Capítulo 21

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-¿Quieres saber? –me dice enojado.

-Es lo que trato de hacer.

-Tú maldito padre es un enfermo, ese es mi problema, Reagan.

-Pero...

-Debo imaginar que ya le dijiste ¿no es cierto, Rig? –dice mi padre con los brazos cruzados.

-Sí, lo hizo, pero llegamos a un acuerdo, no me iré, me quedaré, así que sí no le gusta, señor Harper...-dice con sarcasmo esa parte. –No me interesa. –suspiro frustrada. >>Hombres<<

-Es mi casa y aquí se hace lo que yo diga, si no le gusta, señor West, se arregla con una llamada a la policía.

-Adam. –digo. –Vete, yo...

-No me iré, si quiere llamar a la policía que lo haga, pero no me iré.

-Tienes antecedentes ¿no?

-Entonces tendré más y si de todas formas llamará a la policía puedo hacer que valga la pena. –detengo a Adam.

-Él no se irá, es muy terco. –le digo a mi padre. –Si tienes problemas...

-Tengo problemas con él. –dice mi padre serio.

-Podemos quedarnos y así podrían convivir...

-No. –dice severamente mi padre. –Es mejor que salgan de mi casa.

-Pero papá...-me mira serio.

-Tengo asuntos que resolver. –sube y miro a Adam enojada.

-¿Feliz?

-Extasiado. –dice sarcásticamente.

-Eres un idiota, no sé por qué mierda viniste, ni siquiera sé porque mierda te traje. –salgo de la casa.

-Reagan...-lo ignoro. -Reagan... maldita sea, espera. –me detiene y lo miro.

-¿¡Qué quieres!? –respira hondo.

-Él no es lo que tú crees.

-Púdrete, Adam. –camino y me agarra el brazo haciendo que lo mire.

-Aléjate de esa basura. –me suelto.

-Tú no me puedes prohibir nada. –le afinco mi dedo en su pecho y aprieta su mandíbula fuertemente. –Así que déjame en paz y vete con tus malditas putas. –golpea la pared fuertemente.

-¡Ese maldito imbécil quiere tener sexo contigo, Reagan!

-¿Acaso...? ¿Acaso perdiste la razón?

-Le dije a Ulises que me buscara todo acerca de ese bastardo.

-¿Pero qué...? ¿¡Estás drogado!? –le vuelve a dar otro golpe a la pared. - ¿Podrías parar con esa mierda?

-Tú piensas que él solo te ama como un padre...-niega riendo. –Eres ingenua en algunas cosas, mi amor.

-¿Yo? Tú eres el que está diciendo cosas estúpidas aquí y... ¿sabes qué? Esto no irá a ningún maldito lado, mejor me voy. –camino y me detiene. - ¡Déjame! –suspira frustrado.

-Vámonos, te llevo. –dice calmado. Lo miro extrañada. >>Eso si es raro<<

-¿Enserio no estás drogado? –me mira con ironía. –Es una pregunta válida.

-No. Ahora, vámonos. –camina y lo sigo.

-Eres muy bipolar. –agarra mi mano y las entrelaza. –Ahora me dirás que eres Patricia. –me mira y niega. Me río.

Toxic LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora