su amado horizonte. Siempre pensaré que el horizonte y el sol, son amantes. Siempre aquel radiante astro, se escapa con el por la noches.
No he querido levantarme de mi morada, mi acolchada cama. Me quedé dormido luego de desayunar, sentía los ojos agotados. Siento un dolor en el hombro derecho, pero, no tengo ningún moretón. Siento mi cuerpo extenuado y el dolor de cabeza, no se ha cogido vuelo.
Ante aquel momento de absoluta tensión entre mi madre y yo, no he pensado en otra cosa que en "qué locuras hice ayer", ante las reveladoras pero denigrantes confesiones que mi madre me hizo, mi mente entro en un trance instantáneo. He estado avergonzado ante mi familia. No he salido de mi cuarto, y tampoco pienso hacerlo. Hasta que no le tenga una respuesta concreta a mi madre, me apena ver su cara. "¿¡Qué habré hecho ayer!?", Esa y múltiples preguntas susurraban en mi cabeza, gritaban en busca de alguna respuesta. Sentía malévola inquietud ante el desespero que estas me generaban. En ese preciso instante recordé haber visto mensajes de Joél esta mañana, antes que mi madre me cuestionara. Necesito revisar el teléfono y ver esos mensajes...
Ante cualquier chat, abro el chat de mi querida Lucía. A primera vista veo que hay una cantidad de mensajes que yo no recuerdo a ver leído o escrito. Todo se torna extravagante y se genera aún más incógnitas. Era como si alguien estuviera haciéndose pasar por mí. Pero decían cosas descomunales y fuera de lugar, me inclino a leer:
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Recuerdo haberle escrito llegando a la fiesta. Sí, no me respondía desde mañana de ayer y eso me tenía totalmente preocupado. Pero el último mensaje me pone a pensar. Deslizo mi dedo verticalmente sobre la pantalla y leo lo inesperado pero sospechoso:
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No podía creer lo que estaba leyendo... ¡¿YO CONFESANDÓLE MI SECRETO Y CONFIDENCIAL (que ya no es tan confidencial) AMOR, A LUCÍA?!. ¡
No! Esto tiene que ser una gamberrada, esto no puede ser cierto. Pero nadie sabe la contraseña para desbloquear mi teléfono, el más sospechoso soy yo mismo.
