Capítulo 24

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-¿Qué...? ¿De qué me...?

-Sabes que no soy tú padre, Reagan y tú no eres muy inocente. –niega riendo. - ¿Crees que no me he enterado que ya has estado con varios?

-Yo no...

-Lo hubiese hecho antes, pero tus malditos hermanos se interponían siempre.

-Ellos son...

-Me da igual, Reagan ¿sabes las veces que he querido tener sexo contigo? –trago grueso.

-Adam tenía razón...

-Tú decides, si no...

-Pensé que de verdad me querías. –digo con la voz entrecortada y se ríe.

-Cuando cumpliste 15 años todo empeoró, sobre todo cuando usabas shorts, no sabes cuantas veces me masturbe pensando en ti. –me agarra el brazo fuertemente. –Pero ahora todo cambiará...-me intento soltar y no puedo.

-Suéltame.

-Después que tú estés conmigo. –niego.

-Suéltame...-le doy con mi rodilla en la entrepierna y cae hincado. Abro la puerta rápidamente y salgo de ahí, me subo al carro y arranco, esquivo un carro, me detengo en la orilla de la calle y mi teléfono suena. Es Jordan, lo apago. –Adam tenía razón y no le creí...y los babosos...-dejo salir las lágrimas contenidas. –Fui una maldita idiota. –golpeo el volante por la rabia y el dolor. –Me duele...me duele...-digo sollozando. Abro la guantera y hay una bolsita con varias pastillas, agarro dos y me las tomo.

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Reagan respira hondo y las drogas comienzan a hacer efecto, ella se ríe.

-¿Quién diría que los celos del idiota y de los otros idiotas era más que real? –se ríe y arranca. –Tengo que hablar y posiblemente tener sexo con Alex. –se vuelve a reír. Al llegar a la universidad, se baja y Gabe la mira. Se acerca.

-Volviste más temprano de lo que pensé. –ella le devuelve las llaves.

-Fue rápido.

-¿Arreglaste el asunto?

-Más que arreglado. –ella le guiña el ojo mientras sonríe.

-¿Estás...?

-Tomé dos de tus pastillas, no le digas a nadie. –él se ríe.

-¿Qué hiciste? –ella se encoge de hombros riendo.

-¿Has visto a Alex?

-En el gimnasio ¿para qué lo buscas? –dice cómico.

-Tendré sexo con él. –ambos se ríen.

-Usa condón.

-Claro. –ella camina. Entra al gimnasio y solo está Alex sentado en las gradas. –Justo al hombre que estaba buscando. –él la mira.

-Viniste temprano. –dice él sonriendo.

-No podía hacerte esperar ¿o sí? –ella se acerca a él.

-Bueno, íbamos a hablar...

-La cosa está así...-dice ella. –Si te dejaba hablar más de la cuenta, Ulises te mataría a golpes, es un imbécil, estaba drogado, siempre lo está, Adam es un idiota y tú y yo tendremos sexo. –él la mira cómico.

-¿Qué?

-¿Quieres o no tener sexo?

-¿Ahorita? –ella se muerde el labio asintiendo. - ¿Aquí?

Toxic LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora