- Desvístete.
- ¡N-no haré eso!
- Estás aquí sólo para recibir ordenes.
en donde Minho no tiene trabajo y consigue uno como sirviente en la gran mansión Han.
Aviso: En esta historia hay mucha diferencia de edad y maltratos. si sos débil con ese tema...
Estaba soportando las ganas de reírme ya que hacía muecas muy graciosas.
- ¡No sirves ni para dejar un plato de sopa en el escritorio!
Mi ceño se frunció al escuchar sus palabras.
- Ya te dije perdón, ¿Que más quieres maldita sea? -Dejé la bandeja con enojo en el escritorio.
Me miró con rabia y simplemente le dediqué una mirada con el mismo sentimiento de enojo.
- ¡¿Cómo mierda te atreves a faltarme el respeto?! ¡Yo soy tu jefe y tu eres un maldito pobre que necesita un poco de dinero! -Se acercó a mí y no retrocedi ni un paso.
A mí nadie me intimidaba.
- Soy una persona como tú y merezco el mismo respeto que tú -hablé en tono calmado a pesar de que tenía ganas de escupirle en la cara- Así que si tu me tratas bien, yo te trato bien. Así es la ley de la vida, Jisung -Dije su nombre con detenimiento.
Y lo único que se escuchó en esa habitación fue un golpe en seco.
Me había dado un puñetazo en la mejilla.
- Vuelves a faltarme el respeto y te echaré de la casa -Apretó los dientes con ira y me tomó de la camisa.
- Échame si quieres y verás que nadie querrá ocupar mi puesto porque eres un maldito insoportable -Mi vista permanecía clavada en sus ojos.
Los míos estaban con un par de lágrimas ya que el puñetazo había sido con mucha fuerza y dolió demasiado.
Vi como levantaba su puño para pegarme de nuevo pero lo interrumpí.
- Pegar es de personas con la masculinidad frágil -Solté aún con tranquilidad- Las palabras te duelen y intentas demostrar ser fuerte dando una buena paliza y gritando un poco pero la verdad eso no va a hacer que me calle. Las peleas físicas son para personas que no evolucionaron mentalmente y no saben resolver las cosas con palabras.
Sentí como me empujó. Trate de no caerme y quede en pie por suerte.
Acomodé mi camisa y comencé a caminar hacia la puerta para poder irme.
- ¿Como te llamas? -Preguntó a mis espaldas.
- Soy Minho, Lee Minho. La persona que nunca se va a quedar callada cuando le digas algo que le molesta -Hablé sin darme la vuelta- Si me disculpas iré a limpiar tu habitación -Segui caminando y cerré la puerta cuando salí de su oscura oficina.
(...)
Me encontraba en la habitación de mi "jefe" limpiando todo el desorden que había ahí; Condones usados, ropa interior suya y incluso de mujer. No quiero imaginarme que tipo de asquerosidades hace todos los días aquí y en su oficina.
Pasé la aspiradora, puse sábanas nuevas, dejé el baño impecable y reluciente al igual que la habitación en general.
Éste tipo era realmente malo manteniendo la limpieza en su habitación.
Vi que la puerta se abrió y terminé de guardar una de sus prendas en el vestidor.
Salí del vestidor y nisiquiera lo miré a los ojos, simplemente me dirigí a la puerta pero cuando tuve que pasar por su lado tomó de mi brazo.
- Te odio -murmuró mirándome fijamente.
Solté un fuerte suspiro y mi mirada se mantuvo en un punto fijo de la habitación.
- Diría que te odio igual pero eso implicaría que me importas y la verdad no pierdo el tiempo en simios como tú. Solo vine aquí para cumplir con mi trabajo y recibir dinero, no vine aquí para odiar a nadie y tampoco para soportar a alguien como tú.
Me solté de su agarre y salí de la habitación.
Era divertido dejar sin palabras a mi jefe.
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FOAAA que linda cerrada de orto que le dio Minho a Jisung. Una lástima que Jisung muy pronto le va a abrir el orto a él, boe aksj.
No le presten mucha atención a la multimedia, simplemente son canciones aleatorias que escucho mientras escribo los capítulos y bueno, nada que no sea agRESIVIDAD puede salir si se trata de slipknot afaErteMente. Chau.
