ELEVEN

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— ¿¡QUE COÑO QUIEREN?! —grité caminando a la puerta con los ojos medio cerrados, el cabello alborotado y sin pantalonsillos

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— ¿¡QUE COÑO QUIEREN?! —grité caminando a la puerta con los ojos medio cerrados, el cabello alborotado y sin pantalonsillos.

Abrí la puerta, dos siluetas estaban delante de mi, aguantándose la risa.

— vaya humor tienes tía —soltó la inconfundible voz de Pablo.
— ¿Tú qué haces aquí? —abrí bien los ojos, Chemi estaba a su lado sonriendo de lado y mirándome con ternura.
— Sí gracias, me encantaria pasar —siguió Pablo— Venimos a ayudar a Chemi a mudarse —me acomodé el cabello y los dejé entrar.

—coño Elisa, podrías haberte puesto pantalones —se burló
— Pablo, esta es mi puta casa, son las siete de la mañana y o me avisaron que venían —dije arrojándome al sillón junto a él y junto a Chemi.
— bueno, te dejamos dormir —dijo este último— no te preocupes
— no no, solo espérame a qué me ponga un pants o algo para ayudarles —me levanté y caminé hasta el cuarto.

De nada servía que me pusiera bonita si igual no iba a lograr nada con Chemi.

Me vestí y salí, los chicos estaban charlando pero al verme se callaron.

— ¿Nos vamos? —dijo Chemi mirándome de arriba a abajo. Asentí, caminé hasta la puerta y salimos.

Íbamos corriendo escaleras abajo, la verdad es que cuando me levanto muy temprano sin dormir mucho me ponía de malas.

Amelia me sonrió al verme y salió de su cabina.

— Les puedo ayudar a subir cosas —dijo ella mirando a Chemi, me detuve junto a Blon y me recargué en él.
— ¿Vendrá alguien más? —pregunté
— Ginés y Manel vienen en camino aqui pero seguramente llegarán cuando hayamos terminado —asentí, Pablo me abrazó un poco mientras que Esperábamos a qué las cajas fuesen dejadas en la entrada.
— los muebles nos encargamos nosotros, pero si quieren hacer el proceso más rápido puede subir las cajas —dijo uno de los hombres, asentimos y tomamos cada quien una caja.

Subí los escalones con cuidado, la verdad, no me sentía bien en absoluto.

— estás muy callada —dijo Chemi parándose a mi lado subiendo a la par mía.
— Tengo sueño —reí— pero está bien.
— Te invito a desayunar luego de esto, ¿Que dices? —preguntó, sonreí
— suena genial, pero creo que deberíamos invitar a los otros también... ¿No crees?
— No, quiero ir solo contigo. Necesito consejos nuevos —asentí
— ah sí? —miré al frente— ¿Por qué?
— me gusta una chica... —alcé las cejas, él sonrió— sé que es repentino, pero bueno...
— ya, así es el amor, no? —asintió.

Dejé la caja en suelo.

— iré por otra caja —dije y bajé de prisa. Joder, como dolía.



— Bien, está es la última — dijo Chemi cargando la caja final. Llevábamos 2 horas haciendo lo mismo, estaba cansada, y moría de hambre.

— ou, Elisa, creo que te buscan —dijo Amelia mirando afuera, miré en esa dirección para ver al rubio con el que salía en la entrada con un tulipán en la mano y una sonrisa en el rostro, impecable como siempre aunque menos formal que de costumbre.

Aʟᴡᴀʏs ﹣ Sᴋᴏɴᴇ (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora