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Mi prima me miraba atenta a lo que le estaba contando, era muy tarde ya y yo no podía dormir, ni ella.
— te lo digo Ari, actuó muy extraño ante todo —le dije haciendo referencia a la actitud que Chemi había tomado está mañana. — pues quizás algún mal entendido, alguna cosa así —dijo Ariadna tomando mi mano— quizás deberías ir a hablar con él.
Miré el reloj en la pared, ya era algo tarde y seguramente su cena habría terminado ya, o eso esperaba.
Asentí y me levanté de la silla caminando despacio hasta el edificio de enfrente.
Toqué dos veces y esperé, no mucho, unos 4 minutos cuando mucho.
— Hey —sonreí de lado— ¿Interrumpo la cena? —noté que se tensó, pero de igual manera negó y me dejó entrar.
La comida estaba intacta, y la botella de vino ni siquiera había sido abierta.
Alcé la ceja.
— Úrsula no vino? —lo miré a él, asíntió. — No, sí vino, pero... No cenamos, digamos que... No le cayó bien escuchar que le dijera en la cara que no quería nada más con ella —dijo y se rascó el cuello, hice una mueca y me senté en el sillón a su lado. — Bueno, podemos cenar tú y yo —lo miré sonríente. Asíntió y se puso de pie, en seguida lo hice yo y caminé detrás suyo.
Me recorrió la silla, abrió la botella de vino y me sirvió en una copa. Calentó la comida en el horno y mientras salía se sentó frente a mi.
Lo miré a los ojos tratando de decifrar que era lo que pasaba por su cabeza porque estaba muy distraído.
Le tomé la mano y sonreí.
— ¿Estás bien? —pregunté, me miró a los ojos y asintió— escucha... —suspiré— sobre esta mañana —miré mi plato evitando mirarle a él— lamento si hice o dije algo que te hiciera enojar, yo... En verdad no sé qué fue o porque de pronto parecías tan serio —me tomó la mano — ¿Haz salido con Simon? —soltó de la nada, lo miré extrañamente — ¿A qué viene eso? — Nada,solo quiero saber si haz vuelto a salir con él a cenar —alzó los hombros, negué — por supuesto que no —y no mentía. La última vez que Simon y yo habíamos salido era aquella vez que me contó sobre su nueva novia o cita o lo que sea. — Bien —sonrió, me acerqué un poco más a él hasta darle un beso en los labios y solté una risa. — ¿Por eso era que estabas tan serio está mañana? —pregunté, asintió — Un poco sí... —me tomó la mano — No hay nada de que preocuparse, tanto Simon como yo sabemos que entre nosotros no hay nada más que amistad —confesé, Chemi asíntió y el horno hizo un sonido indicando que nuestra cena estaba lista. Así que se puso de pie y fue a traer los platos para empezar con esta cena a altas horas de la madrugada. Pero no importaba, porque con estar bien con él yo ya era feliz.
• • •
Una semana había pasado desde aquella charla con Chemi. No habíamos vuelto a saber de Úrsula y no habíamos estado tan bien desde que empezamos como lo estamos ahora.
— Hey, ¿Quieres cenar en casa esta noche? —le pregunté a Chemi. Ahora mismo estabamos en su sillón.
Mi prima Ari había vuelto a casa hace dos días y me sentía bastante sola la verdad.
— Claro, ¿Quieres que hagamos juntos la cena o pedimos algo? —preguntó, sonreí. — había pensado en pedir algo, pero creo que hacerlo suena mejor. —me acerqué a él.
Alzó las cejas y me miró. Me senté sobre sus piernas y lo abracé.
— Sabes que estamos completamente solos y que esto puede acabar mal? —preguntó, solté una risa. — No te estoy seduciendo, relájate —me levanté— quiero ver una película —dije en respuesta— y tengo que ir a la oficina de Urban a una junta o algo así dijo Estrimo al teléfono —alcé los hombros. — Por qué no vas a tu entrevista, y al volver vemos una película —propuso, asentí — que eficiente eres muchacho —le di un beso en los labios y caminé a la puerta— me voy a dar un baño antes de irme así que iré a mi casa —asintió. — te veo al volver —dijo dándome un beso más y dejándome ir.
Caminé fuera y me detuve en la entrada porque mi celular comenzó a sonar, lo contesté al ver el nombre de Simon en él.
— Hey —abrí la puerta y me quedé fuera recargada en la puerta— ¿Cómo te fue? — Excelente, cerré el trato y Abigail y yo nos quedamos un rato aquí —sonreí, me daba gusto verlo feliz. — me da mucho gusto Simon, en verdad, ¿Cuando vuelves? —pregunté sin ninguna intención, simplemente por no cortar la conversación. — Mañana, volveríamos hoy pero se nos ha cancelado el vuelo —hice una mueca, escuché una voz lejana en el teléfono— te llamo luego linda, tengo que colgar — Bien, hasta luego —me despedí y escuché el teléfono hacer un beep.
Entré finalmente a la casa y me di una ducha. Luego iría a la junta esta.
• • •
Acababa de bajar del taxi, eran ya las 9 de la noche, mi junta había durado más de lo previsto pero estaba bien.
Subí las escaleras dispuesta a entrar al apartamento de Chemi, pero este estaba fuera fumando un cigarro y mirándome a los ojos con una mirada furiosa.
— ¿Hey que te pasa? —me acerqué, rodó los ojos y tiró su cigarrillo. — mejor lo hablamos dentro —dijo serio, entré y lo escuché cerrar la puerta.
Lo miré a los ojos esperando a que dijera algo.
— ¿No habías salido con Simon dijiste? Eh —alcé la ceja — No lo hice —respondí segura — ¿Y estás fotos qué? —me lanzó unas fotografías, las miré.
Los flashbacks de la cena y el fotógrafo vinieron a mi. Alguien nos estaba poniendo una trampa.
— estas son viejas —dije y me acerqué — ¿¡Y por qué las veo hasta ahora?! —gritó— me has estado mintiendo. Hablas con él, te escuché hoy mismo —seguía gritando.
Retrocedí un poco porque me asustaba su voz de esa forma.
— y yo que me sentía culpable por haber besado a Úrsula el día de la cena —murmuró con los ojos llenos de lágrimas. Abrí los míos y lo miré.
Sentí que algo dentro de mí se rompía...
— ¿Qué hiciste qué? —me atreví a preguntar. — pues lo que oíste —respondió— que no has sido la única que ha jugado mal. — joder Chemi —dejé escapar las lágrimas... No podía seguirlo viendo.
Caminé por su lado y azoté la puerta hasta mi casa.
