-¿Qué...? ¿De qué me...?
-Sabes que no soy tú padre, Reagan y tú no eres muy inocente. –niega riendo. - ¿Crees que no me he enterado que ya has estado con varios?
-Yo no...
-Lo hubiese hecho antes, pero tus malditos hermanos se interponían siempre.
-Ellos son...
-Me da igual, Reagan ¿sabes las veces que he querido tener sexo contigo? –trago grueso.
-Adam tenía razón...
-Tú decides, si no...
-Pensé que de verdad me querías. –digo con la voz entrecortada y se ríe.
-Cuando cumpliste 15 años todo empeoró, sobre todo cuando usabas shorts, no sabes cuantas veces me masturbe pensando en ti. –me agarra el brazo fuertemente. –Pero ahora todo cambiará...-me intento soltar y no puedo.
-Suéltame.
-Después que tú estés conmigo. –niego.
-Suéltame...-le doy con mi rodilla en la entrepierna y cae hincado. Abro la puerta rápidamente y salgo de ahí, me subo al carro y arranco, esquivo un carro, me detengo en la orilla de la calle y mi teléfono suena. Es Jordan, lo apago. –Adam tenía razón y no le creí...y los babosos...-dejo salir las lágrimas contenidas. –Fui una maldita idiota. –golpeo el volante por la rabia y el dolor. –Me duele...me duele...-digo sollozando. Abro la guantera y hay una bolsita con varias pastillas, agarro dos y me las tomo.
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Reagan respira hondo y las drogas comienzan a hacer efecto, ella se ríe.
-¿Quién diría que los celos del idiota y de los otros idiotas era más que real? –se ríe y arranca. –Tengo que hablar y posiblemente tener sexo con Alex. –se vuelve a reír. Al llegar a la universidad, se baja y Gabe la mira. Se acerca.
-Volviste más temprano de lo que pensé. –ella le devuelve las llaves.
-Fue rápido.
-¿Arreglaste el asunto?
-Más que arreglado. –ella le guiña el ojo mientras sonríe.
-¿Estás...?
-Tomé dos de tus pastillas, no le digas a nadie. –él se ríe.
-¿Qué hiciste? –ella se encoge de hombros riendo.
-¿Has visto a Alex?
-En el gimnasio ¿para qué lo buscas? –dice cómico.
-Tendré sexo con él. –ambos se ríen.
-Usa condón.
-Claro. –ella camina. Entra al gimnasio y solo está Alex sentado en las gradas. –Justo al hombre que estaba buscando. –él la mira.
-Viniste temprano. –dice él sonriendo.
-No podía hacerte esperar ¿o sí? –ella se acerca a él.
-Bueno, íbamos a hablar...
-La cosa está así...-dice ella. –Si te dejaba hablar más de la cuenta, Ulises te mataría a golpes, es un imbécil, estaba drogado, siempre lo está, Adam es un idiota y tú y yo tendremos sexo. –él la mira cómico.
-¿Qué?
-¿Quieres o no tener sexo?
-¿Ahorita? –ella se muerde el labio asintiendo. - ¿Aquí?

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Toxic Love
Ficção AdolescenteReagan Harper: una chica ruda, un poco alta, cabello castaño, ojos cafés, tez blanca. 20 años, es la menor de dos hermanos, uno de 21 Jordan y otro de 22 Aiden. Ella es una chica que no se deja de nadie, debido a que sus hermanos le enseñaron a defe...