CAPITULO 2 ADAPTANDOSE

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Candy y Annie ya llevaban un mes con su nueva familia, les costaba un poco de trabajo adaptarse a su nueva vida, su madre les enseñaba todo lo que debían hacer, desde como caminar, hasta como comer o pedir permiso para retirarse, en fin sin mil reglas y protocolos que seguir para ser una buena dama.

-Bien niñas, mañana vamos a ir a casa de los Ardley

-¿Enserio? –Candy se sorprendió al oír el tono de emoción de su hermana, pensó que no les había caído bien, después de lo que ese chico le hacía.

-Sí, así que espero que hayan aprendido todo lo que les enseñe –Miro a sus hijas sonriéndoles amablemente –Por cierto les llego esta carta

Candy se acercó rápidamente –Es del ho...

-Candy

-Perdón mama

Candy le hizo una mueca lindísima que la señora Britter solo atino a mover la cabeza y sonreír –Vayan afuera a leerla tranquilamente

-Gracias –Annie y Candy salieron juntas para leerla a gusto

Una vez sentadas en los columpios, se dispusieron a leer la carta.

Queridas Candy y Annie:

Esperamos que se encuentren bien y que se estén adaptando perfectamente bien en su nueva vida, nosotras estamos atareadas de trabajo, pues ahora hay más niños en el hogar y como sabrán algunas familias recomendadas discretamente por la familia Britter, vienen a vernos para adoptar algún niño, esto hace que debamos enseñarles todo con mayor rapidez para que las familias los quieran.

Claro que los querrán ¿no lo creen? Son todos unas linduras como ustedes pequeñas, me da tanto gusto que la familia Britter haya querido adoptarlas a las dos, así al menos sé que están juntas y se protegen mutuamente.

Espero que estén disfrutando de su nueva familia, pórtense bien, sobre todo tu Candy, y cuida de Annie.

Las quiere,

Pony y Maria

Saludos

Candy y Annie se sonrieron después de terminar de leerla –Hay que responderle Annie

-Sí pero recuerda que mama dijo...

-Lo sé, en cuanto terminemos de escribirla se la daremos para que ella la envie ¿te parece?

-Claro

-Vamos, oye Annie, por cierto ¿Por qué te emocionaste al saber que iríamos con la familia Ardley?

-Yo... -Por nada

-Annie

-Vamos Candy –La halo para ir a la habitación y escribir la carta.

.

.

.

Al día siguiente ambas estaban camino a la gran mansión de los Ardley, que estaba en Lakewood también, y según noto Candy no estaban tan lejos.

-Bienvenidas –Dijo un señor alto mientras les abría la puerta del automóvil

-Gracias, George –La señora Britter le tomo la mano para dejarse ayudar descender del auto

-La señora Elroy las espera en el salón

-Gracias, vamos niñas –Siguieron a su madre hasta el gran salón de la mansión Ardley

La señora Elroy estaba sentada en el salón, donde se encontraba un joven rubio leyendo un libro bajo la supervisión de su tía.

-Buenas tardes, tía Elroy

AMI-ENEMIGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora