Toxic Love

Capítulo 34

-No quieres saber. –dice Aiden. –El problema ya se solucionó. –Aiden se va a ir y Adam niega riéndose sin gracia deteniéndolo. Jordan suspira.

-Ya me hice una jodida idea, así que me dirás. –antes de que Aiden responda tomo la palabra.

-Si quieres saber, te diré. –me mira. –Pero te vas a callar y me vas a oír. –me mira serio. Cada fibra de su ser estaba tensa, se contenía con todo lo que podía. –Decide.

-Bien. –dice fríamente.

-Nos vemos. –dice Aiden yéndose.

-Buscaré a Abby. –dice Jordan yéndose igual.

Antes de que hable, me adelanto.

-El padre de Aiden fue a la casa...-su cuerpo estaba tenso. –Peleó con Aiden, intenté detenerlos, pero me golpeó...

-Lo voy a asesinar.

-No. –digo. –Llamé a la policía y ellos lo tienen en la cárcel, puse cargos contra él, así que no tienes por qué preocuparte...-se acerca rodeándome la cara con sus manos. –Estoy bien, no me duele, además...-me besa, me separo, pero él no me deja apartarme. - ¿Qué haces?

-Besarte. –niego.

-Me tengo que ir. –me suelto.

-Rig...-camino ignorándolo y se ríe. - ¡También te amo! –le saco el dedo del medio y se vuelve a reír. Me detengo en el momento que choco contra Alex.

-Cariño...-me mira y su semblante cambia a serio. - ¿Qué te sucedió? –suspiro.

-Hubo problemas y...

-¿Con quién?

-Mi padre, él...

-¿Estás bien? –asiento y sonríe. –Bien, eso es lo importante. –sonrío.

-¿Puedo dormir contigo esta noche?

-¿Esta noche? –asiento y él suspira.

-¿No puedes?

-De verdad quiero y sabes que sí porque te amo y amo dormir contigo, pero...

-Tienes cosas que hacer. –asiente suspirando. - ¿Estudiar?

-Sí, es trabajo en grupo e irán unos chicos.

-Está bien, será otro día. –sonríe y me da un beso.

-Lo prometo. –sonrío. –Iré a clases, tengo examen.

-Suerte. –sonríe yéndose. Camino hacia el baño y alguien me sujeta cubriéndome la cabeza. –Espera...-siento una presión en el hombro y luego nada.

Al recobrar la conciencia me percato que estoy atada a un silla, hay unas luces reflejándome fijamente.

-¿Qué...?

-Rig, despertaste. –era Ulises.

-¿¡Acaso perdiste la razón!?

-No. –se acerca y apaga las luces, lo miro. –Pero me pagan por esto.

-Si Adam...

-Adam me paga. –lo miro. –Bueno, me pagó por buscar a alguien, nunca pensé que fueses tú. –niega. –Me decepcionas. –la puerta se abre.

-¿Para qué...? –era Adam, me mira y luego a Ulises. - ¿Acaso perdiste la razón?

-Eso le dije. –digo.

-No le hice nada. –dice tranquilamente.

-La secuestraste. –dice Adam acercándose a mí.

-Sí, ahí tienes a la persona que dio tus secretos de tus partidos.