Capítulo 17: Nieves

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Narra Rubius

Podía escuchar una voz preguntándome ¿Quién es Nieves? era un leve eco que rondaba a mi alrededor... ¿Quién es Nieves? abrí mis ojos y me descubrí flotando ¿estaba soñando? era la única explicación posible, pero no me importaba, lo que más me importaba era responder a esa voz en mi cabeza. Nieves...

Mi alrededor comenzó a cambiar, se volvió blanco, ¿eran estos mis recuerdos? El blanco comenzó a llenarme por completo y empecé a sentir mucho frío, ¿estaba nevando? claro... estoy buscando nieve ¿verdad? mi mente volvió a repetirme ese nombre de nuevo Nieves... Nieves... ¿Quién es Nieves?, esa voz daba vueltas por mi cabeza y sonaba triste, ¿por qué quería saber de ella?, ¿por qué dolía escucharlo tan triste? no tenía respuestas así que empecé a caminar en medio de ese blanco lugar.

Podía ver mis pisadas que marcaban la nieve ¿a dónde estaba yendo? no recordaba nada, pero seguía caminando bajando una montaña. Cuando levanté la mirada pude observar un pueblo y de pronto una bola de nieve golpeó mi rostro y al sentir el frío en mi rostro recordé que estaba buscando leña para llevar a casa.

Empecé a quitarme la nieve de la cara y al abrir mis ojos pude ver a una chica de ojos celestes y cabello anaranjado correr hacia mí. Mi corazón se aceleró un poco al ver sus bellos ojos. Ella se acercó a mí y empezó a quitar la nieve restante de mi cabello.

Chica de cabello anaranjado: Perdona.... dijo algo triste, no creí que te daría a ti, yo apuntaba a Mónica, pero me desvié....

Mónica: No digas tonterías, lo que pasa es que eres muy mala jugando, dijo una chica de cabello negro mientras se acercaba a nosotros.

Rubén: No hay problema, dije sonriendo, no las había visto por aquí... ¿ustedes son...?

Nieves: ¡Nieves! mi nombre es Nieves, dijo sonriendo, ella es Mónica, dijo señalanado a la chica de cabello negro.

Mónica: Somos del pueblo ¿nunca vienes por aquí?, dijo con sarcasmo, ¿acaso eres de los alfa de la montaña?

Por alguna razón podía sentir mucha rabia viniendo de Mónica y me sentí un poco intimidado, pero no podía negar que había acertado, después de todo vivía en la cima de la montaña como hijo de dos alfas.

Rubén: Pues adivinaste, dije algo incómodo, casi no bajo al pueblo... vivo en la cima de la montaña y venir al pueblo toma su tiempo...

Mónica: Oh..., dijo mirando a Nieves, yo me voy a casa ¿vienes?

Nieves: Me quedaré un rato más...

Mónica: Como quieras..., dijo algo molesta caminando hacia el pueblo.

Mónica se alejó de nosotros caminando bastante rápido, ¿qué acababa de pasar? ¿por qué estaba tan molesta?

Nieves: Tiene un carácter difícil..., dijo interrumpiendo mis pensamientos, y... digamos que... no le agradan los alfas, dijo riendo nerviosa.

Rubén: Oh... bueno..., dije recordando a mi padre, yo conozco a alguien que detesta a los betas así que creo entender...

Nieves: Bueno... eso no importa ahora, dijo mirándome fijamente, yo me presente, pero tú no lo hiciste ¿no me dirás quién eres?

Rubén: Ah, claro, dije algo nervioso, yo soy Rubén Doblas...

Nieves: Hola Rubén, no vienes al pueblo seguido ¿no? puedo mostrártelo, dijo sonriendo mientras tomaba mi mano y me jalaba en dirección al pueblo.

Rubén: Claro... gracias, dije siguiéndola.

Dejé de sentir la mano de Nieves, ahora me encontraba sentado en medio de una plaza ¿no estaba yendo con Nieves al pueblo?, de repente recordé que ella me había dicho que la esperara un rato en la plaza antes de ir al bosque.

Mi alfa es un tontito// RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora