¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— ¿Qué quieren hacer ahora? —preguntó Simon. Todos nos sentamos en círculo ya después de habernos vestido con ropa seca — ¿Jugamos botella? —preguntó Blon, lo miramos raro— ¿Qué? Nadie aquí tiene novio y todos somos amigos —alzó los hombros. — Son cinco niños y solo yo y Ariadna —respondió Elisa. — bueno, nadie dijo nada de besos, podemos jugar a los retos —alzó los hombros — bueno, bien —finalmente concluyó Elisa.
Manel trajo la botella y la puso al centro.
Pablo la giró para abrir el juego, se detuvo con la tapa en mi.
— ¿Verdad o reto? —me preguntó, reí. — Reto —Blon era tan hijo de puta, que seguro me hacía confesarle a Elisa aquí mismo. — Hmmm —pensó, Elisa miró a otra parte— besa a Elisa. — ¿Qué mierda Pablo? —soltó Elisa abriendo sus ojos. — ¿Qué? Son amigos —alzó los hombros.
Elisa lo miró seria, me dolía el rechazo. — No, Pablo cambia el reto, por favor —pedí, me levantó la ceja. — No hermano, los retos son retos, tienen que cumplirlo —animó Simon. Elisa soltó una risa un poco extraña y se levantó.
Me puse de pie también.
— no miren —les ordené.
Todos se giraron a otra parte, le regalé una sonrisa a Elisa, que me respondió de igual forma.
Estaba nervioso, muy nervioso. Este sería el primer acercamiento más allá de amigos que tendría con ella, y me estaba volviendo loco.
Elisa parecía nerviosa también.
Puse mis manos temblorosas en su cintura, las quité con nervios.
— venga, está bien —respondió y con sus manos tomó las mías y las puso en su cintura.
Me acerqué a ella, nuestras respiraciones chocaban la una con la otra, sonreí un poco y luego finalmente y como tanto esperaba... La besé.
Sus labios se sentía suaves, y sabían dulces aunque con un toque de alcohol. Elisa tenía sus manos en mi pecho, las subió un poco hasta mi cuello.
Quería pellizcarme para saber si esto era un sueño o parte de mi imaginación, pero no quería parecer un loco.
El flash de una cámara nos hizo separarnos. Pablo sostenía el celular frente a nosotros.
— Te dije que matarias el momento —se burló Simon.
Elisa soltó una risa y volvió a su lugar. Hice lo mismo tratando de calmar la felicidad que sentía dentro de mí. Porque sentí que mi corazón iba a salirse de mi pecho.
• • •
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Joder Pablo, lo del beso fue demasiado —le susurré, estábamos un poco apartados de los demás — pero lo disfrutaste, ¿No? —sonreí— soy un amigo estupendo — Sí, pero Chemi no quería, lo viste tú mismo —rodé mis ojos. — Bueno, pero lo hizo —alzó los hombros... Iba a responderle algo, pero Simon se acercó a nosotros.
— Elisa, los chicos ya se van de vuelta, ¿Te irás con ellos? —asentí— en realidad, me gustaría que te quedaras —sonrió. — bien, entonces me voy a quedar aquí, solo iré a despedirme —asintió.
Caminé junto a Pablo en silencio hasta la salida.
— ¿Te vas a quedar aún después del beso con Chemi? —preguntó en un susurro — Chemi no quería besarme, y Simon no me ha hecho nada malo como para negarme a quedarme aquí con él —hice una mueca— Debo intentar superarlo Pablo — No deberías, pero como quieras —sonrió
— ¿Nos vamos Elisa? —preguntó Ginés — Me quedaré dormir aquí, pero vayan, Ari tiene mis llaves —asintió, Chemi me miró un poco extraño. — Bien, nos vemos mañana —dijo Pablo y me abrazó.
Suspiré mientras lo veía irse, se supone que debería estar feliz de quedarme con un chico guapo como Simon.
Volví dentro, Simon estaba sentado en el sofá con los codos recargados en sus rodillas y las manos en su barbilla.
— ¿Para que querías que me quedara? —me senté a su lado, se giró a mirarme — Quiero hablar contigo acerca de algo... —asentí, me tomó la manos entre la suyas— Elisa, creo que es obvio decir que me gustas mucho —sonrió— que te quiero como a pocas personas he querido... —miré al suelo— y sé que no sientes lo mismo por mi —me tomó la mejilla con una mano mientras seguía sosteniendo mi otra mano. — Simon... — No hay que explicar nada, ni tienes que disculparte —asentí— no puedo obligarte a quererme — sí te quiero —suspiré— solo que no de esa manera — lo sé —asintió— también sé que estás enamorada de alguien más —lo miré a los ojos — ¿Qué? —cuestioné — Sé que amas a Chemi —mi respiración se detuvo, me robó el aliento oírlo decir aquello— notó en tu mirada la felicidad de estar con él... Notó como sonríes tan natural cuando estás con él, cuando lo miras. —me salió una sonrisa— eso es lo que quiero para ti —me soltó— que seas feliz, y si no es conmigo, está bien. — lo lamento —negó. — No lo hagas, pero hazme un favor —asentí— no dejes de ser mi amiga. — Nunca Simon —lo abracé — y sé feliz con Chemi —solté una risa. — creo que ahí te voy a fallar, porque no creo que él quiera ser feliz conmigo —se separó. — ¿Bromeas? —rió— ese chico está enamorado de ti Elisa, lo sé — ¿Te lo dijo? —pregunté — No, pero lo sé —alzó los hombros— solo basta con mirar la atención que te presta, la forma en que te mira cuando estás distraída, y las sonrisa que hay en su rostro apenas tu apareces. — Son alucinaciones tuyas, Chemi está enamorado de una chica —hice una mueca— él me lo dijo — Que raro —suspiró el rubio. — Ya, así es a veces —alcé los hombros.
Miré a otro lado y sonreí.
Al menos ahora tenía una presión menos en el pecho, porque ya no tendría que fingir que quería algo con Simon, ahora solo seríamos amigos en serio.
• • •
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— es que no lo entiendo Pablo —me puse las manos en la cabeza— por un momento creí sentir que me quería con el beso que nos dimos — Bueno, pues quizás si es así — no, Pablo, no —negué— es obvio que si se quedó con Simon es porque definitivamente no le gusto, ni siente nada por mi —se hizo un nudo en mi garganta.
