Lucía.Rápidamente salgo de mi casa. Descansé un poco pero ya es mucho, necesito ir al hospital. Necesito saber cómo sigue Carlos. Verlo en esa cama, conectado a esos aparatos, me puso demasiado mal. No merece eso, no merece sufrir de esa manera. Espero y Dios me haya escuchado, necesito verlo bien, sano.
- Hasta luego, mamá. -Digo-.
+ Me saludas a Carlos, Lucía.
Ojalá esta vez sí me dejen entrar a verlo, necesito decirle que sí ha estar bien. Necesito que me escuche que lo quiero demasiado, y que estoy con él.
Agarro el primer taxi de servicio que se me cruza, me subo y comento:
- Al hospital de Almansa, Señor.
El taxi emprende rumbo directo al hospital, siento mucha ansiedad y desesperación. Intento respirar profundamente, y me miro en el espejo retrovisor. No me maquillé para nada, creo que no es necesario. Sólo deseo ver a Carlos, y este taxi va demasiado lento.
- Disculpe, Señor. ¿Puede ir más rápido? Estoy de urgencia.
El señor conductor me mira con recelo y siento acelerar el auto. Se habrá preguntado cómo una chica puede ser tan antipática y odiosa, pero necesito llegar lo antes posible. Siento mi corazón latir fuertemente del temor, de la incertidumbre de cómo estará Carlos. Debo guardar la calma o soy capaz de coger el volante y acelerar a toda costa. Agarro mi teléfono y me pongo a mirar los últimos mensajes de Carlos, y veo las fotos que le envié cuando estábamos en el centro comercial. Los ojos de Carlos a veces me decían de todo, todo lo que su corazón sentía, lo irradiaban sus ojos. A veces me siento enamorada y a veces la inseguridad me intimida.
El taxi se frena, le entregué rápidamente el dinero al conductor. Me bajo de una manera un poco desesperada, cierro la puerta del auto y tardemente exclamo:
- Gracias.
El taxi emprende rumbo, y siento un poco de pena al ser tan informal. La desesperación me tiene fuera de órbita, sinceramente. No presto atención y voy caminando a pasos veloces hacia la entrada del hospital.
Mi mirada se congela cuando a primera vista veo quebrantado al papá de Carlos, el señor Raúl abrazando a Renata y Teresa, sus hermanas hasta dónde Carlos me ha contado. Acelero mi paso imaginando lo peor, miro hacia el fondo del pasillo y me detengo con un escalofrío de dolor cuando veo a la señora Deborah gestando gritos de lamento. Mi corazón se acelera y no podía pensar otra cosa. Una opresión en el pecho de angustia, de profunda tristeza me hace estremecer. Mis rodillas se caen al suelo, mis manos cubren mi nariz y boca, y de mis ojos sale una lluvia de lágrimas sin fines, el corazón se acobija y se lamenta a la vez. Siento mi alma en mil pedazos, esto no puede estar pasando. Intento levantarme en medio del llanto, imaginando aquellos momentos tan bonitos que viví con Carlos, aquella compañía que para mi corazón siempre fué la ideal. Aquella voz que me hacía reír con cualquier chiste, y que en momentos salió de ella todo lo que su corazón sentía. Aquellos ojos que mirarlos, se sentía tan especial, podía ver el fondo de su alma y la plenitud que sobrecarga.
Una mano toca mi hombro en medio de mi llanto, giro mi cabeza y percibo a Renata. Su voz quebrantada me destrozó aún más el corazón cuando escucho:
- Se nos fué nuestro Carlos.
Me abraza y de mis ojos salen el doble de lágrimas, mi corazón no quiere creerlo. Aquella opresión en el pecho, me duele más que nada. Es como si fuera perdido algo que nunca quería perder.
Renata despega su cuerpo y ahogada en llanto, saca algo de su bolso de mano y me dice:
+ Encontraron esto en su habitación, creemos que es para tí.
Intento secar mi cara mojada, mientras analizo un papel blanquiceo y letreado. Agarro el papel, seco aún más mis ojos que ahora estaban intrigados por lo que contenía la hoja, me siento en una banca con aquél dolor que ahogaba a mi corazón en un río de dolor. Y leo lo siguiente:
"Mi vida.
Aprovecho estos momentos de inconciencia y silencio que me ofrece éste desorbitado vacío, para escribirte unas líneas que consigan expresar mi amor, sabiendo que ni la inspiración de la incandecente luz de esta habitación que me hace verte a tí, que golpetea y atraviesa el alféizar de mi ventana, ni las palabras mejor escogidas ordenadas en las frases más bonitas, podrán trascender y definir la profundidad que albergas en mí. Después de todo este tiempo, en un camino de contexto blanco, que me guiaba hacía una luz, alguien se atravesó y me dijo que volviera solo para despedirme de tí.
No sé dónde estoy. Sólo puedo recordarte a tí. A mi lado hay una camilla y sobre ella está el hombre dónde hábito. Hay lágrimas en sus ojos, pero no sé cómo llora si al parecer está muerto. Y ante todo esto, solo tú eres nuestro pensamiento, eres como una silueta de luz que irradia y trae unos maravillosos recuerdos. Conozco tu alma, y sé que significas algo poderoso para nosotros, y estoy aquí porque éste hombre, su corazón y yo; su alma, queremos dejarte un hermoso y dulce mensaje de despedida. Yo, esta alma afín a la tuya, no podrá descansar en paz si me voy y no me despido de ella.
Siempre me sentí pequeño e insignificante ante tu belleza y tu grandeza, «te habla el corazón». Siempre me sentía afortunado y feliz cuando te sentía junto a mí. Porque tengo la certeza, amor mío, de que todo el tiempo a tu lado han sido un regalo, me siento feliz porque conseguí el premio del destino. Me lograste atrapar y me encadenaste con un sentimiento de apego insostenible pero agradable y adictivo. Eres y serás por siempre aquella atadura de amor de la cual nunca me pienso desatar. Estoy orgullosamente feliz de saber que conseguí la afinidad que en decadencia está, «te habla el alma». Cuando estaba junto a tí, sólo sabía generarle sentimientos de emoción a éste pobre hombre. Cuando estuvimos bajo aquel arcoiris de besos, no quería que el tiempo avanzara, sólo podía irradiarle esa fuerza de que tu alma y yo, siempre estaremos juntos. Y ahora que voy a morir, nunca olvides cuán perpetuo es mi amor por tí ¡Oh mi amada Luz! No me dió tiempo de amarte lo suficiente en esta vida, pero tenlo por seguro que te buscaré en la próxima.
Siempre estaré contigo.Tu alma, tu corazón, tu compañero, tu amigo, tu amor.
Te amo."
Carlos se acaba de llevar un pedazo de mi alma junto a él, estas palabras y su recuerdo siempre estarán inculcados en mi corazón. Lo recordaré siempre como el chico del corazón más grande y sincero. Sus besos quedarán grabados en mis labios, porque de ellos tengo el éter de lo que fué y de lo que será su maravilloso amor.
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TÚ ERES MI DEVOCIÓN
Teen FictionDicciones de un «amor no correspondido pero infinito». La historia que están punto de leer, cuenta el crudo camino repleto de un amor silencioso entre Carlos y Lucía. Su día a día es significado de predilección y su amor sinónimo de estigmas. Su lar...