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Me quedé parado viendo su silueta aunque ya no estaba aquí. Me había dolido verle con lágrimas en los ojos, y saber que era mi culpa. Pero ella me había hecho daño también.
Quería... No lo sé. Estaba muy confundido ahora mismo. Solo quería dormir y que nada de esto hubiese pasado, que despertara yo entre sus brazos y no existiese Simon, ni Úrsula... Que siempre hubiésemos sido solo ella y yo.
Me tiré en el sillón con la boca para arriba, cerré mis ojos y me abracé yo mismo.
Tenía que ser fuerte.
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La obscuridad de mi habitación me estaba volviendo loca, me había cansado de llorar por tanto tiempo, y me había comido tanto la cabeza que no sabía que mierda hacer ahora.
Vi el reloj de mi celular, eran las cuatro de la mañana. Me senté y saqué el cigarrillo. Lo puse entre mis labios y lo encendí, usualmente fumaría afuera, pero por alguna razón siempre que salía a fumar afuera, Chemi aparecía.
Y ahora mismo lo único que quería era verle. Me dolía pensar en que había besado a Úrsula de nuevo... Estando conmigo.
Me puse de pie y caminé hasta a sala para ponerme una sudadera sin dejar de fumar.
Guardé en el bolsillo de la misma la cajetilla y el encendedor y salí de mi casa bajando a toda velocidad las escaleras hasta la calle.
Necesitaba caminar, aunque fuese peligroso.
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