CAPITULO 21 CRISTAL ROTO II

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CAPITULO 21 LA DECISION ELEONOR BAKER

¿Cómo es posible que aquellas personas que creemos que no nos harían nunca daño, son las que terminan lastimándonos más que cualquier otra persona? ¿Cómo es posible que la familia que pensamos tener termine siendo nuestra peor enemiga? Realmente los humanos somos muy complejos y cambiantes por eso siempre nos podemos adaptar al cambio, es por eso que a veces somos los seres menos confiables del mundo.

La familia muchas ocasiones son nuestro enemigo de cierta forma porque para ellos algo que nosotros queremos o deseamos no es lo mejor ante sus ojos y terminan hiriéndonos con prohibírnoslo y no dejar que nuestro corazón les explique el porqué, por eso en algunos casos la verdadera familia para muchas personas no son aquellas que te dieron la vida, si no la gente que realmente tu escoges como tu familia.

Aun así hay veces que la envidia, los celos, el coraje y el dolor pueden más que cualquier atadura sanguínea pueda existir entre familiares, entonces entre gente que no es realmente tu familia ¿Qué ocurre?, se llegan a convertir en nuestros peores enemigos, amigos que ahora son enemigos, nuestra ami-enemigos.

C.B.

El dulce aroma de las flores después de una noche tormentosa es el mejor despertador en las mañanas, junto a unos bellos y cálidos rayos de sol colándose por la ventana de una alcoba, indicándonos que un nuevo día ha venido a nosotros, una nueva oportunidad de ser, entender, aprender y de remediar nuestros errores y malas decisiones, eso era para Candy aquella mañana, sus ojos se abrieron lentamente para ver aquel hermoso paisaje que le brindaba el día.

-Buenos días –Dijo una mucama ingresando a la alcoba –Señorita Candy le he traído este vestido –Era un hermoso vestido verde –Era de la hermana de Albert, pruébeselo estoy segura que le quedara

-Gracias –Dijo la rubia mirándole agradecía -¿Y Albert dónde está?

-Se encuentra en la terraza, le está esperando para almorzar

-Gracias

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Anthony se encontraba con Albert en aquella hermosa terraza de la mansión Ardley, la noche anterior no le había indicado a su sobrino que había encontrado a la rubia en la calle, ni tampoco el motivo del porque estuvo la joven a deshoras de la noche bajo la lluvia en las calles de New York.

-Buenos días –Dijo la rubia al ingresar con aquel hermoso vestido que combinaba con sus ojos, resaltaba más su rostro, Anthony no pudo evitar sonreírle con un leve sonrojo en sus mejillas, Albert le sonrió con ternura y le invito a tomar asiento.

-Buenos días, Candy

-Bue...buenos días –Dijo el rubio mirándole dulcemente –Te...te ves hermosa, Candy

-Gracias, Anthony

Albert miraba la escena, se podía dar cuenta de que había un gran problema para él, pues ¿Cómo competir? ¿Cómo lograr ser...? No debía quitárselo de la cabeza, miro a la joven antes de proseguir –Candy, como platicamos anoche, debes volver a...

-¡No! Por favor Albert no me obligues a volver...si no...me iré –Dijo la joven decidida, lo había pensado toda la noche y prefería irse nuevamente al hogar de Pony que volver con Eleonor Baker y con los Britter ya no podía, pues ya no era más una Britter ahora era una Baker.

-¿No crees que estas siendo irracional, Candy? ¿A dónde iras? ¿Cómo vivirás o más bien sobrevivirás? ¿Qué tal si te sucede algo? ¿Te arriesgaras de verdad tanto?

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