Capítulo 17. Dolor sin despedida

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Karnilla tomó al pequeño entre sus brazos y se desvaneció con él, Frigga, quien había sido segada por aquella energía, perdió el conocimiento ante el choque del poder de Odín contra Nightmare, la onda expansiva le había golpeado fuerte a ella, así que cuando abrió los ojos, la luz de un nuevo día se alzaba en Asgard, el día era gris y frío, como si supera la noticia que estaba por recibir, una doncella entro a su habitación diciéndole al oído la terrible nueva, rompió en llanto desmedido, no lo podía creer.

—No le digas a mis hijos querida... lo haré yo en persona... no sé cómo vayan a reaccionar... oh por dios... pobre criatura... apenas cumpliría cinco años... que terrible.

Thor abrió los ojos tres días después, lo primero que vio fue a su esposo durmiendo a su lado, los signos de la batalla aún estaban visibles en su cuerpo, recordó lo ocurrido y un terrible dolor se instaló en su pecho, el día gris de afuera se volvió oscuro... una tormenta fría se comenzó a sentir, un trueno fuerte fue lo que le dio vida de nuevo a Loki, quien tras una hora después de Thor abrió sus hermosos ojos verdes, le dolía terriblemente la cabeza y lo demostró con un gesto de sufrimiento en la cara, cuando recobro la conciencia de donde estaba, pudo ver a Thor que cubría su boca con su mano tratando de ahogar su llanto, entonces recordó.

—¿Amor?... ¿Qué pasó con nuestro bebé?

Las lágrimas comenzaron a caer de nuevo, Thor no soporto más y también rompió en llanto abrazando con fuerza a Loki, en ese mismo instante y como si supiera que le ocupaban con urgencia, Frigga entró sin anunciarse a los aposentos de sus hijos, se acercó hasta ellos hasta sentarse en la orilla de la cama, tomó entre sus delicadas manos el rostro de Thor y beso su frente, el atuendo oscuro de su madre le indicaba la razón de su visita.

—¿Ya...Ya fue... el... sepulcro?

Al escuchar aquello Loki apretó el agarre de sus manos en las ropas de Thor y su llanto que era silencioso se rompió y se hizo escuchar en toda la habitación, respirando con dificultad, Thor cerro los ojos acariciando la espalda de su esposo, besaba delicadamente su cabello tratando de darle apoyo emocional, Frigga asintió con pesar... sus labios temblaban y sus finas lagrimas comenzaron a correr de sus ojos.

—Fue simbólico hijo mío... pero realmente hermoso.

—¿Cómo que simbólico? ¿Es que para Odín mi hijo no era digno de un sepulcro real?...

Loki por fin levanto el rostro viendo a Frigga, temblaba mientras decía aquello con los dientes apretados, Frigga tomó su rostro entre sus manos y acarició sus mejillas.

—Oh mi pequeño... no puedo imaginar tu dolor... pero créeme que a mí también me duele... yo amaba a ese pequeño... era la luz de este viejo palacio... no mi amor... no es que no fuera digno... es solo que...— La reina trago saliva buscando las palabras, cerró los ojos para darse valor.

—Es solo que su pequeño cuerpo no resistió tanta energía en él... mi amor... se desvaneció... no quedo rastro físico de James.

—¿Q...qué?...

Loki volteo a ver a Thor con la mirada perdida en sus ojos azules, no había entendido lo que Frigga les había dicho, estaba en shock, dejó de ver, de escuchar, de razonar, todo se volvió blanco, solo estaba él, flotando en un mar de desconsuelo, un calambre le atravesó el vientre, sintiendo como cuando su pequeño arroz estaba allí dentro, por instinto llevó sus manos hasta su vientre y entonces su llanto volvió a hacerse presente.

—NOOOOOO... MI BEBÉ... DONDE ESTA MI BEBÉ...

Thor lo abrazaba con fuerza ahogando su llanto en el cuello de su esposo, Loki se removía con violencia, pero Thor logró retenerlo, Loki comenzó a golpear su pecho, en su desesperación, Loki se rasguñaba el rostro tratando de arrancar las lágrimas que quemaban su piel, Thor atrapo sus muñecas para evitar que se hiciera más daño.

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