Capítulo 7: Buscando el perdón

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Narra Rubius

Recibí la última carta de H. O. la mañana siguiente de la discusión de Vegetta. Ahora que ya no me molestarían más, tenía que intentar que me perdone. Llame toda la mañana, pero su celular estaba apagado, le envié mensajes pidiéndole perdón, pero Vegetta no los veía. No podía concentrarme en lo que hacía en casa así que decidí ir  su casa, llevé algunas flores violetas y un cartel, pero después de subir en el ascensor y caminar a su entrada pude ver un cartel que tenía escrito "Estoy trabajando, no molestar". 

Claramente no podría ver a Vegetta hoy, tomé el cartel que tenía y le dejé un pequeño mensaje "De verdad lo siento, llámame" y es que me dolía mucho que él estuviera molesto conmigo. Lo único que quería en este momento era oír su voz aunque fuera solo un rato, quería escucharlo. 

Resignado salí de sus terrenos y me quedé un rato sentado bajo la sombra de un árbol traté de escribirle más cosas a Vegetta, pero lo único que podía escribir en ese momento era un lo siento. No quería hablar de H. O. con nadie, menos con Vegetta, no quería involucrarlo... 

Me quedé un buen rato bajo ese árbol, hasta que sentí que dos personas se acercaban, así que no dude en esconderme, cavé debajo del árbol e hice un pequeño refugio debajo de tierra ¿por qué me estaba escondiendo? no lo sabía, pero lo hice por instinto... creo...

Pensando en eso, escuché los pasos más cerca y la voz de dos personas. No los reconocí hasta que estuvieron cerca del árbol eran Luzu y Auron. 

Luzu: Ten cuidado Auronsito, que eso de ahí tiene pinta de mina, que seguro fue Fargan que le encanta el bobeito de las minas.

Auron: No seas tonto mi niño... no tiene sentido que ponga una mina en medio de la nada solo porque sí. Quizá alguien cavó por aquí y aún no creció el pasto. 

Luzu: En eso tienes razón honey, dijo riendo, bueno tengo que hablar con Vegetoide. Nos vemos más tarde en la consulta.

Auron: Te esperaré ahí mi niño. 

Después de eso escuché cómo Luzu se alejaba, pero Auron aún no se movía. 

Auron: Calvo tóxico, ¿ya saldrás o sigues de ratatopo ahí abajo?

Escuchar eso me dejó helado, ¿cómo supo que yo estaba aquí? ¿qué demonios? De pronto Auron cavó y apareció a mi lado tapando el lugar por el que había entrado.

Rubius: Ho-hola Auron, ¿qué tal todo?

Auron: ¿Qué hacías ratatopeando?

Rubius: Yo... no quería espiarlos, me metí aquí por instinto... solo no quería encontrarme con nadie ahora...

Auron: ¿Estas bien?, dijo preocupado.

Rubius: Sí, yo sí, pero metí la pata con alguien y pues no sé cómo pedirle perdón.

Auron: ¿Es esa persona tan importante? Igual lo dejas y se le pasa, dijo indiferente.

Rubius: ¡No puedo dejarlo así! Yo... no quiero que quede así...

Auron: Entonces es alguien especial, ¿será acaso tu omega?, dijo riéndose.

Auron sabía que yo era un Alfa porque un día bebiendo el vinito barato de Luzu le dije que quisiera saber qué era eso de "encontrar a tu omega predestinado" y acepté que era un alfa. Desde entonces me molestaba cada que me veía hablando con alguien del pueblo.

Rubius: No seas imbécil, solo es alguien especial para mi, una persona importante, pero no es amor, solo le tengo confianza y me gusta pasar tiempo a su lado.

Mi alfa es un tontito// RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora