Capítulo 27

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Mi teléfono suena y atiendo.

Llamada entrante, Alex...

-¿Te quedaste dormida, amor mío? –me estiro.

-Posiblemente. –se ríe. - ¿Qué hora es?

-Las 8:30pm.

-Lo siento...-me levanto rápidamente. –Voy para allá. –se ríe.

-Tranquila, te espero.

-Qué bello. –se ríe de nuevo. –Estaré en 5 minutos.

-Está bien. –tranco.

Guardo mi teléfono, agarro unas pastillas y las guardo, salgo y me dirijo a la habitación de Alex, toco la puerta y se abre, me mira sonriendo.

-¿A quién buscas, hermosa? –sonrío.

-A ti. –sonríe.

-Qué bueno, pero no te puedo dejar pasar.

-¿Por qué? –se encoge de hombros.

-Es una sorpresa. –sale sin que me deje ver hacia la habitación.

-Déjame ver. –niega y se coloca tras de mí cubriendo mis ojos.

-Espera. –me dice al oído. –Ahora, camina...-camino y escucho que cierra la puerta con pasador.

-¿Me vas a violar? –se ríe.

-Sí...eso para más tarde. –me río. –Bien...-me quita las manos y la habitación tiene pétalos de rosas, con algunos ramos, velas dándole un toque tenue debido a que la luz está apagada, en el medio de la habitación hay una manta igualmente con pétalos, una vela en medio y dos platos cubiertos.

-Me saqué la lotería contigo. –se ríe. –Es hermoso y romántico, lo amé. –lo miro y se acerca.

-Te dije que tendríamos una cita. –sonrío y me besa. –Comamos porque el postre es de último.

-Que aburrido. –se ríe y me agarra la mano. Nos sentamos en el suelo y quita lo que cubre los platos, es pizza. –Mi favorita. -nos reímos.

-No había más nada, pero para la próxima será mejor.

-No me importa el lugar, lo único que me importa es estar contigo. –sonríe. Terminamos de comer y nos acostamos en el suelo.

-Es lindo que tengamos esto. –me dice. –Nunca me había preocupado por hacer algo así para una chica o que me llegase a importar. –lo miro y sonríe. –Pero tú vales la pena, mucho en realidad. –sonrío y lo beso.

-Te entiendo. –me subo encima de él. –Eres especial y lo mejor que me ha pasado. –me besa y mete sus manos en mi camisa desabrochando mi brasier. - ¿Postre?

-Tú eres mi postre. –me río y me besa.

-No lo creo, cariño, en realidad tú eres el mío.

-¿En serio? –asiento y bajo sus pantalones. - ¿Me vas a violar?

-Te lo dije, eres mi postre. –sonríe pícaramente y me quito los pantalones, me siento encima de su erección y lleva sus manos a mi cadera. Sonrío. –Ahora es mi turno.

-Sí, bueno...-me muevo lentamente y suspira. Me acerco a sus labios.

-¿Pasa algo, cariño? –cierra los ojos y respira hondo. Sonrío, aprieta mi trasero y lo beso, me muevo en círculos y comienza a gemir.

-Espera, espera...-me detengo. –Si sigues...-sonrío y me quito, se coloca rápidamente un condón y me hala de los pies, se sube encima de mí y entra. –Mi turno. –sonrío mordiéndome el labio y se mueve más rápido, me besa para ahogar los gemidos y siendo que voy en subida, pero en expreso hasta que siento el orgasmos en mi vientre al igual que él, sale de mí y se acuesta a un lado.

Toxic LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora