Secreto

Capítulo 15. Una agónica espera y una llegada llena de amor.

Dos meses más habían pasado, Loki ahora con un orbe de seis meses en vez de vientre sonreía cada que ponía su mano en ese sagrado lugar lleno de vida y su pequeño arroz le correspondía abultándose contra su palma, era una forma de comunicación que tenían ambos, para decirse el uno al otro "aquí estoy, jamás te dejaré"; Los caprichosos antojos de Loki ahora eran cada vez más extraños, mezclaba lo dulce con lo salado, como huevos revueltos con mermelada de fresa en vez de salsa de tomate, y de vez en cuando le atacaba el antojo nocturno de devorar carne cruda... y no precisamente la de Thor... ejem...

Se bajaba en total silencio hasta la cocina y atacaba el almacén donde guardaban la carne fresca de la última caza, cortaba un pedazo del animal que estuvieran colgando mientras se desangraba y lo comía, sin sal ni nada, solo así... sin más ni más, procurando que no tuviera ni un rastro de piel del animal, a veces bajaba solo con sed... pero sed de la sangre del animal que colgaba degollado para ser preparado en la cena de mañana...

Cuando llego al extremo de tener esa necesidad de sangre Loki ya portaba un notable vientre de ocho meses, a nada de dar a luz, y de la noche a la mañana comenzó con fiebres, debilidad, falta de apetito, o a veces falta de temperatura corporal, los sanadores estaban casi seguros que se debía al nuevo habito nocturno de beber sangre animal alta en grasa y no purificada para dicho acto, le prohibieron rotundamente hacerlo, al punto de que Thor empezó a pasar noches en vela cazando el momento en que Loki se despertara para ir y asaltar el almacén, una noche el dios del trueno se aterrorizo, la imagen que vio de Loki lo dejo pasmado, ese no era su adorado embustero, definitivamente estaba en su forma azul, con su figura afeminada, pero sus ojos completamente rojos, sin nada más que ese rojo sangre, sus cuernos que en un principio lucían hermosas flores ahora eran negros y retorcidos y unos colmillos asomaban atreves de sus labios ennegrecidos, Loki lo volteo a ver con una sonrisa perturbadora y se comenzó a acercar a él arrastrando los pies y posando su mano en su vientre, Thor tenía los ojos abiertos de par en par y los labios apretados incapaz de pronunciar palabra alguna.

—¿Qué ocurre? ¿A caso ver la verdadera forma del demonio azul ahora te aterroriza? Soy Nightmare... mucho gusto dios del trueno... ¿no estas dichoso de haberme despertado en mi totalidad? E de admitir que hiciste un buen trabajo engendrando en mi... es realmente fuerte, no temas pequeño muchacho, no le haré daño, es tanto mi hijo como el de tu amado Jötnar hibrido, por lo tanto, no me atrevería a hacerle mal alguno, pero he de advertirte una cosa Berserker, alguien muy cerca de ti quiere deshacerse de tu crío y para lograrlo ten por seguro que dañara a tu amorcito.

Nightmare hecho a reír al ver el rostro descolocado del rubio y tras tomar la sangre que tenía en su copa, la dejo caer al suelo estrellando el vidrio, después de eso, Loki se desvaneció perdiendo en su totalidad el conocimiento, Thor corrió hasta él antes de que se golpeara contra el suelo y lo sostuvo en sus fuertes brazos, lo llevo con urgencia hasta su habitación y después llamo a su madre, la reina acudió hasta el lugar de inmediato, vio la sangre en las ropas de Loki y volvió su mirada hacia Thor aterrorizada.

—Por los dioses Thor ¿Qué ocurrió aquí?

—Nada madre... Loki no está herido... bajo como cada noche hasta el almacén donde drenan a los venados frescos y bebía de su sangre... pero lo que vi... por las Nornas madre... la voz que escuche la mirada y la sonrisa en su rostro... Dioses... me aterro.

—Explícate Thor ¿Qué me estas tratando de decir? ¿Cuál rostro? ¿Cuál mirada?

—Loki madre... no era Loki... los cuernos negros y los colmillos detrás de esos labios oscuros y esa mirada aterradoramente desbordada en sangre... yo... yo...

Una bruma espesa comenzó a hacerse presente saliendo desde la chimenea de la habitación de Thor, por un momento ambos se asustaron y se acercaron a Loki protegiéndolo, pero la figura que apareció detrás de aquel humo violeta los tranquilizo.