TWENTY NINE

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— ¿Y como te va en la vida chica? He visto por ahí que no lo has pasado bien

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— ¿Y como te va en la vida chica? He visto por ahí que no lo has pasado bien... —dijo Mister poniendo su mano en mi hombro. Estábamos sentados en el sillón del jardín del hotel.
— Pues no, Mister —bufé— la estoy pasando de la mierda
— Ya, me lo imaginaba —asintió— pero por dios tía, si tú eres la chica más fuerte que conozco, ¿Quien coño puede tumbarte a ti? —sonrió— no me digas que el rubio ese que traías porque como lo vea le tumbo un par de dientes —negué de prisa.
— No no, de hecho Simon también se vio afectado por la misma situación de mierda —solté el aire con fuerza— ¿Te acuerdas de Úrsula?
— ¿La chavala esta que traía el Chemi a las compes y que nadie quería? —reí
— Sí, esa —miré al frente— nos tendió una trampa y envió a Chemi y a la novia de Simon unas fotos mías con Simon cenando en un restaurante, pero eran fotos viejas y además sacadas de contexto. —hice una mueca.
— Ostia, ¿O sea que tú eras la chiquilla de la qué hablaban todos que tenía a Chemi babeando? —solté una risa a la par que asentía— entiendo claro porque se puso así —rió— yo creía que nadie era tanto como para enamorar a Chemi, pero tratándose de ti lo entiendo.
— pues muy enamorado no estaba, porque se besó con Úrsula estando conmigo —Mister abrió sus ojos sorprendido.
— Ala, que mierda —asentí— pero bueno, quizás fue un plan de la misma arpía esa, no justifico al Chemi y sabes que no lo defiendo, pero me parece que la mujer esa pudo manipular las cosas para que el Chemi hiciera semejante tontería —No había pensando en eso. Por eso me gustaba hablar con Mister, era un genio.

Me recargué en su hombro y me quedé pensando...



Desde que Elisa me había dicho lo de Simon, no podía dejar de pensar en lo mucho que le había hecho daño a una persona que no se lo merecía en absoluto

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Desde que Elisa me había dicho lo de Simon, no podía dejar de pensar en lo mucho que le había hecho daño a una persona que no se lo merecía en absoluto. Bueno, quizás no había sido yo directamente pero creo que sí hubiese dicho a Úrsula bien las cosas no habría recurrido a hacer semejante cosa.

Salí al jardín a fumar un cigarrillo y vi a Elisa hablando con Mister, suspiré, también me sentía mal por desconfiar de ella y por haber sido un tremendo imbécil.

Saqué mi teléfono y busqué el contacto de Simon, si quería arreglar todo esto tenía que empezar por lo más pequeño.

Esperé a que respondiera, dió un par de pitidos y luego me respondió una voz femenina.

— ¿Quien habla? —preguntó.
— Eh... Soy Chemi, ¿Podría hablar con Simon? —miré la pantalla asegurándome de estar llamando al número correcto.
— Sí, espere, está en su oficina —hice un sonido aprobatorio y escuché los tacones caminar un poco.

Luego, la voz del inglés se hizo presente.

— Chemi, perdona que no respondiera yo mismo mi móvil, lo olvidé en el escritorio de mi secretaria. —rió— ¿Qué pasa? —sonaba tan amable a pesar de todo.
— Eh, Simon... —me rasqué la nuca— escucha, quería disculparme por lo que pasó de las fotografías y eso —dije apenado— Lamento mucho que hubiese pasado lo que pasó con tu novia y eso... Elisa me lo contó —escuché su silencio por algunos segundos y luego como se aclaraba la garganta.
— Tú no me hiciste nada, Chemi, no tienes que disculparte por algo que no hiciste —volvía el tono amable— y por eso, no te preocupes, he logrado explicarle todo a mi chica y ahora estamos mejor —sonreí sin pensar— por lo que resta, si me dejas aconsejarte aunque no seamos amigos —soltó una risa— No dejes ir a Elisa —lo escuché suspirar— es una chica muy especial, y sé de sobra que te quiere y que tú la quieres a ella.
— no tienes idea cuánto —dije en un tono agobiado.
— Entonces ve a por ella, no esperes a que venga otro, o a qué ella se olvidé de que te quiere, a que se canse de intentar, a que se convenza de que no la quieres... Deja el puto orgullo de lado y ve a decirle lo que sientes —asentí, este tipo tenía razón, este tipo era un genio, era brillante— Si me entero un vez más que te permites perderla, te juro por dios que te iré a buscar para darte dos guantazos —reí— Ustedes dos se merecen estar juntos, han esperando por tanto tiempo...
— gracias Simon, eres un ser humano increíble —sonreí con la mayor honestidad que pude aunque el no pudiera verme
— Me lo dicen a veces —acompañó su comentario con una risa sutil y corta— tengo que colgar, Chemi, pero arregla todo con ella. No llegues a decirle todo de golpe porque no te va a escuchar, ve paso a paso, pero no te quedes sin hacer nada —sonreí
— gracias de nuevo Simon —después de su respuesta, se escuchó el beep.

Sonreí, miré a dónde Elisa estaba y asentí.

No iba a dejarla ir, mereciamos estar juntos.



Hoy era la jornada de fms, estaba tomando un par de fotos de los chicos, de sus convivencias, de la gente que comenzaba a llegar y poco más

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Hoy era la jornada de fms, estaba tomando un par de fotos de los chicos, de sus convivencias, de la gente que comenzaba a llegar y poco más.

No había visto a Chemi en toda la mañana, ni en el camino aqui, tenía que fotografiarlo porque era el que me faltaba.

Sentí que me pincharon el brazo, me giré y lo ví frente a mi. Sonrió.

— Hey —dijo en un tono tranquilo— me dijeron que me estabas buscando —asentí
— tengo que fotografiarte —dije y levanté mi cámara. Chemi posó y yo le tomé la fotografía.— listo —dije dispuesta a irme pero me detuvo su voz
— ¿Puedo verla? —preguntó, asentí y se la mostré.

Estábamos muy juntos, y sentía el calor de su cuerpo.

— me veo guapísimo —dijo sonriente
— ¿Puedes verte de otra forma? —dije sin pensar, Chemi me miró sin alejarse dejando su cara muy cerca de la mía.

Mi respiración comenzó a acelerarse y no para de mirar sus labios al igual que él miraba los míos.

Sonreí.

Extrañaba estos momentos de tensión con él.

Aʟᴡᴀʏs ﹣ Sᴋᴏɴᴇ (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora