chapter 18: una felicidad arruinada

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Se abrieron las grandes puertas del salón deja do ver a ambos caballeros que de inmediato fueron hacia ellos para felicitarlos, pero sobre todo a Aioros ya que sería su nuevo patriarca.

—¿Cómo te sientes ahora caballito?– Milo se acercó hasta el al igual que Álex.
—la verdad no me la puedo creer– riendo.
—estoy segura que te va a ir muy bien y serás un buen patriarca– Álex trato de animarlo.
—muchas gracias– sonriendo ampliamente.
—y Saga dónde está para felicitarlo– Álex y Milo lo buscaban entre la gente al igual que el pelicastaño.

Por otra parte estaba Gaby con Shaka hablando con el peliazul sobre su nueva misión de ahora en adelante a lado de uno de sus compañeros de batallas.

—dime, que se siente tener un cargo tan alto– Gaby estaba emocionada.
—pies la verdad no muy diferente– rascándose la nuca— aunque ahora que lo preguntas ya siento la presión.
—lo harán bien tu y Aioros– el rubio trato de animarlo con unas palmaditas en el brazo.
Aunque a Saga no le agrado saber que Aioros era más importante que el; pero ¿Por qué?

Lejos de aquella bulla de gente se encontraba Crystal con Athena.

—¿Quieres ir a felicitarlos?– la diosa estaba preocupada por ella.
—no me desagrada la idea.
—entonces vamos– bajando aquella escalinata para poder llegar.
—si no estás segura...puedes decírmelo, de acuerdo.
—estoy bien no te preocupes tía– sin siquiera voltear a verla.

Fuera del templo de Piscis se encontraba Elena viendo aquella escena y cada vez que se llenaba de valor para irse era más difícil decir adiós a lo que por mucho tiempo la hizo feliz. Pero había llegado la hora y tenía que irse antes de que alguien se diera cuenta de su presencia así que los miró por última vez para luego darse la vuelta e irse lo más rápido que pudo.



Está vez Shion estaba fuera de la sala  felicitando y dando instrucciones de lo que debían hacer de ahora en adelante.

—me alegro que ustedes dos estén en este cargo, no pude haber hecho mejor elección.
—nosotras también estamos muy contentas de saber que están ellos listos para esta nueva etapa en sus vidas– colocándose a lado de él peliverde— ¿No es así Crystal?
—claro, nadie sería tan bueno para tener tal responsabilidad como ustedes dos– mientras su vista se clavaba en Aioros, para luego dirigirse al peliazul.
—bueno ya que tenemos este día tan feliz, cenaremos más tarde para celebrar este día– Shion estaba muy alegre así que decidió organizar una gran cena para ambos chicos— los veré más tarde chicos– retirándose.
—bien yo también debo irme nos vemos— Athena se retiró y Crystal estaba por hacerlo; pero una voz la detuvo.
—Crystal– el pelicastaño sea acercó a ella.
—yo me voy, tengo que alistarme– Saga decidió dejarlo solo con ella.
—¿Dime qué sucede?
—sabes aún me siento mal por ese día...
—no tienes por que sentirte así, después de todo aún así la pasamos muy bien ¿No?
—es verdad– sonriendo— tienes mucha razón, aún así me gustaría seguir platicando contigo y ser tu amigo, claro si aceptas.
—por supuesto que sí Aioros– sonriendo para darle un gran abrazo y desearle de nuevo un feliz inicio en su vida.

Ya en las afueras del santuario se encontraba Elena ya lista para retirarse cuando una persona se lo impidió.

—¿A dónde va esta vez, acaso no entendió que la curiosidad no es buena?
—Máscara– quedó sorprendida— pensé que estaba con todos los demás.
—sabes el afecto hacia otros no es lo mío– rascándose la nuca.
—pero supongo que aún así estás feliz por los dos.
—la verdad es que me da un poco lo mismo– retirándose un poco— pero no cambies el tema estábamos hablando sobre ti.
—yo...que...no puedo decir nada.
—claro que sí, te ves bastante sospechosa– acercando su rostro al de ella.
—se imagina cosas que no son– desviando la mirada.
—bueno si es así, entonces pierdo mi tiempo contigo niña– mientras decidía tomar su camino.
—espere– deteniedolo de la capa— de hecho...hay algo que tengo que decirle.
—sabia que algo estabas ocultando.

Después de tantas felicitaciones Aioros decidió ir a su templo y Saga al de él.

Elena, que pasa contigo– pensaba el pelicastaño.
—hola al nuevo patriarca– el gato acababa de llegar.
—por que lo dejaron venir hasta acá– refiriéndose a Gaby y a Shaka.
—ellos dos, olvídalo ahora solo se importan el uno al otro acaso no sabes que son novios.
—¿Qué dijiste?
—se lo acaba de pedir el rubio.
—enserio.
—me lo pidió cuando estabamos fuera de la sala del patriarca después de que todos se retiraron, fue tan romántico.
—para la mujer de mi vida, siempre va a ser lo mejor– dándose un beso algo corto.
—a Aioros le trajo buenos recuerdos de los días en que estuvo con Crystal.
—no puedo soportar tanta miel– el león decidió irse a su templo.

La nueva pareja se quedó con Aioros platicando y entre esa conversación salió a la luz Elena.

—ustedes saben, si ella está con alguien, en algún templo– el pelicastaño estaba preocupado.
—yo solo sabía que estaría hasta después de la ceremonia de este día– Gaby no tenía que decir mucho; pero la verdad es que a él no podía mentirle.
—o sea que ¿Se ha ido?
—no creo que sea exactamente eso– los nervios se la estaban comiendo.
—tal vez esta preparando una gran sorpresa– está vez interfirio Shaka.
—no tengo un buen presentimiento de esto, algo no me gusta.
—no te precipites– Gaby trataba de darle ánimo.
—toc, toc, puedo pasar caballito– Máscara se asomo.
—ya estás adentro– Aioros no era muy fanático de estar con el y menos después de todo lo que le hizo pasar.
—tranquilo niño, o debo decir, ¿patriarca?
—solo dime, lo que tengas que decir y ya.
—bueno es que sabes que me encontré una hermosa niña en Aries, y me dijo que tenía que irse; pero era duro despedirse de ustedes así que decidió marcharse, aún así esperaba verlos algún día muy pronto.
—de que estas hablando– el chico sospechaba de quién se trataba.
—tu lo sabes mejor que nadie.
—pero ¿Por que?– no había motivos para hacerlo– Shaka estaba confundido.
—Mascara a ¿Dónde se fue?¿Dímelo?– tomándolo del cuello– bastante molestó.
—tranquilo Aioros– Shaka trato de separarlo junto con Gaby.
—yo no lo se, ni me lo dijo, solo que se iría lejos de aquí– sobándose.
—tengo que buscarla– saliendo del lugar.
—espera, no puedes irte así– Gaby corrió tras el.
—claro que puedo hacerlo– encarandola.
—pues no la encontrarás– le gritó molesta.
—algo sabes verdad...

Mientras una tormenta empezaba a querer hacerse presente.

Ya estamos por aquí, gracias por llegar hasta está parte recordándoles que se cuiden ya que está vez los caballeros de bronce, plata y oro no podrán salvarnos de esto ahora nos toca a nosotros ser nuestro propio héroe y salir adelante como siempre lo hemos hecho.
Espero que estén bien, que les haya gustado el capítulo hasta la próxima bye 😊.

Me robo mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora