chapter 13: confusión

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Elena se encontraba en la bañera pensando en lo que le había dicho Saga.
—en verdad será cierto– mientras imágenes de Milo llegaban a ella, para luego soltar un suspiro.

—tía que tal quedé– Crystal se había arreglado con un vestido lila, con algo de vuelo, que le llegaba hasta la rodilla, de tirantes delgados y un escote redondo, con unos tacones plata, la mitad del cabello recogido con un broche de rosa negro y un maquillaje leve.
Te ves preciosa querida, Aioros no te quitará la vista ni un solo segundo– sonríendole, pero la peliplata bajo la mirada.
—¿que te pasa Crystal?
—quisiera que fuera cierto pero ahora desde que Elena llegó a cambiado conmigo y ahora se la pasa hablándome de ella.
—debes tener paciencia, es porque acaba de reencontrarse con ella.
—espero que tengas razón– dándole un abrazo.

—muy bien solo falta arreglar mi cabello– pensó Gaby que estaba frente al tocador, cuando llamaron a la puerta —adelante.
—estas lista– era Elena que ya estaba lista.
—wuao te ves divina– haciendo que la chica soltara una risilla.
—gracias; aunque déjame decirte que tú estás igual– Gaby traía puesto un vestido beige de cuello cuadrado de encaje, algo pegado, que le llegaba un poquito arriba de la rodilla, tacones negros, llevaba también un maquillaje ligero.
—gracias– sonriendo —pero no se cómo llevar el cabello.
—y porque no lo dejas suelto.
—crees que se ve bien.
—claro que si– regalándole una sonrisa.

El tiempo pasó y ya eran las 8:30 pm. y poco a poco caballeros y Amazonas iban llegando a la sala patriarcal.

—este lugar se ve más amplio de lo normal– Atzhiri llegaba junto a Yolixcel.
El vestido de ambas era estraple, que llegaban un poco más abajo de la rodilla y con un poco de vuelo el de Atzhiri y de color turquesa con un cintillo de piedritas abajo del busto y unas mangas de tela transparente que salían desde donde llegaba el vestido que se detenía en los hombros, con tacones negros, en cambio el de Yolixcel era más pegado y de color negro de encaje con tacones del mismo color y llevaban el cabello suelto.
—buenas noches señoritas– se escuchó detrás, haciéndolas voltear.
—Aioros, Atzhiri se acercó a saludar seguía de su amiga.
—les quiero presentar a Ikki y a Milo, que a lo mejor lo han visto más seguido.
Los chicos saludaron igual que ellas, para después invitarlas a tomar algo, así que al aceptar se acercaron a una gran mesa donde había toda clase de bebidas y comida que podían degustar.

—seguros que me veo bien– era la cuarta vez que Shaka les preguntaba a Camus y Dita.
—tranquilo, además no creo que Gaby se fije tanto en como luces– Dita lo animó.
—relajate todo estará bien– está vez Camus.
De pronto varias voces llamaron su atención, se trataba de Gaby, Elena, Mu, Aldebarán y Shura.
—hola– Dita saludo y los restantes hicieron lo mismo.
—veo que ya los conoce– Shaka se refirió a los chicos.
—si y la verdad han sido muy amables, verdad Gaby– está asintió.

Mientras tanto en la entrada de aquel lugar donde la fiesta comenzaba se encontraba Milo vestido con un traje negro como los demás, y mirando el cielo, pero la calma termino cuando llegó cierto peliazul.
—así que agregaras a Elena a tu lista– el chico sin mirarlo supo de quién se trataba.
—Saga, no crees que es de mala educación meterse en cosas ajenas– de manera burlona.
—porque no solo lo aceptas.
—a que viene todo esto, porque tanto interés en saberlo.
El peliazul estaba por responder pero la llegada de Elena y los demás lo hizo callar, todos saludaron para pasar a excepción de Elena que fue llamada por Milo.
—¿Dime, que pasa?
—Saga quiere hablar contigo– el mencionado fue tomado por sorpresa al igual que ella.
Al quedarse solos, todo quedo en silencio solo se escuchaba música dentro.
—y de que quieres hablar– su voz se escuchó molesta.
Saga debía aprovechar la oportunidad, que a pesar de odiar al escorpión se lo agradecía en ese instante.
—seré lo más directo posible y quiero que me respondas sinceramente– la chica asintió —dime ¿Te gusta Milo?– demasiado directo había sido.
—claro que no, el es solo mi amigo– contesto de inmediato.
—si claro, tú "amigo"– sonríendole de manera burlona.
—que insinuas– se escuchaba de nuevo molesta.
—créeme que conozco a Milo muy bien para pensar que solo quiere una amistad.
—pues conmigo es diferente, no creo que tenga otras intenciones.
—si claro, Milo es diferente, a todas las hace sentir únicas– paseando por detrás de ella.
—ya basta– volteando a verlo —lo único que buscas es la manera de humillarme las veces que puedas– mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse, y reflejando odio —nunca debimos regresar al saber que eras así.
—si crees que soy el único, Aioros tampoco no es el mismo, el todo el tiempo espero por ti, pero al final hizo muchas cosas de las que tú no sabes.
—no me interesa seguir escuchando tus tonterías– se dio la vuelta para marcharse pero una mano fuerte la detuvo y la obligó a volver —sueltame Saga.
—porque acaso me tienes miedo– acercándola más al punto de sentir sus respiraciones y rozar por un instante esos labios que en ese momento parecían invitarlo a probarlos.
—dejala en paz Saga– se escuchó la voz de la salvación para Elena.

Me robo mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora