Capítulo 22: San Valentín

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Narra Vegetta

Cuando desperté era de madrugada, por lo visto me había quedado dormido más tiempo del que esperaba, me levanté y tomé un poco de agua que tenía en mi mesa de noche. Aún traía puesta la ropa con la que había ido a pescar así que decidí cambiarme con algo más cómodo. Cuando terminé fui a la terraza que tenía y desde ahí me puse a observar el cielo... las estrellas se veían hermosas y la luna... aunque aún no era luna llena se veía hermosa.

Me quedé un rato contemplando el cielo hasta que otra vez el recuerdo sobre lo que había dicho Luzu volvió a mi mente "¿estás ciego?, se nota que Rubius estaba hablando de ti." realmente necesitaba saber qué había pasado, ¿qué me dijo Rubius? ¿qué me preguntó? no iba a lograr nada solo, así que tenía que escribir a Luzu para que me lo contara, pero todavía era muy temprano para hacerlo así que volví a mi habitación y me acosté para dormir un poco más ya por la mañana escribiría a Luzu.

Cuando desperté le envié un mensaje a Luzu para vernos, pero no me respondió, supuse que estaría ocupado y no lo quise molestar. Como tenía algunos planos pendientes para nuevas zonas de mi casa, salí a recolectar materiales que necesitaba. Así pasé el día recolectando cosas, pero cuando volví a casa, noté algo extraño en la casa de Luzu, no lo lograba ver del todo, pero parecía que estaba construyendo algo.

Volví a enviarle un mensaje para preguntarle si estaba bien, o si necesitaba ayuda, pero él no me respondió, me parecía algo extraño viniendo de Luzu, pero lo dejé pasar ya que el día anterior después de la pesca se lo veía más animado. Dejé de lado mis preocupaciones sobre él y fui a por cofres para guardar en el jardín los materiales que había recolectado para la casa del árbol que pensaba hacer.

Guardé las cosas y al hacerlo aproveché a contar lo que tenía y me di cuenta de que aún me faltaban muchas cosas por recolectar, en especial hojas, enredaderas y madera. Cuando terminé entré a mi casa para comer algo, bañarme y dormir, estaba cansado de talar árboles todo el día. Al día siguiente me puse a recoger algunas botellas de vino que tenía en mi huerto y después de guardarlas, tenía ganas de tomar algo de aire y descansar un poco así que subí a lo alto de mi muralla y cuando miré en dirección de la casa de Luzu sentí un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal, no la veía con total claridad, pero parecía que toda su montaña se teñía de negro. 

La casa de Luzu siempre había sido blanca, pero ahora parecía que no quedaba rastro del mármol blanco que tanto le costó conseguir. Quería hablar con Luzu, pero algo dentro de mí me decía que no debía hacerlo, mucho menos solo... entonces agarré mi celular y le escribí a Rubius: "Hola chiqui, no quiero asustarte, pero creo que tenemos que ver a Luzu urgentemente, su casa parece inundada de oscuridad" le envié el mensaje y también le adjunté una foto para que viera el lugar. 

El solo ver la colina de Luzu me daba mal rollo, así que bajé a mi casa y traté de distraer mi mente mientras esperaba a que Rubius me respondiera. Revisé algunas cosas que tenía pendiente y terminé de organizar algunas cosas en todo el día, pero Rubius no me contestó, supuse que estaría haciendo algo. ¿A quién debería decirle algo así? Mientras pensaba en eso el sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos.

Al revisarlo, descubrí que era Luzu que me decía "Hola Vegetta, estoy algo ocupado y lo estaré por un tiempo, prefiero no ver a nadie por el momento" su mensaje sonaba muy frío, pero al menos me había respondido lo cual al menos me tranquilizaba un poco, Luzu necesitaba su tiempo para recuperarse, después de todo el tema alcaldía fue duro para él. Entonces escribí "No te preocupes compañero, tómate el tiempo que necesites, pero cuando se pueda avísame que quiero hablar contigo", su respuesta a eso solo fue un "OK", pero me sentí más tranquilo. 

Escribí nuevamente a Rubius para decirle que mejor no se acerque a Luzu ya que por ahora necesitaba tiempo a solas. Le mandé el mensaje y me fui a dormir. Los dos días siguientes estuve ocupado con Mangel que vino a visitarme a casa para darme unos consejos de decoración y con Willy con quien estuvimos trabajando algunas cosas de unos nuevos materiales y crafteos. Justo después de terminar las cosas con Willy y al volver a casa, me encontré con Merlon. 

Mi alfa es un tontito// RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora