CAPITULO 11 CONVERSACIONES II

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Era el primer día de clases, era un hermoso día de agosto, Candy estaba tan emocionada por ir a las clases que en la noche no había podido dormir muy bien, pues deseaba tanto saber más de lo que ya había aprendido y sobretodo poder conocer a sus demás compañeras y maestros.

-Buenos días, Candy

-Hola Patty, buen día –Saludo amablemente a su vecina quien iba saliendo al mismo tiempo que ella

-¿Caminamos juntas?

-Claro solo... ¿Podemos esperar a mi hermana?

-Annie Britter ¿cierto?

-Si

-Ella salió hace un momento de su alcoba y se fue...

-¿Qué? ¿Enserio?

Patty miro avergonzada a la joven –Lo lamento yo...

-No te preocupes no es tu culpa, tal vez simplemente quería llegar temprano, ¿vamos?

-Si claro

Ambas se encaminaron al salón donde tendrían su primera clase, platicando felizmente entre ellas.

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En el jardín del colegio, se encontraba una joven pelinegra observando a un rubio que estaba allí con otro joven castaño, ambos jugaban un rato con un nuevo invento al parecer de su primo o al menos eso había escuchado.

-Debemos irnos ya, Terry

-¿Quieres portarte bien ahora, Tony?

-¿A qué te refieres?

-Nada en especial, solo a que antes no te preocupaba llegar tarde el primer día de clases, por eso deduje que tal vez quieras poder ver a alguien entre los pasillos, aunque no puedas hablarle –Sonrió –Al menos no como quisieras

-Tienes razón...quiero verla aunque sea un momento porque ya la extraño

Terrence movió la cabeza de lado a lado –Que horrible es ver a tu hermano enamorado, pues actúa como un completo imbécil

-¡Hey!

Trato de golpearlo pero Terrence ya iba corriendo hacia el edificio –Date prisa o no llegaras.

-¡Ya veras, Terry! –Comenzó a caminar pero...

-Anthony

El rubio volteó y ahí vio a Annie Britter quien le sonreía dulcemente, mientras se acercaba a él, quien le miraba confundido.

-Annie, ¿Qué haces aquí?

-Vine a verte –Susurro sonrojándose

-¿A mí? Pero ¿Porque?

-Mira te traje esto –Susurro avergonzada mostrándole el paquete –Yo misma lo hice, es para el frio, ya casi se acerca...

-Gracias –Tomo amablemente el paquete, pues no debía ser descortés –Bueno, ya debo irme...Annie

-Claro yo también...

-Nos vemos –En aquel momento tuvo una idea –Annie puedes...decirle a Candy que en el receso largo nos reuniremos aquí...

-¿Solo tú y ella?

-No, en realidad todos, me refiero a mi hermano, mis primos y por supuesto tú y Candy –Dijo sonriéndole

-Bien, yo le digo, nos vemos al rato

-Nos vemos, gracias

Anthony se alejó corriendo, dejando sola a Annie con sus pensamientos rencorosos y llenos de envidia hacia su hermana, por lo cual se sentía mal, Candy no era su hermana de sangre pero ante todo era su amiga, una amiga que siempre estuvo ahí para ella, ¿Cómo era posible que ahora fuera su némesis?

AMI-ENEMIGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora