¿Qué mas da? /BTS/

CULPABLE

Taehyung dejo de penetrarla. Nam Joon se levantó de su asiento y limpió cerveza de su boca con su brazo.

—Vamos hyung, tu turno— invitó Taehyung.

Tae tenía su pene rosado y palpitaba de placer.

—Linda Any, por favor lame mi pene y trágatelo— Ordenó Nam Joon . Tal como si fueran ordenes de un general, ella lamió su pene cual paleta y lo metió hasta el fondo de su garganta.

—Oh si, vamos nena, es tu polla favorita.

Annabel sonrió al escuchar eso ultimo. Aunque, al parecer, esto fastidio al chico.

—¿Te divierten mis palabras?— NamJoon no lucia muy contecto.

Any no dijo nada, esto hizo molestar más a NamJoon. —Veras que no es bueno tomar mis palabras a juego.

—No comprendo.

La levantó con fuerza y de un movimiento brusco, la empino sobre la mesa de billar, levantó su pierna izquierda, la sujeto sobre la mesa, mientras la otra pierna sostenía sus caderas, tiro de la falda y la penetro fuertemente y muy rápido.

—¡Grita mi nombre!.—Dijo y le soltó una serie de nalgadas que hicieron que los glúteos de Annabel se enrojecieran.

—Vamos Nam, no seas tan duro con ella— Comentó JIn sintiendo un poco de lastima por aquella chiquilla.

—Calla, y solo observa que de esto te estas haciendo tu paja.

Annabel intento levantar la cabeza, pero Nam Joon la sujetaba fuertemente del cuello para que no moviera y pudiera seguir sometiéndola.

Rasguñó su espalda con fuerza bestial —¡He dicho que grites mi nombre y te disculpes por ser una perra mala!

—Discúlpeme... ahhhh.ahhh discúlpeme...— Annabel escupía aquellas palabras mas por dolor que por placer, en un intento de que el le soltara.

La espalda le ardía a causa de los rasguños de Nam, el ritmo de sus caderas penetrándola se acelero.

—Ya casi es momento de tu leche, perrita—Dijo Nam soltándole otro par de nalgadas.

En verdad estaba doliendo, no soportaba mas las embestidas de Nam, como pudo hizo que se saliera de su vagina y tan exhausta como adolorida, se quedó la misma posición, tratando de recuperar un poco de las fuerzas que le fueron arrebatadas.

—No niña, aquí haces lo que nosotros dispongamos, eres nuestra.

Nam Joon sujeto su pene y escupió sobre el una gran cantidad de saliva, de un movimiento seco metió su enorme pene en la cavidad rectal de Annabel.

—Nam!!! Duele muchísimo, sácalo!—exigía entre sollozos

Nam Joon se sorprendió ante el estruendoso grito y apenas metió su pene lo sacó. Annabel cayó al suelo, retorciéndose del dolor ¿La respuesta de NamJoon? Derramar su semen, mientras ella estaba en el suelo.

—Eso no se debe de hacer, eres un imbécil— Le recriminó Taehyung.

Nam Joon salió muy molesto de la habitación. Y junto con el Jin.

***

Taehyung le ayudó a levantarse. Annabel estaba llorando. Tae seguía desnudo y su mirada paso de ser perversa a una preocupada, la acercó a el y le abrazo tiernamente.

Jung-Ho Seok, trajo un par de batas de baño inmediatamente.

—Lo siento mucho Any, Nam estaba muy ebrio.

Annabel no puso atención y solo seguía aferrada al abrazo de Taehyung.

*DOMINGO *

Annabel no sabia que pensar, ninguno de los chicos le había lastimado realmente a la hora de tener sexo, Nam lo hizo, y hasta ahora, el dolor en su cavidad era intolerable. No podía evitar llorar al recordarlo

Taehyung le dio una pomada y otras cosas para aliviar el dolor.

—Lamento todo esto que te esta pasando Any, no debimos de involucrarte. Me siento culpable— Le diría Taehyung justo cuando la llevaba a casa la noche del suceso.

Ella no habló en toda la noche, solo quería llegar a casa, darse una ducha, aliviar el dolor y dormir.

Deseó no haberlos conocido.

*LUNES*

Permanecer sentada era un verdadero infierno, puesto a que el dolor era considerable, por lo que no entrar a clases y salir a caminar era más cómodo para ella. Caminaba en un pasillo solitario y a lo lejos escuchó voces.

—Te dije que no debías de hacerlo aun, fuiste muy estúpido— Dijo alguna voz cuyo origen era desconocido para ella.

—No fue mi culpa, ella se lo gano— Respondió alguien más.

—Ella aun no estaba preparada ¿No lo entiendes?

—Al menos tuvo suerte que no lo hiciera Min Yoon Gi, o no volvería a caminar esa niña

—Deja de escupir tonterías. Creo que ya no se puede hacer nada al respecto.

¿Min Yoon Gi? ¿El mismo que ella conocía? Desde luego, era Nam Joon y Jung Ho-Seok. Estaban hablando de lo sucedido con Annabel.

Vaya, ellos se cuentan todo al respecto ¿Así que querían prepararla para tener sexo anal? Ella era otro de sus juguetes, como Seulgi seguramente. ¿Qué demonios pasaba? ¿Hasta cuando le seguirían tratandola de tal manera? Todas esas cosas pasaban por la mente de Annabel mientras seguía deseando no haber escuchado aquella conversación.

***

Siguió caminando muy confundida y con un nudo en la garganta, realmente había disfrutado del sexo con los chicos, pero ¿Hasta cuando seria así, cuando se aburrirían de ella?

Sus pasos la guiaron a un edificio que desconocía aun, se metió, estaba casi vacío. Pasaba por las aulas y por el pequeño vidrio de las puertas notó que eran salones de música, de los talleres optativos, tan sumergida estaba en sus pensamientos que no había escuchado aquel suave sonido hasta ahora, era música de piano.

Le impresiono un poco y siguió el sonido, pronto reconoció la melodía, era una de las baladas de Frederic Chopin, lo sabia por que a su padre le agradaba esa música.

Se escabulló al pequeño auditorio y encima del escenario se encontraba el pianista, tocaba un hermoso y enorme piano. Sin pensarlo, guiada por la curiosidad, se acercó poco a poco. De pronto... esa silueta, el cabello... creía saber quien es. Cuando estuvo en un punto donde se le permitía ver un poco del rostro de su intérprete lo supo, era Min Yoon Gi.

Volteó.

—¿Qué haces aquí Annabel?— Preguntó claramente exaltado.

—Yo solo... me perdí, lo siento, no quería interrumpir.

—No me sorprende, eres estúpida.

Era verdad, se dijo así misma y ese comentario le dio justo en el recuerdo de la noche de viernes.Solo agachó la cabeza, corrió hacia afuera y estando ahí echó a llorar tapándose el rostro con las manos

Sintió una presencia

—Te han lastimado ya ¿Cierto?— Yoon Gi Descubrió su rostro y le acerco a el, la abrazó.

Pudo sentir la calidez de su cuerpo, y no, esta vez, no era la "calidez" que le brindaban los demás chicos, era una distinta, sintió que la quería.