NINE

923 69 47
                                    

- Sin duda tienes un buen perfil, además, si Elisa confía en ti no tengo motivo para desconfiar yo -sonrió Amelia, Chemi se tomó uno de sus brazos con el otro y me miró

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Sin duda tienes un buen perfil, además, si Elisa confía en ti no tengo motivo para desconfiar yo -sonrió Amelia, Chemi se tomó uno de sus brazos con el otro y me miró.
- Bien, entonces... -murmuré, Amelia me miró
- vayamos a mi oficina abajo a firmar y a partir de esta tarde es tuyo -dijo ella sin dejar de mirar a Chemi.

- bien, vayamos entonces -dije y caminé a un lado de ellos.

Habíamos vuelto Chemi y yo a Madrid apenas se acabó la jornada. La verdad era, que desde que me había dado cuenta de lo de Chemi... De que me gustaba, no me sentía cómoda estando a su lado. Constantemente sentía nervios, y a la vez, me sentía increíblemente culpable de enamorarme del ex novio de mi amiga.

Así que, me estaba empezando a alejar de él.

Cómo primer objetivo para alejarme de él, había decidido volver a llamar a quien no creí que volvería a llamar: Simon.

Él había aceptado venir a mi casa gustoso esta misma tarde, así que lograría alejarme del pensamiento de amor hacía Chemi al menos por un rato.

- bien, esto ya está firmado, puedes traer tus cosas cuando quieras -le sonrió Amelia. La miré de reojo como, inconscientemente, le echaba miradas coquetas a Chemi.

El fuego de mi estómago estaba quemando todo ahí dentro, y creo que no podía disimular mi mala cara porque Chemi me alzó la ceja.

- acabo de recordar que tengo algo que hacer arriba, pero los dejo aquí solos, venga -dije y salí de la pequeña oficina subiendo las escaleras en tiempo récord para correr a casa a azotar la puerta.

Me arrojé al sillón boca abajo presa de la frustación. Que te gustase alguien era cojonudo, pero que te gustase alguien con quién jamás ibas a poder estar... Eso dolía.

Porque ahora mismo, Amelia tenía más posibilidades de estar con Chemi que yo, aún cuando lo acababa de conocer y yo lo conocía de varios años.

Porque a mí solo me veía como material de amistad, yo era como una amiga más que lo escucha en sus decepciones amorosas y le da consejos. Yo no era nada.

Hice puchero cuál niña pequeña y cerré mis ojos, odiaba enamorarme joder, lo odiaba con ganas.

Mi celular comenzó a sonar, me levanté con desgano y contesté.

- nena -sonreí, al menos Simon estaba para mi- sé que iba a pasar por ti hasta dentro de una hora pero ahora mismo estoy solo en mi apartamento y pensé que podríamos quedarnos aquí y ver alguna película -sonreí.
- suena increíble -me puse el cabello detrás de la oreja- llego en 30
- que va, yo voy por ti y pasamos al supermercado -y colgó, siempre era así con él, un caballero, pero a mí me gustaba el que ni siquiera me ve.

Me metí a mi habitación y saqué un pantalón azul algo roto, una camiseta de tirantes y me calcé un suéter encima. Me miré al espejo, no sabía de donde había salido este suéter, pero me quedaba de puta madre.

Me senté a esperar a Simon, no quería ver a Chemi, quería alejarme de él. Haberlo traído aquí, haberle enseñado el apartamento de enfrente y haberle dado buenas recomendaciones a Amelia de él eran las tres peores cosas que había hecho.

Tocaron a la puerta, sé que no es Simon, porque él tiene que primero pitar para entrar, así que, como esperaba, le abrí la puerta a Chemi.

— ¿Que tenías que hacer? —preguntó a penas entrar
— voy a salir —respondí— a menos que quieras que me quedé aquí contigo... —esperaba que, como yo quería, dijera que sí.
— no, está bien —asintió— yo iba a pillar el tren ahora para traer mis cosas mañana —sonrió— pero... Quizás salga con Amelia.
— ah vale, eso no es asunto mío —digo y me doy la espalda, para que no vea mi puta cara de mierda y decepcion que llevo en ese momento.

El timbre se hizo presente causando que yo corriera como loca a contestar el intercomunicador. Que no quería que Chemi viese a Simon, cuando se suponía que lo había dejado.

— ya bajo, espera —dije de prisa y colgué. Me giré a ver a Chemi— te quedas en tu casa, quizás vuelva hasta mañana, no lo sé.

Asíntió un poco serio. Salí y bajé de prisa, me urgía estar con Simon y olvidarme de una vez por todas de Chemi.



La vi irse, le pegué un puñetazo a la pared y me tire en el sillón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La vi irse, le pegué un puñetazo a la pared y me tire en el sillón.

¿Por qué pensé que podría ella enamorarse de mi? Si claramente soy un amigo nada más, si no me verá jamás como un novio.

Me quedé mirando a la nada, había salido con un chico que sí que le gustaba, un chico que quizás estaría con ella abrazándola, besándola... Y ella a él.

Me puse de pie y salí de su apartamento, debia volver a casa, debía empacar... Aunque ya no sabía si quería verla todos los días de la mano de alguien más.

Sería muy difícil verla salir con otros chicos que no son yo, mientras yo estaba tirado en la mierda.

No debí jamás enamorarme de ella, desde un inicio hice mal. Ella jamás me vio como algo más, y jamás lo hará.

Bajé los escalones lentamente, Amelia me sonrió desde su oficina.

— la cena queda pendiente entonces? —preguntó viéndome la maleta.
— sí, lo siento —sonreí— cuando Elisa vuelva podrías decirle que volví a Málaga?
— claro, yo le digo —asintió, ella parecía una linda chica. Una chica que quizás me querría mucho, que le interesaba saber de mi...

Pero yo no podía dejar de querer a la rubia de ojos verdes que tenía por amiga, y que no saldría conmigo ni aunque le pagara.

Tomé un taxi y fui al aeropuerto, quizás... Quizás si nos alejabamos dejaría de quererla. Pero no sé qué me dolía más, si aceptar que ella no me querría, o alejarme de ella por completo.

Joder, se había adueñado de mis pensamientos. Y lo odiaba.

Aʟᴡᴀʏs ﹣ Sᴋᴏɴᴇ (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora