Cabello rojo y coletas trenzadas.

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Nam Joon se apresuró a buscar condones y al darse cuenta que no tenia en su recamara salió presuroso.

—No tardo, dame un momento. Lo siento.

Annabel suspiró y se sintió incomoda por un segundo. Antes de que pudiera asimilarlo se abrió la puerta, era Jimin. La tomó de la mano y con una fuerza increíble y sin decir nada la llevo hasta una habitación que parecía casi escondida en la casa, se adentraron en ella. Annabel ya estaba mareada y aun excitada. La habitación era muy bonita, decorada elegantemente y la cama tenía ropas ultramente blancas.

—Ahora si niña yankee (así se refieren usualmente los extranjeros a los estadunidenses) vas a ser mía de una vez por todas.

Jimin sudaba y mojaba sus labios, ya tenía una gran erección bajo su disfraz de policía.

—Pero Jimin ¿Cómo es que me has encontrado en la habitación de Nam?— Preguntó nerviosa la chica.

—Desde que note que ibas caminando sola hacia el baño te seguí, pero Nam Joon se me adelantó. Aun así, los seguí y espié. Vi como te tocaba en su habitación y eso hizo que te deseara aun más. Mírate, eres perfecta y quiero estar dentro de ti— Jimin la empujó hacia la cama bruscamente.

—Jimin, ¿Y si Nam Joon nos atrapa?

—Entonces haremos un trio— Se empezó a reír y añadió. —No es verdad, solo bromeaba, pero definitivamente si serás mía esta noche y todas las que yo quiera.

Jimin comenzó a quitarse la camisa, tenía un hermoso vientre y torneados brazos, un chico con la cara de un ángel y cuerpo de hombre, Annabel estaba mojando sus bragas.

—Debería de quitarme los pantalones, ¿O tu lo harás?

La chica se quedó pensativa, Jimin parecía molesto, bajo con rapidez su pantalón y dejo a la vista su exquisito pene, se veía perfecto. La tomó la cabeza y la inclinó hasta sus caderas.

—Chupa— Ordenó

—Jimin, yo...

—¡Chupa he dicho!

La hizo ponerse de rodillas en el piso y metió su pene en la inexperta boca de la chica, ella sintió que aquel miembro no cabía en su boca, aun así, disfrutó de un cierto sabor salado que le ofrecía, Jimin gemía de placer y movía rítmicamente sus caderas, de modo que la boca de Any chupara y lamiera todo su pene.

—¡Joder!, que boca tan hábil tienes niña.

Annabel miró hacia Jimin y notó cómo la observaba con demasía y excitación, esa mirada le provoco y se esforzó mas por juguetear con aquel rico pene.

La levantó del piso y la tiró en la cama, se subió encima de ella y comenzó a desbotonar su jersey, dejando el sostén al descubierto. Cómo pudo le quitó el jersey y el sostén, tomó uno de sus pechos y comenzó a lamer y mordisquear el excitado pezón.

—Ahhh! Jimin, me duele.

—Pero se que te encanta— respondió esbozando una sonrisa.

Empezó a lamer el cuello de ella y fue bajando poco a poco, pasando por sus senos, el vientre, cuando llego a donde estaban abotonados los shorts, desabrocho y bajo el cierre, lentamente los deslizo por las lindas piernas de la chica, mientras la veía fijamente y observaba todo su cuerpo. Tiro los shorts al piso y al darse cuenta que las bragas estaban mojadas, se acercó a la palpitante vagina e inhalo el aroma que desprendía.

—Nena, eres deliciosa.

El de desvistió por completo, dejándose puesto solamente sus grandes botas policiacas, parecía un modelo, se acostó sobre la cama y le hizo subir en el, jugueteo un poco con los senos nuevamente y empezó a acariciar el bien formado trasero de Any, ella se inclinó hacia el para besarlo y lamer sus orejas y cuello, cada vez sentía mas duro su pene. De un movimiento rápido la despojó de sus bragas.

¿Qué mas da? /BTS/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora